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5 errores comunes al comprar una oficina y cómo evitarlos

Este artículo queremos compartir con vosotros cinco fallos muy comunes al comprar una oficina

Adquirir una oficina es un paso importante para cualquier empresa. Puede que estéis creciendo, que queráis dejar atrás el alquiler o simplemente busquéis un espacio que represente mejor vuestra marca. En cualquier caso, es una decisión que conviene tomar con calma y perspectiva.

Lo cierto es que es fácil dejarse llevar por la emoción del momento o por lo que “parece” una buena oportunidad. Pero sin una planificación adecuada, algunos errores pueden salir bastante caros. 

Por eso, en este artículo queremos compartir con vosotros cinco fallos muy comunes al comprar una oficina, y lo que podéis hacer para evitarlos. Si estáis valorando dar este paso, esto os interesa.

1- No tener claras las necesidades reales del negocio

A veces, lo primero que se busca es una oficina bonita o en una zona concreta, sin haber reflexionado antes sobre lo que realmente se necesita. Es un error bastante frecuente, y es normal: todos queremos sentirnos bien en el lugar donde trabajamos. Pero antes de lanzarse a buscar, conviene parar un momento y analizar con detalle el tipo de espacio que mejor se ajusta a vuestro día a día.

¿Trabajáis en equipo o cada uno por su cuenta? ¿Tenéis previsto crecer a medio plazo? ¿Recibís clientes en el espacio o lo usáis más como una base operativa? Responder a estas preguntas os ayudará a evitar sorpresas y a invertir con más sentido.

Lo ideal es hacer una pequeña previsión, aunque el equipo sea reducido. Porque una oficina no solo se compra para hoy, sino también para acompañar el desarrollo del negocio en los próximos años.

2- Olvidar que hay más costes que el precio de compra

Cuando se habla de invertir en 5 errores comunes al comprar una oficina y cómo evitarlos, lo primero que miramos es el precio por metro cuadrado. Pero eso solo es una parte del gasto. Hay otros costes que muchas veces no se tienen en cuenta al principio y que pueden desequilibrar el presupuesto: impuestos, gastos de comunidad, mantenimiento, mobiliario, reformas, licencias...

En especial, hay que prestar atención a todo lo que implica adaptar el espacio: desde el cableado hasta la climatización, pasando por insonorización, accesibilidad o medidas de seguridad. A veces, esos detalles técnicos pueden suponer una inversión considerable.

3- No revisar bien la situación legal del local

Otro punto que no conviene pasar por alto es la parte legal. Puede que hayáis encontrado una oficina que os encanta, pero si no se comprueba bien su situación jurídica, el proceso puede complicarse más de la cuenta.

Hay oficinas con cargas pendientes, con problemas en la comunidad o incluso con limitaciones de uso que impiden ejercer vuestra actividad. Todo eso se puede evitar si se hace una revisión a fondo antes de cerrar la operación.

4- Elegir solo por estar en una zona “de prestigio”

Es verdad que la ubicación importa, y mucho. Pero no siempre tiene sentido apostar por la zona más cara o más conocida. A veces, lo que se busca es proyectar una cierta imagen, pero eso no siempre se traduce en funcionalidad ni en comodidad para el día a día.

Aquí lo importante es encontrar un equilibrio. Existen zonas con buena conexión, en barrios emergentes o áreas más tranquilas, que ofrecen condiciones muy atractivas y más flexibilidad para crecer sin ahogarse financieramente.

5- No pensar en cómo puede evolucionar el espacio

Vivimos un momento en el que muchas empresas están cambiando su forma de trabajar. Algunos equipos apuestan por el modelo híbrido, otros priorizan la flexibilidad y hay quienes optan por estructuras más ágiles. Si compráis una oficina sin tener esto en cuenta, es fácil que se os quede rígida o limitada en poco tiempo.

Por eso, os recomendamos mirar el espacio con perspectiva. Pensad no solo en lo que necesitáis hoy, sino también en cómo podría evolucionar. Una oficina versátil, con zonas abiertas o que permita reconfigurar los espacios fácilmente, será una inversión mucho más sólida.

En cualquier caso, si evitáis estos errores, estaréis creando un espacio que se adapte a vosotros, a vuestro equipo y al futuro de vuestro negocio. Y eso, al final, es lo más importante.

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