El encausado aseguró que tan solo dio "un empujón" a Víctor Laínez "en defensa propia", pero la instructora del caso desmonta en su auto todos sus argumentos. Según la jueza, un amigo de Lanza comentó al grupo que el hombre que estaba sentado en la barra tenía ideología de extrema derecha, que en ocasiones llevaba tirantes con los colores de la bandera de España y que era legionario o de los Templarios.
Al oír esto Rodrigo Lanza, dice la instructora, se acercó al lugar donde estaba Laínez y lo llamó "facha" y "fascista"."Le comentó que ese era un barrio antifascista, que no querían nazis y que no era bienvenido", señala la magistrada. Al regresar al lugar donde estaban sus amigos, Lanza les habló de lo ocurrido y comentó que el hombre le había llamado "sudaca".
Unos 20 minutos después, el encausado y sus acompañantes decidieron marcharse del bar. Laínez salió tras ellos y mantuvo un enfrentamiento verbal con Lanza junto a la primera de las dos puertas de salida "sin que existan pruebas de que Laínez llevara en las manos algún tipo de navaja, cuchillo u objeto similar", como asegura el detenido, para justificar el asesinato.
Laínez regresó al interior del local, pero a la mitad se dio la vuelta y atacó por "detrás y sin posibilidad alguna de defensa a Laínez". Insiste la magistrada en que no hubo "actitud agresiva o violenta" por parte de la víctima, que fue ingresado en el Hospital Clínico de Zaragoza, donde falleció el 12 de diciembre de 2017.
Juicio por jurado popular