28 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La quinta entidad de España presidida por Josep Oliu Creus muestra su interés en fusionarse con el banco de este venezolano nacido en Madrid

La vida de Juan Carlos Escotet, el presidente de Abanca que "enamora" al Banco de Sabadell

Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca.
Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca.
El Banco de Sabadell busca novia en el mercado financiero y de momento parece que le "tira los tejos" a Abanca, una entidad gallega. La "novia" no ha dicho todavía nada, pero se dejar querer a la espera de negociar su fusión o ser absorbida. Al Sabadell le urge la "boda", pero tampoco a cualquier precio. Mientras se sigue negociando el convite nosotros descubrimos al "padre de la novia", el madrileño-venezolano Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca.

El Banco de Sabadell negocia su fusión con Abanca o el BBVA. El banco de Josep Oliu Creus estima sus opciones debido a las presiones del Banco Central Europeo, que está urgiendo a los bancos españoles a fusionarse para crecer y ser más competitivos.

La globalización llegó hace años al sector bancario, pero las fusiones y absorciones son complicadas y más en tiempo de pandemia. Está por ver si la anunciadad unión de CaixaBank y Bankia se producirá o no. Los grandes analistas financieros internacionales ya apuestan por un futuro no tan lejano donde solo existan seis grandes corporaciones bancarias privadas a nivel mundial que se convertirán en árbitros del sistema financiero mundial.

De momento al Sabadell, quinto banco español por su volumen de activos, parece que la "novia" que más le gusta es el gallego Abanca, que se sitúa por delante del BBVA en las preferencias de los catalanes. Pero ¿cómo ha logrado Abanca situarse en las preferencias del Sabadell?

Cuando en diciembre de 2012 Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, dueño de Banesco, una de las entidades financieras más fuertes de Venezuela, desembarcó en España comprando el pequeño Banco Etcheverría, nadie anticipaba que en poco más de ocho años podía convertirse en uno de los banqueros más poderosos de nuestro país, con la adquisición de Abanca y el intento de hacerse con Liberbank, una operación que finalmente no se concretó.

La ambición de este ejecutivo hispanovenezolano, presidente y máximo accionista de Abanca, no se ha conformado con convertirse en el dueño del séptimo banco español. Así, justo después de su entrada en el mercado financiero español como elefante en una cacharrería puso la mirada en la posible absorción de Caixa Geral, otra entidad crediticia con sede en Vigo y que se cerró con una operación de 384 millones de euros. Esta noticia llega no solo por el crecimiento. Con esta transacción, ABANCA ganó 110 oficinas, 131.000 clientes y absorbió 524 empleados.

El proyecto de Escotet no se queda solo en Caixa Geral ya que finalmente logro fusionar ambos bancos en marzo de 2020 para tener presencia en ambos países de la península. La Voz de Galicia ha catalogado de “milagro portugués” lo que vive la entidad financiera gallega en el país vecino, Portugal. Además, de la transacción del Caixa Geral, Escotet consolidó en marzo la compra del minorista Deutsche Bank en Portugal. Estas adquisiciones han supuesto un aumento de casi 14.000 millones de euros en el volumen de negocio. El propio presidente del banco ha augurado un aumento sobre los 85.000 millones al cierre del año 2019, gracias al avance de la fusión con Caixa Geral.

Crecimiento en la Venezuela de Chávez

En enero de 2012, el presidente venezolano Hugo Chávez amenazaba por enésima vez a Juan Carlos Escotet en televisión: “Escotet, tú me dices”, refiriéndose al cumplimiento de su exigencia de que el sector financiero entregara efectivo al Gobierno para créditos agrícolas. “Si tú no puedes, dame acá el banco. Dime cuánto cuesta tu banco, y de una vez lo nacionalizamos”. Pero el todopoderoso “Gorila Rojo” que, entre otros, nacionalizó (tras comprar) la filial del Banco de Santander en Venezuela, nunca cumplió su palabra. Es normal. Chávez y posteriormente Maduro siempre necesitaron de los banqueros para sus planes, especialmente para financiar su deuda externa. Y los banqueros lograban enormes rendimientos con los elevadísimos intereses que cobraban del Estado.

En este proceso Juan Carlos Escotet, de 61 años, nacido en Madrid y uno de los ocho hijos de una pareja de inmigrantes españoles a Venezuela, se ha convertido en el hombre más rico de Venezuela, con una fortuna que incluso supera a la de Donald Trump, según la revista Forbes.

