02 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

La Asociación UO ha presentado una demanda judicial por los hechos ocurridos en octubre en un club de alterne cántabro que involucra a varios agentes

Denuncian en Cantabria al Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil por "omisión del deber"

/ Antonio Orantos, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cantabria
Tras los sucesos acontecidos en un club de alterne de Cantabria en el que se vieron involucrados varios agentes de la Guardia Civil el pasado mes de octubre, la Asociación Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional ha denunciado ante la Justicia lo ocurrido. La demanda va dirigida mayormente al Jefe de la Comandancia de Cantabria, Antonio Orantos, por un presunto delito de 'omisión del deber' tras "no actuar" ante la posible "extorsión" de uno de los agentes en este establecimiento cántabro.

Como ya anticipó la Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional (UO), con fecha de 17 de julio han quedado formalizadas dos denuncias ante el Juzgado de Guardia por los hechos ocurridos en un club de alterne de Cantabria, en los que estuvieron implicados varios guardias civiles el pasado mes de octubre. Tal y como indica la UO en un comunicado al que ha accedido elcierredigital.com, "lo acontecido en Cantabria podría ser constitutivo de delitos recogidos en el Código Penal, de los que se han hecho eco distintos medios de comunicación".

Entre ellos, estos delitos son:

Supuesto delito de extorsión cometido por un guardia civil que, en un club de alterne, tras subir a la habitación con una mujer, haciéndose valer de su condición de Guardia Civil (mostrando su tarjeta profesional) exigió que le devolviesen el dinero por no haber quedado satisfecho con los servicios recibidos.

Supuesto delito de omisión del deber de perseguir delitos, al no actuar ante el posible delito de extorsión citado en el punto anterior tras tener conocimiento, dado que los hechos figuran en la documental de una investigación ordenada por el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil.

La denuncia de la UO inicialmente se dirige contra el coronel jefe de la Comandancia de Cantabria como presunto responsable de la omisión. Si bien se pide que se extienda la responsabilidad a la delegada del gobierno en Cantabria y al teniente general mando de operaciones de la Guardia Civil si, como indica la prensa, tenían conocimiento y no actuaron, todo ello sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran derivarse de la investigación judicial.

La Asociación mayoritaria de mandos UO, con representación en el Consejo Civil, ha compartido en este mismo comunicado la denuncia presentada ante el Juzgado de Instrucción de Santander. En ella especifica que su demanda hace referencia a "hechos constitutivos de infracción criminal, entre otros extorsión –recogido en el Artículo 243– y omisión del deber de perseguir delitos".

El pasado 12 de julio de este año, llegaba a oídos de la UO la noticia de los incidentes ocurridos en un club de alterne en Cantabria en el que se veía afectado un oficial de la Guardia Civil. Por ello la Asociación emitía un comunicado para aclarar los hechos y su posición al respecto. 

Los hechos ocurridos en octubre de 2022

Los hechos ocurrieron en octubre. "Tras una celebración, varios guardias civiles se dirigieron al Club New Borgia situado en la localidad de Heras, Cantabria, local que no se dedica solo al alterne sino que también ofrece restauración. Entre el grupo de guardias civiles, grupo del que formaba parte un oficial, uno de ellos (que no era el oficial) quiso entrar vistiendo parte de un disfraz. El portero se opuso y esto generó una discusión entre los guardias civiles y el portero", relata la UO en su comunicado.

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El coronel Antonio Orantos tomando posesión de la jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil de Cantabria y con la presencia de la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones (a la derecha del todo).

"De este incidente se recibió un supuesto anónimo en una asociación profesional, y ésta lo remitió a la Comandancia de Cantabria denunciando los hechos. El Coronel Jefe de la Comandancia -Antonio Orantos- ordenó una investigación de lo ocurrido. Quienes declararon en la investigación no quisieron denunciar el hecho, ya que dijeron que no tuvo importancia. Los Guardias Civiles que fueron avisados para acudir al lugar indicaron lo mismo, que 'cuando llegaron no había ningún incidente y que nadie quiso formalizar ningún tipo de denuncia'. Ninguno hizo constar en sus papeletas de servicio la existencia de incidente. De no ser por el anónimo cursado a través de una asociación profesional, no habría pasado nada", manifiesta la Asociación.

