Esta es la razón por la que miles de españoles no podrán jubilarse
La Seguridad Social sigue imponiendo barreras que impiden a las trabajadoras del hogar acceder a la jubilación
En España, el camino hacia una pensión de jubilación para las trabajadoras del hogar sigue encontrando barreras. A pesar de las mejoras logradas, hay tres motivos principales por los que muchas pueden quedar fuera de la pensión de jubilación contributiva. Estas razones, que no se jerarquizan en importancia, revelan cómo ciertos requisitos de la Seguridad Social pueden complicar el acceso a la jubilación.
El obstáculo de los años cotizados
Uno de los principales requisitos de la Seguridad Social para acceder a la jubilación es cumplir con un mínimo de 15 años de cotización. Además, al menos dos de esos años deben estar dentro de los últimos 15 previos a la solicitud. Este es un aspecto que muchas trabajadoras del hogar encuentran difícil de cumplir debido a su irregularidad laboral o largas temporadas sin contrato.
Para 2024, la edad de jubilación varía según los años cotizados. Por ejemplo, aquellas con 38 años cotizados pueden jubilarse a los 65, mientras que quienes no alcanzan esa cifra deben esperar hasta los 66 años y seis meses.
Estos requisitos no solo dependen de la antigüedad en la cotización. También depende de una continuidad que no siempre es posible en trabajos como el servicio doméstico.
La pensión no contributiva: una opción limitada
Las trabajadoras que no cumplen con el mínimo de años cotizados pueden optar por la pensión no contributiva, ofrecida por el Imserso. Sin embargo, esta opción tiene limitaciones importantes. Para acceder a esta ayuda en 2024, los ingresos anuales del solicitante no deben superar los 7.250 euros.
En caso de exceder esta cantidad y no notificarlo, el Imserso podría retirar la ayuda, lo que representa un riesgo adicional para aquellas trabajadoras cuyas rentas puedan variar. No obstante, la pensión no contributiva, aunque ofrece un mínimo de protección, resulta menor en cuantía en comparación con la pensión contributiva, dejando a muchas con recursos limitados.
El requisito de residencia, otra barrera clave
El tercer obstáculo se relaciona con la residencia en territorio español. Para acceder a la pensión de jubilación, es indispensable haber residido en España durante al menos diez años desde los 16 años. Además, dos de estos años deben ser consecutivos y previos a la solicitud de la pensión.
Este requisito afecta a trabajadoras que, por diversas razones, hayan pasado períodos prolongados fuera de España. Esta condición excluye a quienes han tenido que regresar a sus países de origen o que se desplazaron para cumplir compromisos familiares.
Opciones limitadas pero con posibilidades de mejora
Aunque la situación actual plantea desafíos, el marco legal en constante evolución podría traer nuevas oportunidades. Desde el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social se han impulsado reformas para mejorar las condiciones laborales. Y de protección social de las trabajadoras del hogar.
Estas reformas pueden ofrecer un respiro en el futuro, permitiéndoles un acceso más justo a la jubilación. Sin embargo, los cambios no suelen ser inmediatos, y aún es necesario avanzar en políticas que contemplen las particularidades del empleo doméstico.
La cuestión de las pensiones para las trabajadoras del hogar sigue siendo un tema pendiente en la agenda social y laboral. Los tres motivos mencionados reflejan cómo la estructura actual de la Seguridad Social podría adaptarse para responder a la realidad de este colectivo. Con mejoras en la legislación y mayor flexibilidad en los requisitos, miles de trabajadoras del hogar podrían aspirar a una jubilación más digna.
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