Un cargo público impide la entrada en el tanatorio a la familia de un fallecido porque esperaba la llegada de su difunto

Durante el pasado 7 de agosto, las personas que iban a despedir a Armando Rodríguez, un ciudadano originario de Villa de Agüimes, municipio de Gran Canaria, vivieron una situación de lo más surrealista, que provocó su indignación. El lugar indicado para darle el último adiós al fallecido era el tanatorio municipal que, sorprendentemente, se encontraba cerrado en el momento en el que debía acoger esta despedida y provocó que, tanto amigos como familiares tuvieran que esperar hasta tres horas con el cuerpo presente en la calle.

El hecho que llama aún más la atención es que el tanatorio no se encontraba vacío sino en pleno funcionamiento pero, por alguna razón, ni los familiares del fallecido ni la empresa funeraria lograban que les abrieran las puertas para realizar un acto que estaba programado.

Fueron muchas las llamadas telefónicas y las pesquisas que estas personas realizaron mientras el cuerpo de su ser querido se encontraba en la calle, con el fin de averiguar el porqué de que los operarios no pudieran abrirles las puertas ya que solo existía un juego de llaves que, al parecer, se encontraba en posesión de una oficial de la Policía Local, que estaba esperando la llegada de un ser querido que se encontraba en sus últimas horas de vida y, pese a que la familia de Armando tenía derecho a utilizar las instalaciones, decidió no ir a abrir la puerta para evitar que coincidieran los dos difuntos y sobrepasar los límites de aforo del tanatorio.

Tanatorio Municipal de Agüimes.

La oficial de la Policía Local, se trataría de Luisa González Alemán, a la que une una estrecha relación con Antonio Morales, ex alcalde del municipio y actual presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, hombre fuerte del partido parlamentario Nueva Canarias. Cabe señalar que Luisa González no goza de ningún tipo de competencia institucional en materia de cementerios y velatorios, por lo que la pregunta que se hacen los familiares damnificados por el suceso, y a la que todavía no han recibido respuesta, es por qué el único juego de llaves del tanatorio cayó en sus manos.

Luisa González y Antonio Morales. 

Tras tres horas intentado que les abrieran las puertas, los familiares del fallecido y la funeraria tuvieron que desistir y se vieron obligados a trasladarse a otro tanatorio en el que, finalmente, pudieron despedir a su ser querido de la forma que merecía, aunque aseguran que la indignación y el dolor por el injusto trato recibido quedará siempre en su memoria.

La hija del fallecido explicó en sus redes sociales la “indignación” que, tanto ella como su familia, sienten por lo sucedido. Según sus declaraciones, la mujer que tenía las llaves del tanatorio “guardadas en su casa” se “saltó el protocolo por tener un cargo” y que no tuvo ni “respeto” ni “dignidad”. Finaliza declarando que, a pesar de todo, su padre tuvo “un entierro digno como él se merecía”.

Policía Local de Agüimes.

Algunas personas de la zona relacionan casos de este tipo con la peculiaridad política de este municipio que, desde hace más de 40 años, está gobernado por el partido nacionalista Roque Aguayro, una situación que, para ellos, favorece que estas situaciones tan sorprendentes ocurran.  Hasta la fecha, ni el Ayuntamiento de Agüimes ni las  autoridades públicas del municipio se han pronunciado acerca de los hechos pese a los intentos de contacto que ha realizado Elcierredigital.com.