25 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Compartirá prisión con el ex tesorero del PP Luis Bárcenas y Estanislao Rodríguez-Ponga, también condenado por las tarjetas "black"

Así vivirán Rodrigo Rato y sus amigos VIP's en la cárcel de Soto del Real: del toque de sirena a las natillas, pasando por sus 100 euros de peculio

Rodrigo Rato entrando en la prisión de Soto del Real
Rodrigo Rato entrando en la prisión de Soto del Real
La entrada del ex vicepresidente del Gobierno del PP, Rodrigo Rato, en la cárcel de Soto del Real para cumplir una condena de cuatro años y medio por apropiación indebida en el caso de las tarjetas black, vuelve a poner de moda a los presos mediáticos, muchos de ellos, delincuentes de cuello blanco. Los centros penitenciarios vuelven a la actualidad, en un momento crítico donde los sindicatos de prisiones mantienen un duro enfrentamiento con el Gobierno de Pedro Sánchez

Hoy, un simple recorrido por las cárceles madrileñas de Alcalá-Meco, Valdemoro, Navalcarnero, Soto del Real, Aranjuez y Estremera permite observar como estos centros se han ido llenado poco a poco de ex presidentes de patronales, de bancos, de grandes empresas, políticos relevantes, constructores, conseguidores, ex tesoreros y hasta figuras del papel cuché, tanto que la cárcel de Soto del Real es ya conocida entre los funcionarios de Instituciones Penitenciarias como la “cárcel de los VIP´s”.

 A pesar de su saturación, Soto del Real es la cárcel en la que llegan, al menos en primer lugar, todas las órdenes de prisión de la Audiencia Nacional. Pero también tiene características que la hacen atractiva para los presos, como es el tamaño de las celdas. Soto del Real cuenta con celdas de diez metros cuadrados y dispone de baño propios, mesa de estudio y ducha. Un motivo, que ha llevado a que los encarcelados por la trama Gürtel, Pablo Crespo y Álvaro Pérez “El Bigotes”, hayan pedido a la Audiencia Nacional el traslado desde la cárcel de Valdemoro a Soto del Real.

 El conocido como Centro Penitenciario Madrid V (Soto del Real) suma 14 módulos ordinarios, además del módulo de ingresos, el módulo de aislamiento y el edificio de enfermería. Cada módulo cuenta con 72 celdas y un patio (sólo las cárceles antiguas mantienen un solo patio común para todos los módulos), el comedor, una sala de estar y un pequeño gimnasio. De los diferentes módulos que la conforman destacan los de respeto, que son el 9, 10 y el 12,  y fundamentalmente están ocupados por reclusos estudiantes y presos que trabajan dentro del centro penitenciario. Estos módulos de respeto tienen un tratamiento más benévolo para los recursos, por ejemplo, pueden tener las celdas abiertas, estar sentados en la cama leyendo, o estudiando en su mesa, con la celda abierta. Esto permite que los funcionarios que cuidan estos módulos permitan que los presos se relajen más.

Luego se encuentran los módulos 1 y 4, donde están los preventivos y como se conoce en el argot, los primerizos. En el módulo 1, por ejemplo, estuvieron el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y su hermano Pablo González, o el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán. Es un módulo adaptado a la gente de edad más avanzada. Cada módulo tiene entre 100 y 150 presos y suele haber sólo un preso por celda, aunque en el caso de los hermanos Nacho y Pablo se decidió que compartieran celda, vigilándose el uno al otro. Normalmente no se les impide la comunicación con el exterior y por ello pueden recibir correspondencia, hacer llamadas y recibir visitas cuando llegue su turno. Cuando son preventivos o todavía no se les ha clasificado, no se les asigna ninguna tarea.

En el módulo 4 estuvieron el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas y el ex presidente de Caja Madrid, el ya fallecido Miguel Blesa, y también Jordi Pujol Ferrusola. El famoso ex tesorero del PP siempre ha hecho una vida muy normal en la cárcel de Soto del Real. Muy integrado, de hecho, algunos presos han llegado a decir que era "un héroe", "un hombre de puta madre y una persona majísima" incluso regaló a uno de ellos en su anterior etapa un pantalón. Le gusta pasear e ir muy cómodo, pantalón, muchas veces corto y camiseta, de calzado, zapatillas deportivas. Más reservado dicen que fue Ernesto Colman, el que fue presidente de Vitaldent. Se le veía más por la biblioteca y menos en la sala común.

Prisión de Soto del Real 

A Díaz Ferrán le gustaba practicar el atletismo y acudía al campo de fútbol grande (el que tienen común todos los módulos) para darse unas carreras a su alrededor. Mientras que Miguel Blesa en los pocos días que estuvo en la cárcel practicaba asiduamente spinning.

