Así es el nuevo requisito sobre la cotización para obtener la pensión completa

El sistema de pensiones en España está en constante evolución, adaptándose a los cambios demográficos y económicos que afectan al país. Uno de los aspectos más importantes para los trabajadores es conocer los requisitos necesarios para acceder a una pensión contributiva.

La reciente actualización por parte de la Seguridad Social subraya la relevancia de los años cotizados. Y lo hace como un factor esencial para asegurar una pensión adecuada al final de la vida laboral.

La importancia de cotizar al menos 15 años

Para poder optar a una pensión contributiva de jubilación, la ley establece un período mínimo de cotización. Este requisito mínimo es de 15 años, lo que equivale a 5,475 días cotizados.

De estos, al menos dos años deben haber sido cotizados dentro de los 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud de la jubilación. Cumplir con este período mínimo garantiza el acceso a un 50% de la base reguladora de la pensión.

Sin embargo, para quienes no alcanzan este mínimo, la situación es diferente. La normativa no permite el acceso a la pensión contributiva en estos casos, quedando como única opción la pensión no contributiva.

Esta alternativa es una ayuda económica destinada a quienes no han logrado cotizar lo suficiente y carecen de recursos suficientes para su sustento. Es una situación que, aunque ofrece una solución, resulta menos ventajosa que contar con una pensión contributiva plena.

Progresiva elevación de la edad de jubilación

Otro aspecto clave que está generando preocupación entre los trabajadores es la progresiva elevación de la edad legal de jubilación. Según la normativa actual, esta edad se está incrementando de manera gradual. En el horizonte de los próximos años, la edad ordinaria de jubilación se estabilizará en los 67 años para quienes no hayan cotizado al menos 38 años y tres meses.

Para aquellos que sí alcancen este período de cotización, se mantiene la posibilidad de retirarse a los 65 años, asegurando el acceso al 100% de su pensión contributiva. Esto es un incentivo claro para quienes han logrado una carrera laboral prolongada y estable. Sin embargo, aquellos que no lleguen a este período mínimo de cotización verán retrasada su edad de jubilación ordinaria.

Por ejemplo, un trabajador que quiera jubilarse en 2025 a los 65 años deberá haber cotizado más de 38 años y 3 meses. De lo contrario, deberá esperar hasta los 66 años y 8 meses para poder acceder a su pensión completa.

Estos ajustes están en línea con la Ley 27/2011. Esta ley fue diseñada para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones en un contexto de envejecimiento poblacional y aumento de la esperanza de vida.

Jubilación anticipada: una opción con restricciones

La jubilación anticipada sigue siendo una opción viable para aquellos trabajadores que prefieren retirarse antes de la edad legal ordinaria. Sin embargo, las condiciones para acceder a esta modalidad son cada vez más estrictas.

Para poder acogerse a la jubilación anticipada voluntaria, es necesario haber cotizado al menos 35 años. Además, dos de esos años deben estar dentro de los 15 años previos al retiro.

Optar por esta modalidad permite a los trabajadores jubilarse hasta 24 meses antes de la edad ordinaria, pero no sin consecuencias. La principal desventaja de la jubilación anticipada es la reducción significativa en la cuantía de la pensión.

Esta reducción puede llegar hasta el 50% en algunos casos. Dependiendo de cuántos años de adelanto se haya tomado respecto a la edad legal de jubilación.

Como vemos, el panorama para los futuros jubilados en España es cada vez más complejo. La clave para enfrentar este reto es la planificación. Aquellos que tomen medidas con suficiente antelación estarán en una posición más favorable para disfrutar de su jubilación sin preocupaciones económicas.