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Dos mujeres sentadas en sillas de madera con respaldo alto, una con cabello oscuro y la otra con cabello claro, ambas con expresiones serias.
INVESTIGACIÓN

Así viven en prisión las asesinas de Isabel Carrasco: 'Comparten celda y sin permisos'

Será en 2029 y en 2031 cuando Triana y Montserrat podrán solicitar respectivamente la libertad condicional.

El 12 de mayo se cumplieron diez años del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, a manos de Montserrat González y Triana Martínez, madre e hija. Carrasco recibió tres disparos por la espalda que provocaron su muerte. En menos de dos días Montserrat y Triana fueron detenidas y en enero de 2016 fueron juzgadas en la  Audiencia Provincial de León.

Montserrat fue condenada a 22 años tras admitir la autoría del crimen y Triana fue condenada a 20 años de prisión como cooperadora necesaria para cometer aquel asesinato hace casi diez años. Ocho años después del juicio, Triana cumplirá las tres cuartas partes de su condena en 2029 y podrá solicitar la libertad condicional. La hija de Montserrat ingresó en la prisión de Villanubla en Valladolid, pero debido a su comportamiento fue trasladada en varias ocasiones de prisión hasta que en octubre de 2018 se estableció en el centro penitenciario de Asturias.

Mujer hablando frente a un micrófono en un evento público.
Triana Martínez. | El Cierre Digital

Fuentes penitenciarias consultadas por elcierredigital.com señalan “que Triana está clasificada actualmente en segundo grado y desde que llegó a esta prisión ha mantenido un comportamiento correcto, con la  intención de acceder a permisos penitenciarios, que hasta ahora no le han sido concedidos debido al  riesgo de fuga, su mal comportamiento previo y la inexistencia de arrepentimiento. Desde 2019 Triana tiene derecho a recibir los permisos, pero de momento no le han sido concedidos”.

Por otro lado,  Montserrat cumplirá en 2031 las tres cuartas partes de su condena, momento en el que podrá solicitar la libertad condicional. Hasta el momento no ha solicitado ningún permiso penitenciario y se encuentra junto a su hija en el centro penitenciario de Asturias, también en segundo grado. 

Su vida en prisión tras varios incidentes

Madre e hija permanecen desde octubre de 2018 en el centro penitenciario de Villabona en Asturias. Las mismas fuentes penitenciarias indican que “comparten celda en módulo de respeto. La hija trabaja en la biblioteca central del centro y la madre está en la de su módulo. Se relacionan prácticamente solo entre ellas, ya que la madre es bastante posesiva y controladora. Con el tiempo disfrutarán de permisos pero todavía no lo hacen”.

“Desde que ingresaron en esta prisión han mantenido un comportamiento correcto. Parece que son conscientes de que con el comportamiento que tuvieron en las prisiones anteriores es imposible que les concedan la libertad condicional cuando cumplan los tres cuartos de la condena. Actualmente no hay ningún hecho negativo que destacar de su comportamiento, han reducido su conflictividad”, añaden las mismas fuentes.

Fachada del Centro Penitenciario de Asturias con una bandera ondeando.
Centro penitenciario de Asturias. | Defensor del Pueblo

Tras ser condenadas, Montserrat ingresó en la prisión de Villahierro de León. Triana en el centro penitenciario de Villanubla, en Valladolid. Ambas, en sus respectivos centros, se ganaron mala fama a causa de ciertos comportamientos con funcionarios y reclusos.

En 2021 la madre acumulaba 13 sanciones y Triana un total de 23. Fuentes penitenciarias narraban que se enfrentaban e insultaban a los funcionarios. Además, tuvieron varias peleas con otras internas, rompieron mobiliario y acapararon material prohibido.

El crimen cometido por madre e hija

El 12 de mayo de 2014 Montserrat González asesinó con tres disparos por la espalda a Isabel Carrasco, a plena luz del día, cuando la presidenta de la Diputación de León se encontraba cruzando el puente que atraviesa el río Bernesga, camino de la sede del Partido Popular. Triana Martínez, hija de Montserrat, lo sabía y actuó como cómplice.

Madre e hija militaban en el Partido Popular (PP) de León; el mismo que presidía Isabel Carrasco. Triana llegó a presentarse en la lista de los 'populares' en las elecciones municipales de 2007 para el Ayuntamiento de Astorga, sin resultar elegida. La sentencia declaró probado que el crimen fue planificado por madre e hija. Como principal móvil se hablaba de la venganza por el odio que sentían hacia la víctima por haber apartado a Triana Martínez de la Diputación leonesa. 

La esposa de Pedro Martínez, inspector jefe al frente de la comisaría de Policía Nacional de Astorga, no se arrepintió del crimen y definió el asesinato de Isabel como un “acto de justicia”. El informe psiquiátrico expuesto durante el juicio fue implacable, la describía como “dominante, dogmática, con tendencia a la manipulación y escasa capacidad para empatizar fuera de su círculo familiar más íntimo”.

A su hija Triana los forenses la describieron como una mujer “muy inteligente, con un elevado concepto de sí misma”. El psiquiatra que aportó su defensa añadió que sufría una “dependencia no normal de la madre" y un "trastorno de dependencia leve de la personalidad”. Ella tiene mal carácter y lo demostró en los  continuos problemas que tuvo con otras reclusas de la cárcel de Mansilla de las Mulas. Incluso los funcionarios recibieron cartas de queja de sus compañeras, por lo que fue trasladada a la prisión de Valladolid en junio de 2016.

La vinculación de Raquel Gago con el crimen


Raquel Gago era policía local en León y amiga de Triana Martínez. La Audiencia la condenó a cinco años de cárcel por encubrir el crimen de Isabel Carrasco y guardar 24 horas el revólver con el que la mató la madre de Triana. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León primero, y el Supremo después, consideraron que era cómplice, por lo que la condenaron a 14 años a pesar de que ella siempre sostuvo que no tuvo nada que ver con el crimen. Los forenses dijeron que era una persona “fría, que controla sus emociones y conducta en general” y que “quiso retrasar la realidad pero lo hizo conscientemente”.

Tras ingresar en prisión se encargó de  separarse de Triana, la amiga por la que arruinó su vida y su carrera, pidiendo el cambio de cárcel, de Mansilla de las Mulas a Alcalá de Henares, un centro de mujeres tranquilo en el que no ha tenido ni una sanción. En octubre de 2023 se le concedió el tercer grado, lo que le permite cumplir el resto de la pena en su domicilio.

Mujer de cabello oscuro y largo con expresión seria en un entorno interior.
Raquel Gago. | El Cierre Digital

A Raquel Gago se le aplicó el artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario que posibilita que un control telemático vigile el cumplimiento de los términos establecidos, en virtud de los cuales se va fijando la hora de salida de su vivienda y se controla que de igual forma se presente en casa a la hora fijada.

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