Guerra en Duro Felguera: Sus dueños mexicanos se enfrentan al Gobierno y negocian despedir a su CEO Jaime Argüelles

La Junta General de Accionistas de Duro Felguera de 2023 avaló la incorporación de las compañías mexicanas Grupo Promotor de Desarrollo e Infraestructura, S.A. de C.V. (conocido como Grupo Prodi) y Mota-Engil México, S.A.P.I. de C.V. como socios industriales con el fin de estabilizar la empresa y dejar atrás las convulsiones que prácticamente llevaron a la quiebra a la siderúrgica asturiana. 

Los tiempos oscuros del gigante industrial no supusieron su desaparición gracias a la ayuda del Gobierno de España, que en 2021 impulsó su rescate gracias a la concesión de un crédito de 121 millones de euros que evitara el derrumbe de una compañía que emplea a alrededor de 1.200 trabajadores. 

Decía Duro Felguera que la entrada de capital mexicano abriría "ventanas de oportunidad con nuevos proyectos industriales y aportará sinergias para la expansión del negocio y crecimiento en ámbitos internacionales, fortaleciendo nuestra posición en el mercado". 

Los nuevos dueños de más del 50 por ciento del capital no esperaban las inesperadas pérdidas de 21,8 millones de euros de 2023 y esta situación les ha movido a impulsar algunas acciones con el fin de relevar al presidente Jaime Argüelles, que tiene sus días contados en la empresa, según fuentes sindicales.

El Grupo Prodi y Mota-Engil México han promovido una ampliación de capital de casi el 3%, que refuerza su mayoría en el accionariado, y prevén colocar a los cuatro consejeros a los que tienen derecho en el Consejo de Administración, compuesto por nueve miembros. En caso de que pasara a 10, la mitad estaría en manos de cinco de los mexicanos, que contarían con un sexto elemento afín gracias al nuevo presidente que sustituirá a Argüelles. 

Los propietarios buscan la salida de varios consejeros y uno de ellos, antaño afín a La Moncloa, les ha dejado un puesto libre: Jordi Sevilla. El exministro de Administraciones Públicas durante el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero asegura que, tras cuatro años en el cargo, se hace a un lado para facilitar la "nueva etapa" en Duro Felguera, con el fin de dejar "las manos libres" a los mexicanos en "el nuevo consejo", en claro recado contra La Moncloa. 

Sevilla fue nombrado presidente de Red Eléctrica (hoy Redeia) tras la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al poder a finales de la primavera de 2018 y, tras marcar distancias con la política socialista, dejó el cargo después del pacto entre Sánchez y Pablo Iglesias en enero de 2020. 

Sede de Duro Felguera.

El principal motivo de su portazo no fue tanto su divergencia con el acuerdo entre socialistas y Unidas Podemos, sino su falta de sintonía con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. "Dado el desgaste que para mí ha representado la defensa de los intereses de la compañía en los últimos meses, considero que ha llegado el momento de dar el relevo a una presidencia que impulse la nueva etapa que se abre para Red Eléctrica", afirmó en una carta abierta.

La misma táctica, una carta, en este caso publicada por el diario asturiano La Nueva España, ha sido utilizada por Sevilla en Duro Felguera para anunciar su marcha como consejero independiente. "Vine hace cuatro años con la finalidad de contribuir a la búsqueda de un nuevo dueño para Duro Felguera y darle futuro a la empresa. Aunque se nos cruzó por el medio la pandemia y tuvimos que pedir el rescate, se consiguió evitar la quiebra, cuando casi todo el mundo nos recomendaba que nos acogiéramos a ella, y hoy la empresa tiene unos nuevos dueños, que no tengo ninguna duda de que son los correctos", afirma. 

Fuentes sindicales aseguran que los propietarios aztecas, dueños del 54,66% de las acciones, pretenden que la SEPI reduzca su peso en el Consejo (pasando de dos consejeros a uno) y temen que "el control absoluto" del capital mexicano acabe con los contrapesos internos de la empresa y pueda ser "el inicio del fin de la compañía". 

Jaime Argüelles, sentenciado 

"Jaime Argüelles está 'sentenciado' y en los próximos días va a comenzar a negociarse su despido". Así de tajantes se mostraron fuentes sindicales de Duro Felguera consultadas por Elcierredigital.com, que el pasado año ya destapó la preocupante dinámica de la histórica metalúrgica asturiana. 

Entonces, la irrupción en el accionariado de las compañías aztecas Grupo Prodi y Mota Engil México se hicieron con el control de la empresa y apostaron por mantener a la cúpula que la controla desde 2020, encabezada por el CEO.

Pero las recientes cuentas de la compañía, que ha vuelto a la senda de las pérdidas tras haberlas ampliado hasta los 21,8 millones en 2023, sentencian a Argüelles, que tenía previsto presentar números rojos por valor de 'apenas' 2,2 millones. 

Jaime Argüelles.  

Pese a lo cual, desde Duro Felguera se echa la culpa de las cuentas a la herencia recibida y dicen que las mismas "reflejan el esfuerzo realizado por la compañía para sanear y ordenar la negativa situación heredada en términos de litigios, proveedores y plantilla, junto a contingencias no previstas, como la guerra de Ucrania o el desencuentro diplomático con Argelia, así como otras vinculadas a nuevos proyectos específicos, dentro del marco de un aumento significativo en la contratación, fundamentalmente el de TATA Steel en Países Bajos y el de Dombasle". 

"El Consejo de Administración, consciente de que el proceso iniciado de transformación de la compañía está marcado por su Plan de Viabilidad Actualizado para el período 2023-2028 que recibirá un impulso fundamental con la entrada de los nuevos socios mayoritarios en los órganos de decisión de la Compañía, adoptará las medidas imprescindibles para regresar a la senda de recuperación prevista en dicho Plan", anticipan. 

Este medio ya denunció el pasado año la situación económica de la compañía, amén de los sueldazos de su cúpula, el río de despidos y su futuro atado a dos empresas mexicanas, Prodi y Mota-Engil, pese a haber disfrutado un millonario rescate público. 

La empresa fue rescatada con 120 millones públicos hace apenas tres años y, el pasado año y a pesar de contar con dos consejeros elegidos por SEPI en su Consejo de Administración, aprobó un plan de 180 despidos y elevó los sueldos de su cúpula, tal y como señaló Elcierredigital.com.

Por su parte, Jaime Argüelles, se blindó su sueldo millonario de alrededor de 500.000 euros al año (435.000 de base más bonus) y la cúpula de la empresa se embolsó en 2022 alrededor de 893.000 euros, en vez de los 783.000 euros de 2021.

Cabe recordar que Deloitte dudó hace unos meses de la viabilidad de Duro Felguera, que se desprendió de varios activos con el fin de obtener liquidez. El fondo de maniobra negativo que sufre, tal y como señala Deloitte, provoca "la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento y cumplir con sus obligaciones financieras". 

Es previsible que Duro Felguera siga generando información en esta primavera ante los inminentes cambios que provocarán la renovación de su cúpula.