La Ruta del Vino de Jumilla: buen vino, rica gastronomía, monumentos y pasión de Semana Santa

Murcia es principalmente famosa por su huerta y sus playas, también por sus balnearios que en los últimos años han permitido florecer a numerosos spas y hoteles que han convertido  a la Comunidad de Murcia en  un destino turístico de primera línea. Ahora, los vinos de Murcia son un descubrimiento para muchos, y sus bodegas no lo son menos así como sus rutas de vino y su oferta enoturística, todavía bastante desconocida para la mayoría.  

El vino de Jumilla y las rutas que ofrece esta Denominación de Origen, un gran plan para Semana Santa.

La ruta Jumilla – Yecla – Pinoso – Jumilla, con una distancia de unos 80 km,  ofrece bodegas impresionantes  y un paisaje de gran belleza y con una elevada densidad de viñedos, entres los que destaca la variedad Monastrell, una uva con personalidad, que produce   vinos poderosos y sabrosos.  Muchas   bodegas situadas antes en la ciudad se han trasladado a las afueras, bien por culpa de las inmobiliarias, bien por  la comodidad de trabajar a pie de viña, construyendo hermosos edificios tipo Chateau rodeados por mares de viñas haciéndolas más atractivas para el turismo.

Yecla

Yecla tiene una décima parte del viñedo de la DO Jumilla, además de su propia Denominación de Origen: D.O. Yecla. El Monte Arabí, donde además de una hermosa vista, podremos encontrar una cueva con pinturas rupestres resulta muy interesante. A las afueras de la ciudad se puede visitar alguna bodega, con un restaurante de buena carta y diseño. Pero antes de irnos, es casi obligado visitar el Castillo de Yecla. Tanto Yecla como Jumilla son un buen reflejo de la Murcia de interior, menos conocida que las costas, hoteles y balnearios lujosos de Murcia.

Viñedo de Yecla, dentro de la Ruta del vino Jumilla.

Pinoso

Saliendo ya con la ruta de la Región de Murcia, llegamos a Pinoso, que pertenece a Alicante y ya no a Murcia. Está situado a altura media, muy cercano a la Sierra del Reclot (de 1.043 m de altura máxima. Pinoso tiene una gran riqueza de parajes naturales, como por ejemplo, los bosques de la Sierra de Salinas y del Reclot. No es un destino enoturístico muy importante pero sí posee gran atractivo para hacer turismo rural por lo que completa la Ruta de Jumilla.  

Esta Ruta de Jumilla quedará perfectamente consagrada con la degustación de tapeo típico y la gastronomía tradicional en los mejores restaurantes mientras se vive el ambiente de la calle.

Además, La Semana Santa de Jumilla, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, añade interés especial a esta ruta enoturística. La fiesta religiosa de Jumilla se origina a finales del siglo XVI. Sus procesiones y sus gentes conservan el espíritu medieval con el que nacieron. Mezclan a la perfección la sobriedad con la espectacularidad. La procesión más conocida es la del Calvario, el Viernes Santo por la mañana. Procesión que tiene su origen a principios del siglo XVII. El Auto Sacramental de “El Prendimiento”, es la obra teatral en la que se escenifican las tentaciones de Jesús, la traición de Judas y el Prendimiento de Jesús en la tarde de Mantillas de Jueves Santo. Los desfiles de Armaos con la danza del caracol  en la mañana del Domingo de Resurrección.

Y más momentos para un buen vino  

Durante la mañana del sábado anterior al Domingo de Ramos, en el Jardín del Rey D. Pedro tiene lugar la Miniferia del Vino, una muestra de vinos de las bodegas de la D.O. Jumilla. Este evento se convierte en el punto de encuentro para los que quieren conocer más sobre los vinos de las bodegas participantes.

El castillo de Jumilla, una maravilla histórica y monumental de la Región de Murcia. 

Ruta monumental

La Iglesia de Santiago, declarada monumento nacional desde junio de 1931  por la belleza histórica de sus líneas y obras de imaginería, además de por ser considerada el primer templo de gran cúpula sobre crucero construido en la Diócesis de Cartagena, es de obligada visita. Comenzó a construirse en el 1447 en estilo gótico del que se conserva la nave central y capillas laterales y el retablo construido en 1583 dedicado a Santiago Apóstol.  Otro monumento que no podemos ignorar el  Castillo, cuyas murallas guardan una larga historia íbera, romana y musulmana. En 1461, el Marqués de Villena levantó la fortaleza como hoy la conocemos. Si aún hay fuerzas, visitar el Museo Jerónimo Molina con importantes colecciones de restos íberos, fósiles, ciencias naturales y esparto es una buena opción.