29 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

¿Cómo saber si un negocio es rentable?

Hacer realidad un proyecto de negocio conlleva varios desafíos, siendo uno de los más importantes para la mayoría de los emprendedores, lograr rentabilidad. Por esta razón, realizar un análisis exhaustivo de la viabilidad del negocio es esencial para estimar el beneficio de las operaciones comerciales o productivas, dependiendo de la naturaleza de la idea de negocio. De esta forma se puede realizar una previsión de la rentabilidad del negocio y recuperar, al menos, la inversión inicial.

En los casos de las empresas que tienen un recorrido en el tiempo realizando actividades comerciales, igualmente es necesario evaluar la rentabilidad del negocio periódicamente. La rentabilidad puede variar debido a cambios en el mercado, en las ventas o por el nivel de gastos e inversiones en los que incurre la empresa.

Conocer una serie de conceptos básicos, que determinen si un negocio es rentable o no, es imprescindible para mantener la empresa con vida , mantenerse o seguir creciendo. Asimismo, es clave conocer todos los aspectos que afectan a la rentabilidad de un negocio y saber cómo mejorarlos.

¿Qué es la rentabilidad y cómo se calcula?

En palabras sencillas, la rentabilidad es la capacidad que tiene una empresa para generar ganancias superiores a sus gastos o un negocio es rentable cuando los ingresos son mayores que los gastos. Esta diferencia entre ambas cifras debe ser suficiente para generar un beneficio, ya que el valor de éste determina la rentabilidad de la empresa.

Una definición más exacta de la rentabilidad es el indicador que mide la relación entre el beneficio que se obtiene de los ingresos comerciales y la inversión realizada en recursos para obtener ingresos.

Indicadores de rentabilidad

A continuación, veremos algunos indicadores para evaluar la rentabilidad de una empresa o negocio y cómo se realiza su cálculo, teniendo en cuenta factores como los activos, las ventas o la inversión.

ROI

Uno de los ratios más utilizados en el cálculo de la rentabilidad sobre la inversión es el ROI, acrónimo de Return On Investment. Se calcula dividiendo el beneficio neto entre la inversión, y multiplicamos por 100 para obtener un porcentaje. Por inversión, en este caso, se entiende aquella cifra que corresponda a los recursos permanentes de la empresa, es decir la suma de los recursos propios, el patrimonio neto y la deuda a largo plazo. 

Un ROI  alto significa que la empresa  obtiene un margen alto sobre las ventas y es eficiente en el uso de sus activos. No desperdicia, por ejemplo, el espacio dedicado a las actividades comerciales, aprovechando cada metro para generar ingresos.

ROE

ROE corresponde a las iniciales en inglés de “Return on Equity”. Para calcular el ROE dividimos el beneficio neto entre los recursos propios. El porcentaje resultante al multiplicar la cifra obtenida por 100, indica la rentabilidad del dinero invertido por los accionistas.

ROA

El ROA se refiere al cálculo de la rentabilidad sobre los activos y también es conocido como rentabilidad económica. ROA significa en inglés “Return on Assets” y evalúa la rentabilidad sobre los activos de la empresa. En este caso, no se tiene en cuenta cómo se financia el activo o si la empresa tiene mucha o poca deuda, es decir, los recursos pueden ser propios o de terceros.

La fórmula para calcular el ROA se expresa dividiendo el beneficio neto entre el activo total. El resultado se multiplica por 100 para obtener un porcentaje que nos permite comparar, por ejemplo, dos empresas desde la perspectiva de su desempeño a nivel operativo en un determinado periodo de tiempo.

