19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El Estado español conserva aún documentos clasificados sobre una cesión al Reino Alauita de la explotación de las aguas territoriales del archipiélago

'Operación Canarias': El pacto del Rey Juan Carlos I con Marruecos para acceder al trono

Exclusiva El Rey Juan Carlos I y Hassan II.
El Rey Juan Carlos I y Hassan II.
El Rey emérito Juan Carlos I barajó entregar Ceuta y Melilla a Marruecos. Así lo demuestra un informe de la CIA fechado el 6 de noviembre de 1975 –el día del comienzo de la Marcha Verde– y desclasificado hace unos años por el servicio de inteligencia de Estados Unidos. El conocido como ‘cable diplomático’ recoge el acuerdo entre España y Hassan II.

¿Por qué aún no se han desclasificado los documentos que custodia el Estado español sobre la ‘Operación de cesión de las aguas territoriales canarias’ con la inclusión de la explotación de sus riquezas en beneficio de Marruecos, como contraprestación, para que Juan Carlos I accediera el trono de España?  

A través de un trabajo de periodismo de investigación consultando fuentes de Inteligencia, desvelamos en exclusiva, la existencia de una operación, que el Estado todavía no ha "desclasificado", en la que se acordó el reinado del Rey Juan Carlos I para la transición democrática, a cambio de la cesión del control de las aguas territoriales de Canarias para que Marruecos, posteriormente, obtuviera la explotación de los recursos del archipiélago.

En una operación con la CIA, no solamente se pactó el abandono del Sáhara Occidental por parte de España, sino la cesión con el tiempo, de Ceuta y Melilla.  

Un hecho que ya quedó demostrado por la desclasificación de ciertos archivos por parte de la administración de Estados Unidos en 2014. De hecho, el Rey Juan Carlos I  "consideraba que Melilla se podría ceder a Marruecos en un plazo relativamente corto de tiempo porque allí sólo vivían 10.000 españoles", asegura el telegrama secreto enviado por la misión diplomática americana en Madrid al Departamento de Estado, el conocido como 'cable diplomático'. Respecto a Ceuta, el monarca admitía que sería más complicado ceder por completo la ciudad de Ceuta a Marruecos, donde por aquel entonces vivían 60.000 españoles, por lo que entendía que "quizás la mejor solución" sería un estatuto similar al que tuvo Tánger en su día, cuya administración la ejerció una comisión de varios países europeos.

Incluso se barajó la posibilidad de acceder en un futuro a Lanzarote y Fuerteventura, a escasas millas de las costas marroquíes, así como la cesión de la explotación de las aguas territoriales canarias para comerciar con el telurio, petróleo, gas y la pesca pertenecientes a España’, indican expertos en geopolítica.

"En ausencia de una solución, (el rey) temía la posibilidad de otra 'Marcha Verde' que podría crear problemas serios", añade el cable diplomático. Cabe recordar que en 1975, Juan Carlos pactó en secreto con Hassan II que la avanzadilla de la gigantesca Marcha Verde, con la que Marruecos se adueñó del Sáhara Occidental, pudiera entrar en la última colonia española.

Planes del Rey Mohamed VI

Tras estas "cesiones", el transcurso del tiempo anuncia en la actualidad que la hora de la expansión comercial y turística de Marruecos ha llegado, tal como se planificó, y además, se deduce de diferentes vídeos promocionales emitidos por este país, ante la mirada conocedora de la Unión Europea, de los planes del monarca alauita, el Rey Mohamed VI, quien lidera un proyecto económico a nivel mundial, según indican expertos en geoestrategia.

En contraposición a la crisis europea a consecuencia de la pandemia, "esta expansión del reino alauita, en consonancia con Estados Unidos, será a "costa del sacrificio de las Islas Canarias", a través de un mapa estratégico geopolítico, diseñado con anterioridad, en los tiempos de la transición democrática en España. Sin esta operación, en la que se produjo "un intercambio de intereses políticos internacionales" en la década de los años 70, hubiera sido prácticamente "imposible" que el Rey Emérito Juan Carlos I hubiese alcanzado el trono de España", relatan fuentes consultadas de Inteligencia.      

