19 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

En la cúpula del Real Madrid creen que el dueño del Atlético de Madrid está "trepando" en el escalafón futbolístico gracias a su 'antiflorentinismo'

Miguel Ángel Gil Marín pasa de padrino de la Superliga a convertirse en su mayor enemigo "para ascender posiciones en LaLiga y UEFA"

El Cierre Digital en
/ Gil Marín
El Atlético de Madrid fue uno de los 12 clubes fundadores de la Superliga en abril de 2021, pero ahora se ha convertido en el principal azote de la competición. En la cúpula del Real Madrid creen que su consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín ha escalado posiciones dentro de LaLiga y la UEFA gracias a su 'antiflorentinismo'.

El Tribunal de Justicia de la UE a cuenta de la Superliga concluyó hace unos días que FIFA y UEFA incurrieron en abuso de posición de dominio, por lo cual violaron las normas de competencia y libre mercado de la Unión Europea. 

El fallo da la razón a Florentino Pérez y dice que "las normas de la FIFA y de la UEFA que supeditan a su autorización previa cualquier proyecto de nueva competición de fútbol de clubes, como la Superliga, y que prohíben a los clubes y a los jugadores participar en la misma, so pena de sanciones, son ilegales"

"Ello se debe a que las facultades de la FIFA y de la UEFA no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado", asegura el citado tribunal. 

Reacciones

La UEFA afirma que "este fallo no significa un respaldo o validación a la llamada 'Superliga', más bien subraya un déficit preexistente dentro del marco de autorización previa de la UEFA, un aspecto técnico que ya fue reconocido y abordado en junio de 2022. La UEFA confía en la solidez de sus nuevas reglas y, específicamente, en que cumplen con todas las leyes y regulaciones europeas pertinentes". 

"Confiamos en que la pirámide del fútbol europeo basada en la solidaridad que los aficionados y todas las partes interesadas han declarado como su modelo irremplazable estará salvaguardada contra la amenaza de rupturas por parte de las leyes europeas y nacionales", añaden en el organismo europeo. 

LaLiga, por su parte, afirma que "la sentencia viene a confirmar lo que siempre hemos dicho: cualquiera puede organizar competiciones fuera del entorno UEFA y FIFA, eso no se puede prohibir, y nadie lo ha puesto en duda. La cuestión judicial son las condiciones de estas competiciones para estar bajo el ecosistema de UEFA y FIFA, es decir, que debe haber una normativa transparente, clara y objetiva para la aprobación de nuevas competiciones. Ya en 2022 UEFA estableció un procedimiento para autorizar nuevas competiciones a las que puede acudir la Superliga Europea o cualquier otra competición". 

El Atlético de Madrid pasa de padrino a enemigo de la competición

El Atlético de Madrid ha salido en tromba contra la sentencia y dice que "familia del fútbol europeo no quiere la Superliga europea. Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, España (excepto Real Madrid y Barcelona)… no quieren la Superliga. Estamos a favor de proteger la gran familia del fútbol europeo". 

Gil Marín junto a Florentino. 

Y afirma que "la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y UEFA ha creado una sociedad que hace que carezca de sentido la consideración de que la UEFA es un monopolio, ya que los clubes, en virtud de los acuerdos adoptados en el seno de esta sociedad conjunta, deciden al 50% a quién se venden los derechos de patrocinio y de televisión y el reparto de dichos ingresos, así como los formatos de competición". 

Cronología de un desencuentro

El 18 de abril de 2021 la Superliga fue lanzada por 12 clubes, pero la reacción del resto de organismos y la mayoría de equipos provocó que nueve de estos padrinos, todos excepto Real Madrid, Barcelona y Juventus, se diesen de baja. 

Tres días después de la puesta en marcha, el Consejo de Administración del Atlético de Madrid comunicó "formalmente a la Superliga y al resto de clubes fundadores su decisión de no formalizar finalmente su adhesión al proyecto". 

"El Atlético de Madrid tomó la decisión de sumarse a este proyecto atendiendo a unas circunstancias que a día de hoy ya no se dan. Para el club es esencial la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados. La plantilla del primer equipo y su entrenador han mostrado su satisfacción por la decisión del club, al entender que los méritos deportivos deben primar por encima de cualquier otro criterio", aseguraron.

Este comunicado supuso el divorcio entre Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil Marín, que no ha dejado de "ascender posiciones dentro de LaLiga y UEFA" desde aquel portazo, recuerdan fuentes del Real Madrid. 

El consejero delegado colchonero, y ahora también vicepresidente de LaLiga y miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA por representación de la asociación de clubes 'antiSuperliga', ECA, escribió ese mismo día 21 de abril una misiva a sus socios para explicar los hechos. 

"Me gustaría pedirte disculpas por la confusión que se ha generado en los últimos días en el fútbol europeo y explicarte en detalle la postura del Atlético de Madrid y las decisiones que hemos tomado", decía el hijo de Gil y Gil. 

Y aseguró que su club "decidió aceptar la invitación para formar parte de la Superliga con la intención de defender los intereses del Atlético de Madrid desde dentro de una organización que tenía como uno de sus objetivos principales dialogar y negociar con UEFA la búsqueda de nuevos formatos que fomenten una gestión equilibrada de los derechos deportivos y económicos e incluyendo criterios de solidaridad con toda la familia del fútbol". 

Eso sí, Gil Marín no clarificó demasiado el culebrón al no explicitar los motivos de su ruptura: "Sin embargo, las condiciones y circunstancias bajo las que se iba a producir nuestra incorporación a dicho grupo no se han cumplido y, en consecuencia, en el día de hoy hemos decidido no consolidar finalmente nuestra adhesión al proyecto"

Objetivo: ganar la Champions

No hay quién reconozca a Gil Marín porque el sector deportivo está atónito con la decisión del directivo del bordear la ley ya que posee el Atlético de Madrid y, de facto, controla el Real Zaragoza (condición que incumple la Ley del Deporte). 

Su mano derecha, Pablo Jiménez de Parga, es el primer accionista del cuadro maño, líder en segunda reforzado por cedidos del Atlético de Madrid y apuntalado empresarialmente por Joseph Oughourlian, dueño de Prisa, accionista de Indra, íntimo de Pedro Sánchez, accionista del Lens y también del cuadro aragonés. 

El directivo de origen armenio tiene una gran sintonía con Gil Marín, distanciado en los últimos tiempos con un Enrique Cerezo que antes del derbi, a preguntas de Dazn, reconocía que se había enterado por la prensa del interés del club por fichar al directivo Mateu Alemany. 

Gil Marín quiere dejar atrás la camarilla de su padre y ahora ha ganado vuelo tras haber sido elegido por la Asociación de Clubes Europeos (ECA) como uno de los representantes de este organismo en el comité ejecutivo de la UEFA junto a Nasser Al-Khelaïfï, presidente del PSG

¿Su objetivo? Los que le conocen saben que su espinita clavada, y la de toda la familia colchonera, es la falta de una Champions League. Y su fichaje por UEFA aumenta la influencia colchonera en Europa, que ha sido tres veces cruel con el Atlético (que se quedó sin la Copa de Europa de 1974 en el descuento, sin la Champions de 2014 por el milagroso cabezazo de Sergio Ramos y sin la de 2016 tras perder a penaltis contra el Real Madrid). 

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