13 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El boliviano Jorge Roca Suárez era uno de los proveedores de pasta base de cocaína para el Cártel de Medellín

No hay jubilación para el narco: "Techo de Paja", socio de Pablo Escobar, vuelve a ser detenido

Jorge Roca
Jorge Roca
En la ley de la mafia prácticamente no existe el retiro voluntario. La gran mayoría de narcotraficantes mueren muy jóvenes y los que aún siguen vivos, que generalmente han pasado muchos años en la cárcel, pueden dar un paso al costado, pero nunca van a poder dejar la organización. Muchos de los grandes narcotraficantes, tras pasar largas estancias en prisión, al salir vuelven a sus cárteles e intentan ocupar de nuevo su puesto de grandes capos.

 

Un claro ejemplo de esto es el caso de Jorge Roca, más conocido como “Techo de Paja”, quien anteriormente fue uno de los grandes proveedores del Cartel de Medellín que lideraba Pablo Escobar.

'Techo de Paja' fue arrestado en Lima el 9 de marzo, durante una operación conjunta con agentes estadounidenses, colombianos y peruanos. A Roca, tras pasar 27 años en una cárcel de alta seguridad de California y varios meses en una prisión de Bolivia, de la que se fugó, se le daba por jubilado, pero sin embargo reorganizó su cártel y se dedicó a sacar cocaína de primer nivel de los laboratorios de Santa Cruz de la Sierra hacia Estados Unidos, pasando por Brasil, Venezuela y México.

Roca es sobrino de Roberto Suárez Gómez, “el rey de la cocaína” de Bolivia, que se hizo famoso al ofrecer pagar la deuda externa de su país a cambio de impunidad. Sus primeros pasos en el mundo del narcotráfico los dio trabajando para la organización desde Los Ángeles: Él tenía un negocio de coches usados mientras que por detrás distribuía la cocaína que le mandaba su tío y el clan de "Los Pepes". El dinero que blanqueaba en California lo fue invirtiendo en su tierra natal del Beni, donde llegó a tener varios establecimientos ganaderos, un club de hípica, una cadena de supermercados y una enorme mansión en Santa Cruz de la Sierra. Al mismo tiempo, fue creando otro imperio en Estados Unidos, de grandes mansiones y coches de lujo, llegando a acumular unos 70 millones de dólares en esa época.

El socio boliviano de Pablo Escobar Gaviria quedó libre tras 28 años en  prisión

Techo de Paja junto a Pablo Escobar.

El 16 de diciembre de 1990, Jorge Roca Suárez y su esposa Cecilia fueron detenidos después de una redada de la DEA en su casa de San Marino, California. Fue acusado de más de 30 cargos relacionados con el narcotráfico y condenado a 30 años de prisión. Además, su hermana, Beatriz Asunta “Chunty” Roca, y su mujer recibieron una sentencia de cinco años por blanqueo de dinero. En abril de 2018, le otorgaron la libertad anticipada y Suárez regresó a Bolivia, pero nada más bajar del avión en La Paz fue detenido de nuevo para cumplir una vieja sentencia de 15 años de prisión. Nueve meses más tarde, Suárez recibió un permiso de diez días bajo supervisión policial para acudir a una clínica por una dolencia no especificada, que aprovechó para  escaparse el 8 de diciembre de 2018, fecha en la que desapareció hasta que fue detenido el mes pasado en Lima.

Arturo Arango, consultor en seguridad, aseguró que “es muy difícil pensar en un retiro desde el punto de vista tradicional. La delincuencia organizada tiene mecanismos de control sobre sus propios miembros, y cuando alguien quiere salirse se les mueve el tapete a todos los demás. Imagínense el retiro de un capo que sabe todo de todos. Quien fuera su sucesor lo que haría sería intentar matarlo”.

Según la DEA, la agencia estadounidense que combate el narcotráfico, están aumentando los ejemplos de viejos capos que regresan a sus países e intentan retomar el poder en sus organizaciones.

Caro Quintero

Otro caso  muy popular es el de Rafael Caro Quintero, un mítico capo que en los años setenta fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara. Su hermano Miguel lideró otro cártel, el de Sonora. Se lo considera un “capo de todos los capos” y fue quien ordenó el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena y del escritor John Clay Walker. El FBI mantiene una recompensa de 20 millones de dólares por su cabeza.

Recompensa de $ 20 millones a quien entregue a Caro Quintero,

Rafael Caro Quintero.

En 1985 fue apresado en Costa Rica y pasó por varias cárceles mexicanas hasta ser liberado en 2013. Desde entonces se cree que está en las sierras de Sinaloa bajo la seguridad del cártel que lideran “el Chapo” Guzmán y “el Mayo” Zambada. En el mundo narco mexicano se lo venera y respeta, por lo que sigue recibiendo dividendos de la venta de cocaína de parte de varios capos que lo consultan permanentemente.

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