
No es solo para ver Netflix de otro país: Los usos reales de la VPN que no te cuentan
Las VPN se han vuelto casi sinónimo de ver series desde otros países
Las VPN se han vuelto casi sinónimo de ver series desde otros países. Sí, es verdad: miles de personas las usan para acceder a catálogos de streaming que no están disponibles en su región. Pero reducir su utilidad a eso es quedarse en la superficie. Detrás del acrónimo hay una herramienta mucho más versátil, pensada para proteger, optimizar y hasta ahorrar en la experiencia digital. Aquí van cinco usos que tal vez no conocías, pero que podrían cambiar tu forma de estar conectado.
Comprar vuelos más baratos (y otras reservas también)
Hay una razón por la que muchos viajeros experimentados recomiendan limpiar las cookies y cambiar de VPN como la de NordVPN antes de reservar un vuelo. Algunas aerolíneas y buscadores modifican los precios dependiendo del país desde el que haces la consulta.

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Evitar que las tiendas online te rastreen para subirte el precio
La mayoría de tiendas online sabe más de ti de lo que imaginas. Te rastrean mientras navegas, detectan cuántas veces vuelves a ver un producto y a veces —aunque no lo digan— ajustan el precio en base a eso. La solución pasa muchas veces por cambiar la dirección IP a través de una VPN, incluso dentro del mismo país.
Si estás mirando un artículo que te interesa, activar la VPN puede darte una segunda opinión, libre de personalizaciones y subidas ocultas. Y si además cambias de país virtualmente, puede que hasta encuentres una mejor oferta.
Saltarte los límites de descarga o velocidad de ciertas webs
Algunos servicios limitan el ancho de banda o las descargas disponibles por IP. Muchas veces, estas limitaciones no dependen tanto de si estás registrado o no, más bien de la dirección IP desde la que accedes. Es decir, si ya descargaste algo ese día desde tu conexión habitual, el sitio asume que alcanzaste tu cuota.
Usar una VPN en estos casos permite sortear esa barrera, asignándote una IP diferente que te hace invisible para esa limitación. También sirve en plataformas de vídeo o de lectura online que capan la calidad de reproducción según la región, el tipo de usuario o el uso acumulado que hayas hecho desde una red concreta.
Ahorrar en suscripciones digitales jugando con el país
Spotify cuesta diferente en India que en Alemania. Lo mismo ocurre con YouTube Premium, Adobe Creative Cloud o incluso juegos y suscripciones dentro de las tiendas digitales. A veces, la diferencia es de unos pocos euros; en otras, es una brecha de más del 50%. Este fenómeno no es un error de sistema: las plataformas ajustan sus precios al poder adquisitivo local.

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