12 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El último ha sido Bilal Jfita, condenado en Getafe a cinco años y medio de cárcel por incitar a cometer "actos de extrema violencia" a sus seguidores

Aumentan en nuestro país los perfiles de imanes acusados de adoctrinamiento terrorista

Operación policial contra el yihadismo.  Policía Nacional
Operación policial contra el yihadismo. Policía Nacional
Aumenta en España el número de imanes acusados por cometer delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo. En Ripoll, el imán fue considerado líder de la trama yihadista que acabó con la vida de 15 personas en Cataluña. En Melilla fue detenido otro imán por captar “soldados de Alá". Ahora, la Audiencia Nacional condena a cinco años de cárcel al imán de Getafe, al considerar que incitaba a cometer "actos de extrema violencia" mientras desarrollaba sus funciones en la mezquita.

La Audiencia Nacional ha condenado a cinco años y medio de cárcel al imán de la mezquita de Getafe (Madrid) por delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo yihadista.

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Imán Getafe.

El imán usaba las redes sociales y otras plataformas de mensajería para incitar a realizar "actos de extrema violencia y carácter terrorista", después que él se hubiera autocapacitado para llevarlos a cabo él mismo. Según ha indicado la Audiencia Nacional, Bilal Jfita suponía "un grave peligro concreto y cierto de la realización por sí mismo y por terceros de acciones terroristas".

Conducta dilectiva

El imán, a la vez que incitaba a llevar a cabo actos de extrema violencia, cumplía sus funciones de imán en la mezquita Allstikama de Getafe y realizaba su trabajo como profesor de la madrasa. Incluso llegó a  “contactar con el entorno yihadista a través de las redes sociales en las instalaciones de la mezquita" Por ello, los magistrados han concluido este miércoles, en que "Bilal Jfita, a través de internet y adoptando medidas de seguridad, accedió a documentación, vídeos, fotografías y audios, elaborados por organizaciones terroristas, para capacitar a los destinatarios en los principios y fundamentos de estas organizaciones y proporcionar formación necesaria para la comisión de atentados".

Adoctrinaba a otras personas

Bilal Jfita, aprovechando su posición de imán, se formaba a sí mismo para adoctrinar a otras personas en la mezquita de Getafe. Según ha informado la Audiencia Nacional, el objetivo de este imán era "capacitarse a sí mismo con esta formación, y también difundirla a terceros para que pudiesen acceder a esa instrucción, con la intención de prepararse para unirse de manera efectiva a los combatientes de la yihad radical en sus acciones violentas, y para incitar a otros a hacer lo mismo".

Una investigación que, según ha informado la Sección tercera de la Sala de lo Penal, se inició cuando Jfita se puso en contacto con Noussa El Morabit, excombatiene de Daesh y Al Nusra, que fue detenido por orden internacional de Marruecos.

Tras el análisis exhaustivo del material encontrado en el registro de la vivienda del imán, se ha sabido que el acusado participaba activamente en 41 grupos de WhatsApp y Telegram de temática yihadista y que almacenaba numeroso material de contenido violento. De los cuatro teléfonos móviles que se encontraron, uno de ellos acumulaba 150 vídeos con imágenes de muertes, ejecuciones y asesinatos con acciones violentas que intercambiaba con terceros, para lo cual adoptaba diversas medidas de seguridad.

Otro imán detenido en Melilla

A finales de 2022, un imán fue detenido en Melilla por captar “soldados de Alá” en la mezquita blanca de La Cañada. Este líder religioso daba mensajes yihadistas en el sermón (‘jutba’) de los viernes para difundir mensajes contra occidente, los judíos o los homosexuales.

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Detención en Melilla.

Fue acusado de encabezar una célula desarticulada que se movía entre España y Marruecos. Un grupo organizado que distribuía propaganda radical incluso a menores de edad. El grupo estaba formado por once personas, de las que 10 fueron detenidas en Melilla y una en Granada. Según el auto judicial, cada uno de los miembros investigados tenía una función y un rol, tanto en el mundo analógico como en el virtual.

El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty

Los días 17 y 18 de agosto de 2017 una célula yihadista acabó con la vida de 16 personas en las Ramblas de Barcelona y en el puerto catalán de Cambrils. Ese día, una furgoneta conducida por un joven de 22 años ejecutó un atropello masivo de 123 personas en las Ramblas de Barcelona. En la madrugada siguiente, cinco hombres de la misma célula atropellaron y apuñalaron a varios ciudadanos en Cambrils.

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Imán de Ripoll.

Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll,  fue acusado de reclutar y adoctrinar al grupo de jóvenes que atentaron en Cataluña. La Fiscalía destacó en su informe final que el imán de Ripoll era el “líder” de la célula y que transmitió “el ideario terrible del Estado Islámico” a sus integrantes.

En julio de 2022 la Audiencia Nacional ratificó los aspectos más relevantes de la sentencia que emitieron en mayo de 2021. Algunas de las penas fueron rebajadas. En esta sentencia fueron condenados Mohammed Houli Chemlal, a 43 años de prisión; Driss Oukabir, a 36 años por ser el encargado del alquiler de la furgoneta; y Said Ben Iazza, a 8 años por colaboración terrorista, ya que prestó su documentación y una furgoneta, usada para transportar los explosivos. Younes Abouyaaqoub, conductor de la furgoneta en el momento de la masacre, murió el 21 de agosto de ese mismo año tras ser abatido por la policía.

A los dos primeros, la sentencia les atribuyó delitos de pertenencia a organización terrorista; tenencia, depósito así como fabricación de sustancia o aparatos explosivos e inflamables de carácter terrorista, y estragos en tentativa de carácter terrorista en concurso con 29 delitos de lesiones por imprudencia grave.

La representante del Ministerio Público aseguró que Es Satty era “el líder” de la célula que cometió los atentados y “la persona que transmitió el ideario terrible del Estado Islámico a los jóvenes de Ripoll” que terminarían integrando ese grupo terrorista. Algunos testigos aseguraron que lo seguían porque era el imán”. Además, según ellos, “el imán tenía una fijación con la historia del Al Andalus”.

El imán Abdelbaki Es-Satty, supuesto organizador de los atentados, falleció el 16 de agosto de 2017 cuando tuvo lugar una explosión fortuita en la casa donde se preparaban los explosivos.

Esto cambió repentinamente los planes de la célula, que olvidó los objetivos principales y al día siguiente improvisó los terribles ataques de La Rambla de Barcelona y de Cambrils.

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