Más conflictiva fueron las estancias de Miguel Bernard (responsable del sindicato Manos Limpias) y Luis Pineda (presidente de AUSBANC), su coincidencia en Soto con personas a las que habían atacado con virulencia, especialmente Pineda, como Gerardo Díaz Ferrán y Mario Conde, generaron conflictos que acabaron con el traslado de Bernard a Navalcarnero y Luis Pineda a la prisión de Estremera, al sur de Madrid.

 La vida en prisión

El devenir de todos estos sujetos que están o han estado ingresados en las prisiones españolas es muy similar, a excepción de Cataluña que tiene un régimen particular. Todos tienen que levantarse a las 07:30 en punto de la mañana al grito de “Buenos días, todos en pie” o al toque de una estridente sirena matutina. Un recuerdo que muchos ni han olvidado ni seguramente lo harán.

Estos presos VIP no tienen diferencias aparentes al resto de los reclusos. No suele haber trato especial, salvo algunos casos en concreto, como ocurrió con el ex banquero Mario Conde, que dispuso de un régimen privilegiado durante su estancia en la prisión madrileña de Alcalá-Meco, lo que le costó el cese inmediato de su emblemático y veterano director, Jesús Calvo, que llevaba 32 años desempeñando cargos de dirección en prisiones. “Aquí todos somos un número, no hay aparentes diferencias entre nadie”, afirma un recluso.

Tras el toque de despertar, tienen que dedicarse a la limpieza de celdas. Para ello les suministran un bote de legía, otro de jabón, una fregona, escoba y cubo. El lote dura hasta que se acabe el producto o se rompa algo. También, coincidiendo con la limpieza, les dan las sábanas, que se lavan cada quince días, una semana los módulos pares y la otra los impares.

Finalizado este proceso, a las 07:50 aproximadamente, se produce el recuento en las celdas. Es un punto importante, ya que se inspecciona que todos estén incorporados, al menos sentados. En este recuento rutinario fue cuando los funcionarios, por ejemplo, se dieron cuenta del intento de suicidio de Rosario Porto, madre de Asunta Basterra, al comprobar que estaba tumbada e inmóvil en su cama.

Luis Bárcenas, está también cumpliendo condena en la cárcel de Soto del Real

 A las 08:00 bajan a la zona común del módulo donde pertenecen para el desayuno que dura unos 30 minutos. El desayuno consta de café con leche o cola-cao, barra de pan con mantequilla y mermelada y galletas, todos los días. Alguna vez a la semana, como premio les dan, Croissant. Tras finalizar el desayuno, tienen que recoger la bandeja y limpiar la mesa.

Después de desayunar parte a los talleres, escuela de formación, actividades deportivas, biblioteca lo que le asigne la Junta de Tratamiento. La asignación es rápida, conforme decida la junta, aunque lo normal es que no se le asigne nada a los preventivos. El que no tiene nada asignado suele acudir a la sala común, a jugar a las cartas principalmente. uno se apunta a lo que quiere, si no lo desea y la junta de tratamiento no se lo impone, no hacen nada, “hacen el vago”, afirma un funcionario. Estas tareas las pueden hacer en un módulo común o en los talleres o gimnasios que hay en cada módulo.

A partir de las 13:30 a la salida de sus actividades, o bien porque les dirigen los funcionarios, se trasladan al comedor de cada módulo. Hay un menú distinto cada día. La comida consta de dos platos y postre. El primer plato son legumbres, verduras, guisos, sopas o cremas. El segundo, carne (filete, pollo o hamburguesa) y, menos frecuente, el pescado. De postre, yogur, natillas o fruta, generalmente plátano, pera o naranja. Todos los centros penitenciarios tienen un dietista que es el que se encarga de diseña el menú semanal.

 De 14:00 a 16:30 vuelven a las celdas donde están en reposo, “chapaos” como se conoce en el argot carcelario. A partir de esa hora vuelven al patio o a las actividades.

De 19:30 a 20:00 llega la cena, con dos platos (más ligeros), y postre. La asignación para el menú común de todo el día es de 3,75 euros por preso, aunque hay algunos menús más caros para casos especiales como enfermería o psiquiátricos.

A las 20:00 empiezan a recogerse poco a poco, de salas y servicios comunes, que también los limpian y de 21:00 a 21:15 tienen que estar todos en la celda. Desde ese momento se produce el último recuento coincidiendo con el relevo de funcionarios. Desde entonces permanecen en sus celdas, con la obligación de no hacer ruido y no molestar a sus compañeros. Pueden tener la televisión encendida, pero a un nivel mínimo.

Estanislao Rodríguez Ponga, también condenado por las tarjetas "black, cumple condena en Soto el Real

 Pueden tener televisión propia o radio. En algunas cárceles la televisión la pone Instituciones Penitenciarias, pero en otras no. Las lleva o consigue cada preso. Las compran o traen precintadas y son revisadas por un funcionario. No pueden introducir nada que sirva como grabación.