Escotet, comenzó a trabajar como mensajero de Banco Unión cuando tenía 17 años mientras estudiaba Economía por las noches en la Universidad Católica Andrés Bello. Viajó luego a Estados Unidos, donde obtuvo un Master en Ciencias de Gerencia Profesional de la Universidad de Miami, para al final, regresar a Venezuela a trabajar como ejecutivo en la Sociedad Financiera Latinoamericana. En 1986 fundó la Casa de Bolsa Escotet Valores que le abrió de par en par las puertas a la clase alta de Caracas.

Con el capital que fue amasando compró en plena crisis financiera en Venezuela, en 1990, un pequeño banco a empresarios locales, el Grupo Bancentro, que se fue expandiendo mediante adquisiciones y fusiones hasta conformar el holding financiero  Banesco, el primer grupo financiero privado de Venezuela.

A la vez que crecía en Venezuela, inició su expansión exterior: Panamá, Santo Domingo, Puerto Rico, Colombia y Estados Unidos, más en concreto Miami, el “segundo hogar” de los ricos venezolanos. Pero su gran salto lo consiguió tras la llegada de Hugo Chávez al poder.

Banesco prestó dinero al gobierno chavista durante años, incluso la oposición venezolana acusó en 2015 a Banesco Panamá de ser uno de los vehículos a través de los que el régimen venezolano lavaba dinero del narcotráfico y a Escotet de pagar los honorarios de los abogados de dos parientes de la esposa de Maduro, acusados en Estados Unidos de tráfico de divisas. Eso no significa que la relación haya sido fácil, pero detrás de gritos y de amenazas estaba una realidad.

Escotet anunció la compra de Caixa Geral.

Los banqueros necesitaban del régimen bolivariano y mucho más Chávez y Maduro de este gremio que lideraba Escotet. Juan Carlos Escotet fue el único de los grandes empresarios venezolanos que estuvo presente en el sepelio de Hugo Chávez.

Tras el fallecimento de Chávez, Juan Carlos Escotet mantuvo relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, pero también se ha posicionado cada vez más cerca de la oposición. En 2008 financió la campaña de Henrique Capriles, líder de los conservadores venezolanos, para el Gobierno del Estado de Miranda y cuatro años después para la Presidencia. Desde Madrid ya se ha posicionado abiertamente contra el régimen de Caracas, que en 2018 intervino su banco en Venezuela.

Su éxito en España

En el 2006 Escotet creó Banesco Holding Financiero en Madrid, bajo el que agrupó las sociedades con activos de Banesco fuera de Venezuela. En Madrid pasa buena parte de su vida actualmente. En el 2012 adquirió una pequeña entidad financiera gallega, Banco Etcheverria, de más de 300 años de antigüedad, el hasta entonces más antiguo banco en activo en España. Pero el verdadero “pelotazo” lo consiguió con la compra de Abanca.

Abanca se convirtió en el buque insignia del venezolano que ya no saca beneficio de Banesco.

Las cifras hablan por si solas. El rescate de Abanca costó al Estado más de 12.279 millones de euros, pero Banesco solo pagó en la subasta por los activos de la entidad financiera 1.003 millones de euros. En estos seis años solo los beneficios (2.100 millones) ya han doblado la inversión inicial. También Juan Carlos Escotet, dueño del 95% del negocio, se ha embolsado más de 660 millones de euros en dividendos.

Portugal “el secreto fiscal mejor guardado de Europa”

Una persona muy implicada en el mundo empresarial gallego revela a elcierredigital.com que el presidente de ABANCA habría movido su residencia al país luso. Escotet ya había expresado públicamente en numerosas  ocasiones la importancia del mercado portugués y como podría mejorar la situación de las empresas gallegas, algo que podría perder ahora importancia si finalmente el Sabadell absorbe o se fusiona con la entidad gallega.

El régimen fiscal del país luso varía para capitales extranjeros. Los no residentes reciben básicamente una exención de impuestos. Esta modalidad permite que los residentes no habituales, es decir, que vivan ahí 183 días al año, paguen una cuota fija del 20% de los ingresos que son obtenidos en suelo luso.

Sede principal de Banesco, el banco más grande de Venezuela y primero de Escotet.

Esta no es la única motivación para obtener esta residencia, sino que todos los ingresos que sean obtenidos fuera del territorio portugués están exentos de pago. Este tipo de medidas se mantienen durante diez años. Los principales analistas consideran que gracias a esta modalidad se busca crear un mercado más competitivo y que ayude a crecer todos los sectores.

Aunque el sector financiero no ha sido el más beneficiado del gobierno portugués, Escotet ha visto en el vecino una oportunidad para hacer crecer el nuevo negocio que perdió en América y que busca reconstruir en la Península Ibérica y quizás ahora junto al Sabadell.

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