No hay vuelta atrás: las ayudas que el SEPE eliminará a partir del 1 de noviembre
El SEPE tiene previsto eliminar hasta cinco prestaciones de las que se benefician miles de ciudadanos en España
El 1 de noviembre de 2024 marcará un antes y un después para muchas personas que dependen de las ayudas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Con la entrada en vigor de una profunda reforma en el sistema de subsidios por desempleo, varias prestaciones tradicionales desaparecerán, afectando a miles de beneficiarios en España.
Los subsidios que se eliminan
El cambio más radical es la eliminación de varias ayudas asistenciales que hasta ahora formaban parte del paquete de prestaciones del SEPE. Entre los subsidios que desaparecerán se encuentran algunos muy conocidos:
- Subsidio para mayores de 45 años sin cargas familiares: Este subsidio, dirigido a quienes no tienen responsabilidades familiares y han agotado la prestación por desempleo, dejará de estar disponible.
- Ayuda familiar: Pensada para quienes tienen cargas familiares y han agotado el paro, esta prestación también será eliminada.
- Subsidio destinado a liberados de prisión: Este subsidio, que apoyaba a personas que salían de prisión y no tenían empleo, será suprimido.
- Renta Activa de Inserción (RAI): Un subsidio clave para personas en situaciones de vulnerabilidad, como desempleados de larga duración y víctimas de violencia de género, también desaparecerá.
- Subsidio extraordinario por desempleo (SED): Esta ayuda temporal, diseñada para quienes agotaban el resto de prestaciones, será reemplazada por un nuevo modelo.
Los nuevos subsidios: ¿qué cambia?
La reforma pretende simplificar el acceso a las ayudas y unificar las prestaciones. A partir de noviembre, el SEPE ofrecerá cuatro tipos principales de subsidios:
- Subsidio por insuficiencia de cotización: Este subsidio será clave para quienes no han cotizado lo suficiente para acceder al paro. Ahora, será más accesible, ya que se unifican los requisitos para personas con y sin responsabilidades familiares.
- Dependiendo del tiempo cotizado, el subsidio puede durar desde tres hasta seis meses, extendiéndose hasta 21 meses si hay responsabilidades familiares.
- Subsidio para emigrantes retornados: Aquellas personas que regresen a España tras haber trabajado en el extranjero y no puedan acceder al paro podrán solicitar esta ayuda.
- Subsidio para personas con incapacidad permanente revisable: Quienes tengan una incapacidad reconocida, pero sujeta a revisión, podrán seguir beneficiándose de esta prestación.
- Subsidio para mayores de 52 años: Este subsidio sigue siendo una de las pocas ayudas que permanecerán prácticamente intactas. Se dirige a quienes han agotado su prestación contributiva, tienen ingresos bajos y han cotizado lo suficiente.
Duración y cuantías de los nuevos subsidios
Uno de los cambios más significativos en la reforma es el ajuste en la duración y las cuantías de los subsidios. Las nuevas ayudas se dividirán en tramos, con importes decrecientes a medida que pasa el tiempo:
Durante los primeros seis meses, los beneficiarios recibirán el 95% del IPREM, lo que equivale a unos 570 euros mensuales. En los seis meses siguientes, la ayuda descenderá al 90% del IPREM (unos 540 euros). A partir del año, la cuantía será del 80% del IPREM, es decir, unos 480 euros.
Además, se introduce la posibilidad de compatibilizar el subsidio con un trabajo por un periodo máximo de 180 días, lo que antes no era posible en la mayoría de los casos.
Una de las novedades más esperadas es la integración automática entre los subsidios del SEPE y el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Esta transición promete ser más sencilla para quienes agoten las prestaciones y no consigan reinsertarse en el mercado laboral.
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