02 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El equipo colchonero sufre el resultado de una campaña "nefasta" en Europa y la pérdida de uno de sus principales sponsors, WhaleFin

Riyahd Air podría 'apadrinar' al Atlético: Millones en patrocinio pero bajo mercado de fichajes

Además de los problemas económicos derivados de la pandemia, el Atlético de Madrid sufre el resultado de una campaña nefasta en Europa y la pérdida de uno de sus principales sponsors (WhaleFin). Estos factores han agravado la recurrente falta de inversión en fichajes. Sin embargo, el club colchonero es el cuarto en ingresos por ventas de futbolistas en la última década, ingresos que no se dedican a la inversión. Ahora, Riyhad Air busca estampar su marca en la elástica rojiblanca.

El Atlético de Madrid y cualquier aficionado colchonero recordará el 23 de diciembre de 2011 como el día en el que club comenzó un proceso que le llevaría a besar el metal, pelear de tú a tú contra el Real Madrid o el FC Barcelona e incluso meterse en dos finales de UEFA Champions League, entre otros muchos hitos. Estos hitos no se entienden sin el hombre que llegó como regalo de Navidad adelantado, Diego Pablo Simeone, apodado el Cholo.

El técnico argentino regresaba a su casa, el Vicente Calderón, pero esta vez desde la línea de banda. Desde entonces el club rojiblanco incomodó a los gigantes de España y se convirtió en un verdadero hueso para la élite europea.

Plantilla del Atlético de Madrid celebrando La Liga de 2014 ganada en el Camp Nou. 

Un crecimiento que obligó al club a vender para poder fichar a futbolistas que subieran el nivel temporada tras temporada. Tras alcanzar una estabilidad con continuas clasificaciones en competiciones europeas, el cuadro rojiblanco pasó a ser un club vendedor.

Atlético de Madird, club vendedor

El Atlético ha sabido generar grandes plusvalías con fichajes de mercados menores. Para entender lo que esto supone, se han tomado datos desde la campaña 2012 – 2013, hasta la actualidad, sobre los ingresos y gastos del cuadro colchonero. 

Tan solo Chelsea, Benfica y Juventus han ingresado más dinero que la Sociedad Anónima Deportiva propiedad de Miguel Ángel Gil Marín, en la última década en las cinco grandes ligas. A través de la venta de futbolistas el Atlético ha engrosado sus arcas con mil treinta millones de euros. Sin embargo, si se escarba un poco más en las estadísticas de Transfermarkt y se mira lo invertido por el cuadro colchonero, no entra dentro del Top10.

Los problemas derivados de la pandemia, además de la situación económica que arrastraba el club, junto a grandes inversiones (el fichaje de Joao Felix por 120 millones de euros) que no terminaron de cuajar han creado un caldo de cultivo que se está volviendo recurrente en la casa colchonera.

Calgar Söyüncü junto a Enriquez Cerezo durante su presentación.

La cantinela de todos los veranos es la demanda de la afición de fichajes y sobre todo de futbolistas que ilusionen. Sin ir más lejos, a una semana del comienzo de La Liga, el Atlético tan solo ha sumado cuatro caras nuevas: Javi Galán (5 millones), Santiago Mouriño (2,7 millones), Calgar Söyüncü (libre) y César Azpilicueta (libre).

Riyahd Air, el nuevo patrocinador

En la previa del verano pasado el Atlético de Madrid finalizaba su acuerdo de patrocinio con Plus500 y firmaba con WhaleFin. Una plataforma digital dedicada al mercado de las criptomonedas. El acuerdo era para las próximas cinco temporadas a cambio de 40 millones de euros por temporada.

La principal actividad de la empresa ligada al negocio bursátil vaticinaba una apuesta arriesgada y un año más tarde WhaleFin finalizó su relación con el equipo madrileño. Eso sí, abonó el primer pago de 40 millones de euros.

Esta situación puso en marcha el mecanismo para buscar nuevo patrocinador principal, que compensara los 40 millones pactados con el antiguo sponsor. Y el principal candidato ha resultado encontrarse a más de 6.000 km, concretamente en Riad.

Arabia Saudí se podría decir que está de moda y no solo por el fútbol. El país de Oriente Medio trabaja a destajo para abrirse al mundo y convertirse en una potencia para 2030. Objetivos que quieren lograr con la ayuda del dinero generado por el petróleo pero reinvertido en otros sectores, en este caso, en la aviación.

A principios de año nacía la nueva aerolínea de Arabia Saudí Riyahd Air. Una empresa propiedad del Fondo de Inversión Pública, principal vía de financiación de las inversiones del Reino de Arabia en el extranjero, que pretende convertir a Riad en uno de los primeros destinos turísticos del mundo para 2030. Además de aspirar a ser la primera aerolínea a nivel de ingresos de todo Oriente Medio.

Riyahd Air, la nueva aerolínea de Arabia Saudí. 

Riyahd Air forma parte de una estrategia de las instituciones saudíes para reducir su dependencia económica de los combustibles. Por ello, en los próximos años esperan estar operando a más de 100 destinos, aunque no será hasta 2025 cuando empiecen a prestar servicio.

Falta por ver si Riyahd Air acaba firmando un acuerdo con el Atlético de Madrid para los próximos años y, sobre todo, si llega al monto de 40 ‘kilos’ por campaña. Arabia está interesada en dar a conocer la aerolínea y consideran que un club como el rojiblanco podría ser un buen escaparate.

Fondo de Inversión Pública, el origen de los millones saudíes

Arabia Saudí ha decidido abrirse al mundo y dejar de ser un país conocido, casi exclusivamente, por sus grandes reservas de petróleo. La primera piedra del proyecto del Príncipe heredero Mohamed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud es convertir Arabia Saudí en el nuevo epicentro del fútbol mundial. Una idea que se sustenta en dos pilares que poco tienen que ver con el fútbol, pero que sustentan toda la inversión que se está realizando en el balompié: su plan Visión 2030 y una reforma del sistema financiero. Algo palpable a nivel internacional es que son la sexta competición con mayor gasto en fichajes (301 millones euros), por delante de La Liga (250 millones).

El Fondo de Inversión Pública (PIF) es el músculo económico de Arabia Saudí. Dicho Fondo es gobernado por Yasir bin Othman Al Rumayyan, un hombre de negocios que ya está en el mundo del fútbol al ser el presidente del Newcastle United, que controla la principal petrolera del país y es una de las cabezas visibles del nuevo circuito de golf.

Mohammad bin Salmán bin Abdulaziz Al Saud, príncipe heredero del Reino de Arabia Saudí. 

El pasado mes de junio daba comienzo la segunda fase del plan deportivo ‘Visión 2030’: la privatización de los cuatro grandes equipos del país. Es decir, el PIF se hará con el 75% de la propiedad y el 25% restante será para entidades sin ánimo de lucro. Un cambio de reglamento que permite a todas aquellas empresas afiliadas al Fondo de Inversión Pública adquirir acciones en los clubes, que inyecten su dinero y ayuden a garantizar la sostenibilidad financiera de los mismos.

En definitiva, el Fondo de Inversión Pública es la matriz de todas las operaciones financieras realizadas por Arabia Saudí lejos de sus áridas fronteras. El fútbol parece ser el primer sector que quieren potenciar, pero no el único, de ahí la creación de una nueva aerolínea como Riyahd Air entre otras muchas.

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