Hemos tenido acceso a fuentes vinculadas al Ministerio de Defensa que explican cómo se gestó "la cesión de las aguas territoriales de Canarias, para que en estos tiempos, Marruecos se vinculara a su explotación económica". 

En una operación supuestamente orquestada por la CIA para la cesión del Sáhara Occidental por parte de España, dejando abandonado al pueblo saharahui realmente, el proceso de interrupción de descolonización de estos territorios, la Marcha Verde, -iniciada el 6 de noviembre de 1975-, fue un "paripé" que fundamentalmente pertenecía a un plan mucho más ambicioso, en el que Marruecos se beneficiaría en el futuro de un 'tratado' sellado con España. Según estas fuentes, el Gobierno español aún no ha desclasificado 'la Operación de las Islas Canarias', aunque Estados Unidos sí ha desclasificado la información referente a la situación de Ceuta y Melilla, recogida en una conversación de más de 90 minutos que el Rey Juan Carlos I mantuvo en 1979 con el senador y el embajador de Estados Unidos en España, Terence Todman

Operación del Rey Juan Carlos I

"Al Rey Emérito, le dieron la hoja de ruta a seguir para encauzar el cambio en España, una hoja bien trazada desde los Servicios de Inteligencia, proceso en el que Juan Carlos I no tenía más remedio, si quería reinar, que aceptar las condiciones que se le exigieron antes de aceptar la Corona de España". En este "tratado, esgrimido entre España y Marruecos, previo a la transición democrática, no sólo se gestó la cesión del Sáhara Occidental con la consiguiente posibilidad de explotación de los fosfatos, oro y petróleo de este territorio por parte de Marruecos, pendiente aún de una anexión territorial en relación a la celebración de un referéndum pospuesto durante décadas, pero exigido por el pueblo saharahui ante la ONU en su lucha por su autodeterminación", aclaran expertos en Inteligencia.

El Rey Juan Carlos I. 

En este 'mapa económico' hispano-marroquí también "se incluía la cesión de Ceuta y Melilla a Marruecos, incluso con la posibilidad de acceder en un futuro a Lanzarote y Fuerteventura, a escasas millas de las costas marroquíes, así como la cesión de la explotación de las aguas territoriales canarias para comerciar con el telurio, petróleo, gas y la pesca pertenecientes a España", indican expertos en geopolítica.

"Este pacto, que se podría materializar en los próximos años, durante el desarrollo de la Agenda 2030, a su vez está vinculado con la presión de la inmigración irregular marroquí ejercida hacia Canarias, y por otra parte, con una llamada 'invasión silenciosa' que introduzca migrantes en la sociedad canaria paulatinamente, para insertar mano de obra magrebí en las Islas y así completar sus planes económicos Marruecos, bajo la apariencia de legalidad con la supuesta creación de empresas desde el archipiélago, pero con el objetivo de controlar política y territorialmente el Norte de África, a expensas del desarrollo de las islas", señalan estas fuentes conocedoras de los planes marroquíes hacia el archipiélago canario.

Suárez no quiso ceder las Canarias

Durante el franquismo, aunque España tuvo conocimiento en los años 60 del potencial energético del Sáhara Occidental, no contaba con infraestructuras suficientes para la explotación de los fosfatos y el resto de recursos naturales en esta área. Este fue uno de los factores, la soledad como grave dificultad, para la falta de expansión industrial española en el territorio saharaui.

Y en otro aspecto, el otro factor determinante venía movilizado por los consabidos planes que se estaban gestando para preparar a Juan Carlos I en aras de una monarquía parlamentaria.

Llegado el momento, abierto el proceso de la cesión de la presencia española en el Norte de África en beneficio de la soberanía marroquí en 1975 para seguir, 'una hoja de ruta marcada por la CIA', el expresidente Adolfo Suárez, al parecer, cuando tuvo conocimiento de la posible cesión de las aguas territoriales canarias por parte del Estado español para que Marruecos se convirtiese en el principal valedor de sus recursos en el futuro, "se opuso tajantemente", pues en su modelo de Estado Suárez no albergaba el abandono de Canariasni del potencial español en África, mientras que otros políticos apostaban por "la incursión de España en la Unión Europea como objetivo prioritario, postergando la presencia africana", subrayan fuentes conocedoras de este proceso político.

