El aviso de Orange a todos los españoles que trabajan: sale ganando todo el mundo

La posibilidad de recibir parte del salario en acciones es una estrategia que beneficia tanto a empresas como a trabajadores. Según explica Orange, esta se considera una forma de pago en especie, permitiendo a los empleados sentirse más conectados con la organización. Al mismo tiempo, ofrece ventajas fiscales que son dignas de mencionar.

Cobrar en acciones permite a los trabajadores recibir un complemento a su salario tradicional, mediante la entrega de partes de la empresa. Según Orange, no solo aumenta el sentido de pertenencia, sino que convierte a los empleados en accionistas. De todas formas, es fundamental que dicha retribución no supere el 30% del salario total, según establece la normativa laboral.

Desde el punto de vista fiscal, los empleados salen ganando por partida doble. Y es que, si el valor de las acciones no supera los 12.000 euros anuales, están exentas de tributación en el IRPF. Esto puede ser un gran incentivo para los trabajadores que buscan maximizar sus beneficios fiscales.

Orange explica por qué cada vez más empresas pagan de esta forma

Para las empresas, detalla Orange, la implementación de un sistema de pago en acciones puede ser una solución eficiente. Y es que, además de aumentar la retención de talento, también permite atraer nuevos miembros talentosos.

Al ofrecer acciones, se incentiva a los empleados a trabajar por el éxito de la empresa, ya que, "si la empresa gana, todos ganan". Esto puede traducirse en un aumento significativo de la productividad. Los trabajadores se sienten más involucrados en el futuro de la organización.

Otra ventaja es que este método de compensación puede ayudar a las empresas a reducir costes salariales. Como las acciones no se consideran parte de la remuneración en su totalidad, las empresas pueden ofrecer un paquete más atractivo. Todo ello sin incrementar directamente el gasto.

Un ingreso adicional para los trabajadores

Desde la perspectiva del empleado, recibir acciones como parte de su compensación también puede traducirse en un ingreso adicional. En empresas que distribuyen dividendos, los empleados pueden beneficiarse de ingresos regulares adicionales. Como resultado, aumenta su motivación y su compromiso.

Pero es que, incluso si una empresa no tiene una política de reparto de dividendos, los trabajadores ganan. Las acciones se pueden vender en cualquier momento, por lo que proporcionan un ingreso en el futuro. A medida que la empresa crece, el valor de las acciones también puede incrementarse, contribuyendo así al patrimonio neto del empleado.

De todas formas, hay que tener en cuenta que no todas las empresas son adecuadas para implementar este tipo de compensaciones. Las compañías en etapas iniciales, por ejemplo, pueden tener un valor de acción más volátil. Esto genera algo de desconfianza entre los empleados, al ver que su valor cambia drásticamente.