Rentabilidad sobre ventas

En este caso se relaciona la rentabilidad de la empresa en base a las ventas o capacidad de realizar operaciones. Para ello, se pueden emplear varios ratios financieros según la información que necesitemos obtener:

  • El Margen de contribución nos informa sobre la política de precios de una empresa. Es decir, informa de las ganancias sobre una venta, pero solo se refiere al porcentaje de dinero generado descontado los costes variables o costes de la materia prima. El porcentaje de margen sobre ventas se calcula dividiendo el margen bruto (precio de venta menos coste variable) entre el total del dinero generado por las ventas y multiplicando la cifra resultante por 100.  Esta cifra es adecuada sólo para comparar la rentabilidad de las operaciones de empresas del mismo sector. El motivo es por la diferencia que existe entre el margen de contribución de una compañía tecnológica frente al margen de contribución de un negocio del sector de la alimentación. También es importante señalar que esta cifra no corresponde a lo que gana una empresa, expresión que suele usarse en el leguaje común. De esta cantidad hay que restar los gastos de la empresa.
  • ROS o Rentabilidad sobre Ventas, en Inglés "Return on Sales", es el ratio que se obtiene al dividir el beneficio neto entre la venta. La cifra obtenida se multiplica por 100 y este resultado nos indica de la rentabilidad de las operaciones de la empresa, pudiendo comparar el nivel de rentabilidad de dos empresas, aunque tuvieran      distintos niveles de endeudamiento.

5 Estrategias claves para aumentar la rentabilidad de un negocio

Existen algunas posibilidades de incrementar la rentabilidad de cualquier negocio, como se explica a continuación:

1. Productividad

En la productividad entran en juego varios factores, destacando especialmente el número de empleados, el dinero invertido en maquinaria y tecnología, la calidad y las habilidades innovadoras de la fuerza laboral.  Por tanto,  medir la productividad de los empleados  es una de las claves para evaluar la rentabilidad de un negocio. Si podemos aumentar la producción o el número de ventas sin aumentar los gastos, la rentabilidad del negocio crecerá. Establecer gratificaciones o comisiones para estimular a los empleados y ganar en eficiencia son medidas muy recomendables.

2. Inversión 

Disminuir la intensidad de la inversión manteniendo la actividad de la empresa es una estrategia conveniente para mantener o incrementar la rentabilidad de un negocio. En otras palabras, se trata de realizar el mismo volumen de negocio con menos inversión. Por ejemplo, si reducimos la inversión, no es necesario solicitar un préstamo. De esta forma, disminuimos los costes financieros al ahorrarnos dinero al tener menos deudas. Como consecuencia,el beneficio aumentará y por tanto, también el negocio será más rentable.

3. Análisis de productos y servicios 

Realizar un estudio de los productos, tipos de ventas, clientes, servicios, etc. de los que provengan de forma sostenida el porcentaje más elevado de ingresos y centrarnos en su optimización es otra de las estrategias para aumentar la rentabilidad de un negocio. En definitiva, se trata de detectar las operaciones más rentables y enfocarnos en esa fuente de ingresos con el objetivo de incrementar su valor y calidad.  Igualmente, también se pueden identificar otras vías de ingresos diversificando nuestra actividad comercial. Y por supuesto, seleccionar aquellos productos y servicios que no sea rentables para eliminarlos de nuestra oferta comercial o revisar esta en búsqueda de áreas de mejora.

4. Control de Costes 

Reducir los costes operativos o directos tendrá un impacto positivo en el beneficio. Por tanto, realizar revisiones periódicas tanto de los costes operativos como de los gastos fijos es una forma eficaz de mejorar la rentabilidad de un negocio. Aquí hay que tener en cuenta que factores como la calidad que se ofrece a los clientes o la  ventaja competitiva, deben ser cuidados especialmente en la gestión de los costes. Está claro que disminuir a base costes una ventaja competitiva  puede ser contraproducente para la rentabilidad de la empresa.

5. Elaborar un plan estratégico 

Realizar un plan de forma recurrente en el tiempo con estrategias para mitigar los cambios que puedan afectar a la rentabilidad, es una medida aconsejable. Este plan desarrollaría las acciones a implementar en el momento que se produzcan una disminución de los ingresos o un incremento de los gastos. Además, permite planificar estrategias para que la rentabilidad se mantenga a lo largo del tiempo.

Como se evidencia, cada uno de los puntos anteriormente explicados tienen especial incidencia e impacto directo en la rentabilidad de un negocio.  Por tanto, es preferible realizar todos los ajustes, cálculos y previsiones necesarios y oportunos para que los beneficios y la tan deseada rentabilidad no tarden en reflejarse en los estados financieros y ratios de un negocio en marcha.

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