Según relatan estas fuentes, durante la ‘intrahistoria’ de esta cesión, el ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo sería el 'firmante político' de estas concesiones a largo plazo para Marruecos, con la connivencia política de Felipe González, al parecer, junto a la burguesía catalana y los nacionalistas vascos, que "no se opusieron a la cesión de las aguas territoriales canarias", mientras que Manuel Fraga, ex ministro de Gobernación, se negó a secundar la entrega del potencial canario a los marroquíes.

La historia política española contada a través de fuentes de Inteligencia, matiza que "cuando se produce el traspaso de poderes entre presidentes en nuestro país se entregan entre ellos, las llaves de una caja fuerte con los Secretos de Estado. Sin embargo, cuando Adolfo Suárez tomó la presidencia encontró esta caja vacía de documentación clasificada, mientras que, muy al contrario, cuando Felipe González juró su cargo como presidente la documentación aún sin desclasificar volvió a aparecer, papeles que no han dejado de proliferar durante todos los mandatos presidenciales".

En relación a 'La operación de Canarias', las fuentes consultadas de Inteligencia sostienen que "existen documentos de origen 'clasificado', o custodiados como 'Secretos de Estado', que aún no han visto la luz, son papeles que recogen las actuaciones de España en el Sáhara Occidental y en Canarias, incluso la proyección de ONGs respecto a la inmigración irregular con planes pre-diseñados unos cuantos años atrás".

El Estado custodiaría documentos, aún por desclasificar, sobre la cesión de las aguas territoriales de Canarias por parte de España al Rey de Marruecos Hasán II, monarca que trazó la ruta política de su sucesor, el actual Rey Mohamed VI, quien promueve su cumplimiento de cara a la Agenda 2030, bajo el gobierno de Pedro Sánchez, según explican estas fuentes, que también inciden en la importante presencia de alrededor de 3.000 agentes y colaboradores del Servicio de Inteligencia de Marruecos afincados en España, y por tanto, informando al gobierno marroquí constantemente

Marruecos quiere controlar el norte de África

En los planes de expansión del Rey de Marruecos Mohamed VI, no figura una "implantación territorial en Canarias ejerciendo presión militar hostil hacia el archipiélago, sino un mecanismo 'socializador' a través de la inmigración regular o irregular, para crear la 'normalización' del fenómeno migratorio hacia las Islas, el asentamiento de los marroquíes de una manera 'pacífica' en la sociedad canaria, con el objetivo de implantar la economía marroquí en el Norte de África, y por ende, ostentar el control político y geoestratégico", manifiestan fuentes del Ministerio de Defensa, que también reconocen "la presión del gobierno marroquí hacia el gobierno español a través de las pateras".

"A Marruecos, no le interesa el territorio como tal de las Islas Canarias, sino los recursos de sus aguas territoriales para su explotación, así como el control de los puertos canarios para la derivación del tráfico de mercancías y el turismo a nivel internacional hacia las costas marroquíes, -como el área de Dajla-, para lo que el reino alauita tiene previsto todo un plan de expansión económica e inversiones", señalan.

Pero tristemente, en el desarrollo de estos planes, "importantes inversores españoles han dejado pasar oportunidades de acuerdos de corte hispano-marroquí muy sustanciosos, para apostar por convenios económicos con Europa, en detrimento de la presencia española en el Norte de África", aseveran.

De esta manera, en cierta forma "Canarias podría ser sacrificada en pos de la expansión de Marruecos, al acaparar los marroquíes el control del turismo, la pesca, el telurio y el petróleo de esta zona y convertirse en la puerta mundial del Norte de África respecto del resto de superpotencias", estiman expertos en geopolítica consultados.

Finalmente, apuntan "al cumplimiento del plan de cesión de las aguas territoriales canarias suscrito en décadas anteriores, pero que ahora Marruecos intenta ejecutar, se quiere cobrar el pacto, usando como medida de presión la crisis de las pateras".

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