Y continúa: "Sin embargo, el jefe de la Comandancia elevó parte disciplinario considerando que los hechos eran graves, habiéndose propuesto sanciones graves para los que pudieron haber discutido con el portero, hasta el punto desproporcionado que para el oficial se proponen dos faltas graves, con sanción de tres meses se suspensión. A juicio de esta Asociación, la propuesta de sanción es absolutamente desproporcionada, máxime cuando ni tan siquiera ha quedado acreditada la participación del oficial en la discusión, pero esto no es lo que más nos preocupa porque será defendido hasta la última instancia.

Lo verdaderamente preocupante es que, a raíz de la investigación ordenada por el Coronel Jefe de la Comandancia de Cantabria, se tiene conocimiento según las declaraciones que obran en el expediente, que el encargado del establecimiento, al preguntarle por la discusión con el portero, declaró que unos días más tarde otro grupo de guardias civiles de tráfico acudieron al local, uno de ellos subió a la habitación con una mujer, y más tarde acudió a un responsable, mostrando su tarjeta de guardia civil, para que le devolvieran el dinero por no quedar satisfecho con los servicios recibidos, procediendo a devolvérselo", explican.

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El club cántabro New Borgia.

"Este comportamiento del guardia civil podría constituir un supuesto delito de extorsión, recogido en el artículo 243: 'El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados'.

Pudiendo ser constitutivos de delito los hechos que figuran en la misma investigación que la discusión con el portero, llama la atención que el Coronel Jefe de la Comandancia solo haya promovido parte disciplinario para quienes supuestamente participaron en la discusión, y no haya actuado frente a quien su comportamiento pudo ser constitutivo de delito.

A este respecto queremos recordar el artículo 408 del Código Penal: 'La autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años', en el que podría haber incurrido el mando que tiene conocimiento de los hechos que obran en el expediente y no actúa.

A mayor gravedad, es norma que de los hechos e incidentes que pueden tener repercusión mediática, se informe a la Delegación de Gobierno correspondiente –cuya delegada es Ainoa Quiñones–, por lo que tendrá que aclarar por qué no se ha actuado. No hay que olvidar tampoco que es el Teniente General Mando de Operaciones, del que depende la Comandancia de Cantabria quien, a propuesta del Coronel de Cantabria ordena abrir expediente disciplinario y proponiendo sanciones tan graves y desproporcionadas únicamente a quienes pudieron participar en la discusión, en contraste contra la inacción frente a otras conducta que pudieran ser delictivas.

Pero no es la única conducta que obra en la investigación y queda sin sanción, pues obra también la declaración de una trabajadora del club que se dirigió a uno de los guardias civiles y, mostrando su tarjeta profesional le dijo 'soy guardia civil y no quiero trato con putas'.

La Unión de Oficiales (UO) ya ha iniciado las actuaciones legales que anunció para exigir responsabilidades ante estos hechos, un supuesto delito de extorsión así como tener conocimiento del mismo y no actuar, que pudiera implicar al Coronel Jefe de Cantabria, a la Delegada de Gobierno de Cantabria y al Mando de Operaciones de la Guardia Civil en un supuesto delito de omisión del deber de perseguir delitos.

"No podemos permitir el ensañamiento y sanción desproporcionada de hechos menores denunciados a través de un anónimo que no han sido ratificado en las declaraciones, mientras que queden impunes hechos de gravedad que obran en el expediente de investigación y que, entre otros, pueden ser delito de extorsión y omisión del deber de perseguir delitos", alegan desde la Asociación UO.

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