 Sin apenas privilegios

Una celda normal en una cárcel española es de 5 a 6 metros cuadrados, con dos literas, con colchonetas, una mesa de estudio donde se pone la televisión, quien la tenga, y un baño compuesto de un retrete de hierro, un lavabo y un plato de ducha. Le acompaña un mueble de pladur siempre abierto con dos baldas, una para cada preso.

Los presos reciben en torno a 100 euros semanales de peculio. Un ingreso que se realiza desde fuera de la cárcel, mediante un depósito en correos. El dinero llega a la cárcel y una persona encargada en cada centro penitenciario se lo entrega al recluso en una tarjeta precargada para el pago de economatos. Existe primero un economato central que surte a los diferentes economatos. Se les conoce comúnmente como cantina, un despacho con barrotes en el que trabajan 3 presos. Antonio Camacho, el máximo responsable del caso Gescartera, gestionaba la de la cárcel de Aranjuez. Siempre hay al menos dos presos y en la mayoría de las ocasiones uno de apoyo.

Se despacha lo que compran, todo lo no perecedero ni cocinado. Se abre 4 veces al día. La primera después del desayuno, la segunda a media mañana, la tercera antes de comer y la última antes de la cena. Es como una tienda pequeña, pero con una buena variedad de productos: Café con leche a 20 céntimos, la cerveza sin alcohol a céntimos (no se bebe alcohol), agua a 25 céntimos y tabaco al mismo precio que los estancos.

Además, está la figura de los demanderos, personal laboral que cada cárcel tiene como mínimo uno y que pueden comprar cosas en el exterior, por ejemplo, material para ocio o talleres de los presos como libros o acuarelas y otros bienes como una televisión. Suele costar unos 200 euros y tardan aproximadamente 15 días en traerla e instalarla. Aunque también hay un mercadeo en la cárcel con las televisiones y otros enseres de los presos que salen. Eso sí, dicen los funcionarios que siempre “con factura y papeles que demuestren el traspaso de la propiedad”. Curiosamente una de las cosas que más demandan fuera es jugar a La Quiniela ya los juegos de azar.

Díaz Ferrán, ex presidente de la patronal, es uno de los VIP's que ha pasado pro Soto del Real

Lo que no pueden llevar cuando entran en prisión son productos higiénicos, salvo el lote que cada mes les da Instituciones Penitenciarias. Ese lote higiénico consta de una pasta dentífrica, dos máquinas de afeitar, un bote de gel y cuatro de papel higiénico. Sólo dan vestimenta a los reclusos si no tienen recursos. Francisco Granados, por ejemplo, en Estremera le gustaba seguir vistiendo con su ropa de marca de siempre, distinguiéndose del resto de los presos, y una de las razones por la que le llamaban “el capo”.

También tienen servicio de peluquería ejercida por los mismos presos, como le ocurre a Urdangarín en la prisión abulense de Brieva. No hay local propio, el preso o presos que llevan este servicio se pasa por los módulos cada cierto tiempo para ofrecer sus servicios. Esto es lo que tendrá que hacer ahora Ignacio González cuando quiera quitarse su conocido mechón canoso. También disponen de enfermería donde se le da un lote de medicación a los internos, lo que origina muchas veces el trapicheo dentro de las cárceles. Si hay problemas, a determinados se les obliga a tomar la medicación en la misma enfermería.

En teoría, ni Rato ni sus colegas pueden disponer, en teoría, de teléfono móvil ni de Internet, esto último salvo en la biblioteca y por orden de la dirección por claros motivos académicos. Si tienen, en cambio, derecho a 10 llamadas a la semana a números predeterminados y pueden  tener 10 teléfonos designados diferentes, siempre todo en contrato. Para llamar disponen de una cabina en la primera y otra en la segunda planta de los módulos. Cada llamada tiene una duración máxima de 5 minutos.

Respecto al calendario y horario de comunicaciones con los allegados, es de tan sólo un día a la semana, que pueden elegir y alternar ellos entre jueves, sábado y domingo, al margen de las visitas de los abogados. Los vis a vis es un máximo de 2 al mes, uno familiar y otro íntimo. Al concentrarse tanto en el tiempo se generan muchas relaciones y coincidencias. Mientras que Luis Bárcenas y Gerardo Díaz Ferrán compartían cárcel y misa en Soto del Real, el hijo del primero, Guillermo “Willy” Bárcenas, y Antón Carreño se convirtieron bajo el nombre de Taburete en un fenómeno musical en los ambientes pijos en cuyos conciertos, sin ningún pudor, le gritan: “Willy valiente, tu padre es inocente".

Al lado de estos centros penitenciarios, están los centros de inserción para los presos en tercer grado. Aquí pernoctan de 23:00 a 07:00 solo de lunes a viernes. Tienen que estar al menos 8 horas en el centro, siempre que tengan un trabajo reconocido. También hay internos que no tienen trabajo exterior y están todo el día en el CIS salvo paseos y salidas organizadas.

COMPARTIR: