26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Desde Unidas Podemos, socio de Gobierno del PSOE, se ha criticado la opacidad fiscal del Rey Emérito Juan Carlos I

Felipe VI cumple 53 años con su padre exiliado fuera de España y enfrentado al Gobierno

Pedro Sánchez y el rey Felipe VI.
Pedro Sánchez y el rey Felipe VI.
El Rey Felipe VI cumple 53 años, es su séptimo cumpleaños sentado en el trono de España, desde que en junio de 2014 sucediera a su padre Juan Carlos I. Es un aniversario marcado por las tensiones políticas con el gobierno de Pedro Sánchez en coalición con Unidas Podemos y las críticas del partido de Pablo Iglesias al Rey Emérito, su padre, fuera de España.

Hoy celebra el quincuagésimo tercer cumpleaños Felipe VI, el sexto que ocupa en el trono. Según la web de Zarzuela los Reyes no tienen agenda oficial para ese día. Su siguiente evento está fechado para el día 1 de febrero, cuando recibirán en audiencia a la XX Promoción del Cuerpo Superior de Interventores y Auditores del Estado.

Este aniversario llega en un momento complicado para la Casa Real, con el Rey Emérito fuera de España, la renuncia a la herencia de su padre por parte del Rey Felipe VI y las críticas de parte del Gobierno a la figura paterna.

Lo cierto es que ninguno de los seis años como Reyes han sido tranquilos para Letizia y Felipe desde que tomaron el relevo de Juan Carlos I y Sofía. La inestabilidad política les ha acompañado desde que llegaron a la Jefatura del Estado. “Existe una idea, acentuada por su entorno más cercano de que están solos y de que forman un equipo que tiene que remar con tino en aguas revueltas”, asegura a elcierredigital.com una veterana periodista acostumbrada a seguir el día a día de Zarzuela.

 Las tensiones familiares

El advenimiento de Felipe VI al trono llegó en un momento complicado para la Institución. La abdicación de su padre y su llegada al trono era una manera de salvar la Corona. A partir de ese momento, el nuevo rey se rodeó de nuevos nombres y apartó a todas aquellas personas que recordaban al reinado de su padre. Un gesto que recuerda a los inicios de su padre en los que intentaba huir de la sombra de Franco, el hombre que le nombró rey.

Felipe VI ha decidido recortar la familia real a su núcleo: su mujer, sus hijas y su madre. 

Esta ‘limpieza’ afectó también a la familia. El monarca tuvo claro que uno de los motivos que llevaron a salir a su padre de la Jefatura del Estado fue el escándalo Nòos, que acabó con los huesos de su cuñado Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva (Ávila) y, sobre todo, por la presencia como imputada de la Infanta Cristina. La sociedad reclamaba un gesto y Felipe VI apartó a su hermana y a sus sobrinos de la corte. Esto generó por su lado una serie de desavenencias familiares que aún no se han aclarado y que de vez en cuando se recrudecen en público.

Para muchos, la gran perjudicada es la Infanta Elena. “Durante años la palabra Infanta siempre ha ido en el plural. Hablar de una era hablar de las dos y claro eso le ha perjudicado injustamente. Las hijas de los Reyes son aún pequeñas para viajar solas. Por eso, a nivel de actos de Estado, es completamente absurdo e ineficiente que no se la use más. Es una señora con experiencia y que cuando acude a distintos eventos cumple eficazmente su papel de representar a España”, explica a elcierredigital.com un habitual de los círculos diplomáticos.

“A nivel privado sí que han recurrido más a ella, para representar a la familia. Pasó cuando murió la Duquesa de Alba. Los Reyes no acudieron, en una falta de respeto gravísima, y Elena fue y cumplió con dignidad regia. Pero, por ejemplo, en algunas bodas de los Grimaldi recientes no ha ido nadie de la familia y ella podría haberlo hecho bien. Estos actos privados luego sirven mucho a nivel diplomático” añaden las fuentes consultadas.

