La estafa que pueden colarte en el trabajo y arruinará totalmente a tu empresa: alerta
Los ciberdelincuentes suplantan a altos cargos para manipular empleados y robar grandes cantidades de dinero
La estafa del CEO es una de las estafas más sofisticadas y peligrosas en el mundo empresarial actual. Se trata de un engaño que aprovecha la confianza de los empleados y la urgencia en la toma de decisiones para desviar importantes sumas de dinero a cuentas controladas por delincuentes.
La técnica es tan elaborada que incluso algunas de las consultoras más grandes y prestigiosas del mundo han caído en la trampa, con graves consecuencias para las empresas y los trabajadores.
Esta estafa es conocida también como “CEO fraud” o “Business Email Compromise” (BEC). Consiste en que los estafadores se hacen pasar por un alto directivo de la empresa como el CEO, director financiero o cualquier figura de poder. Para después solicitar una transferencia de dinero o el envío de información confidencial.
Los delincuentes envían correos electrónicos o mensajes a través de teléfonos prácticamente idénticos a los de los directivos reales, lo que hace muy difícil detectar el engaño a simple vista.
Cómo operan los estafadores
Los estafadores que ejecutan esta estafa llevan a cabo una exhaustiva investigación previa sobre la empresa interesada. Analizan su estructura interna, el organigrama, los nombres de los directivos y los empleados que están a cargo de realizar transferencias de dinero.
Utilizan esta información para identificar a las personas más vulnerables dentro de la empresa. Como mandos intermedios o personal administrativo, que pueden sentirse presionados al recibir órdenes aparentemente directas de sus superiores.
El proceso de la estafa comienza con la creación de correos electrónicos falsos pero increíblemente convincentes. Estos mensajes imitan la redacción, tono y estilo del directivo suplantado. Suelen incluir detalles reales sobre la empresa o algún proyecto en curso, lo que aumenta su credibilidad.
Además, los estafadores juegan con la sensación de urgencia. Indicando que la transacción debe realizarse con rapidez y discreción para evitar problemas, y que cualquier retraso podría acarrear reprimendas o incluso consecuencias más graves para el empleado.
Uno de los elementos más efectivos de esta estafa es la presión psicológica que ejercen sobre las víctimas. Al utilizar el nombre de un alto cargo, los estafadores logran que el empleado se sienta obligado a actuar de inmediato. Sin cuestionar la autenticidad del pedido.
La mayoría de las veces, los delincuentes piden que el dinero sea transferido rápidamente a una cuenta bancaria, normalmente ubicada en el extranjero. Haciendo aún más complicado rastrear el fraude una vez consumado.
Cómo protegerse de la estafa
Es importante que las empresas establezcan protocolos de verificación interna para cualquier transferencia de dinero significativa, por ejemplo, confirmando siempre por otro medio las solicitudes que provengan de altos directivos.
La educación y formación de los empleados en ciberseguridad también es crucial, para que aprendan a identificar señales de alarma y se sientan seguros para cuestionar solicitudes inusuales.
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