La Infanta Elena.

Felipe VI ha querido enfatizar la familia real nuclear. Su esposa la Reina Letizia, sus hijas Leonor y Sofía y, cada vez más puntualmente, la reina emérita doña Sofía. Paralelamente al asentamiento del reinado de Felipe, hemos asistido a la caída, cada vez más en desgracia del Rey Emérito, hasta llegar a su "exilio" no forzado en Abu Dabi.

La falta de sintonía entre Moncloa y Zarzuela

La situación política tampoco es propicia a la figura del monarca. El gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no ha gustado especialmente al monarca que tuvo su punto álgido en el discurso del 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum ilegal para la secesión en Cataluña.

Sin embargo, las relaciones entre Sánchez y el Rey son correctas, aunque sin la corriente de afectividad que tuvo su padre con Felipe González o Adolfo Suárez. “Felipe VI aún no ha encontrado a su ‘primer ministro’ como su padre. Con Pedro Sánchez tiene todas las precauciones del mundo, pero tampoco perdonó a Mariano Rajoy que en 2015 no aceptara someterse a una votación de investidura porque sabía que no reunía los apoyos necesarios. Nunca antes un presidente se había negado a la petición de un monarca de intentar formar gobierno”, remata la periodista citada.

El problema persiste años después, porque la sintonía entre Zarzuela y Moncloa no es la mejor, y más después de que miembros del Gobierno hayan criticado abiertamente el comportamiento del Rey Emérito respecto a sus obligaciones fiscales. Es una herida no cerrada.

La Reina Letizia rodeada de Margarita Robles, Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska. / Bernardo Paz

El monarca ha conseguido transitar con éxito por las aguas procelosas de la política, pero sobre Palacio también se ciernen nubes que amenazan con descargar, como asuntos del pasado de Juan Carlos I, movimientos en la sombra del excomisario Villarejo o las amenazas veladas de Iñaki Urdangarin. El monarca llega a los cincuenta y tres años con muchos frentes abiertos que requieren de un Felipe VI hábil para moverse en las ambigüedades de la política.

Nacimiento problemático

El nacimiento de Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia el 30 de enero de 1968 no estuvo tampoco exento de polémica. El niño, que nació en la madrileña Clínica Nuestra Señora de Loreto y pesó 4 kilos y 300 gramos venía de nalgas y hubo que hacer algunas maniobras para colocarlo. Se llamó Felipe en honor a Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, Juan por su abuelo el conde de Barcelona, Alfonso por su bisabuelo Alfonso XII y "todos los santos" por la tradición borbónica de bautizar así a todos los varones.

Además, al bautizo del niño vino su bisabuela Victoria Eugenia de Battemberg, que lo amadrinó. Era la primera vez que la Reina volvía desde su exilio en 1931 y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, organizó una recepción en su honor en el Palacio de Liria al que acudieron los nobles españoles ataviados con corbatas verdes en honor a la frase "Viva El Rey De España", en referencia a Juan III, que en 1968 no había abdicado todavía en su hijo Juan Carlos de Borbón.

Por el Palacio pasaron a rendir pleitesía unos 3.000 nobles españoles, que hicieron a Doña Sofía pensar en dónde habían estado hasta entonces todos esos nobles que les habían dejado tan solos a su marido Juan Carlos y a ella durante años. Nadie supo o quiso explicarle a la Reina Sofía que los nobles de entonces reconocían como heredero a su suegro, don Juan de Borbón o Juan III.

De esta visita también queda la anécdota, no contrastada, entre la reina Victoria y Franco, en la que supuestamente la primera dijo "ahora, general ya tiene tres Borbones donde elegir" a lo que Franco habría respondido "sus deseos son órdenes para mí" y así fue, ya que en julio de 1969 Franco proclamó al príncipe Juan Carlos heredero al trono. Pero la bisabuela y madrina de Felipe no pudo verlo, porque murió en abril de aquel mismo año.

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