Verano agrio para Félix Revuelta: Multa millonaria a Naturhouse y el Logroñés en caída
El presidente de la dietética ha sido sancionado por utilizar información privilegiada para 'hacer caja' con acciones
Al empresario Félix Revuelta se le ha atragantado la tourné que protagonizaba desde hace semanas para presentar su libro de memorias 'El fracaso es el principio del éxito', que ha escrito el periodista Pedro Luis Gómez.
El presidente de Naturhouse ha entrado con mal pie en el verano a cuenta del comportamiento bursátil de la dietética, que sigue atascada, con la acción en torno a 1,60 euros (en vez de los 2 que rebasó en febrero de 2023), la multa que le ha interpuesto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la nueva decepción que ha sufrido el club que posee y preside, la Unión Deportiva Logroñés.
A Revuelta se le ha agrietado la reputación debido a sanción de 110.000 euros que le ha impuesto la CNMV al dar por probado que el 11 y 12 de febrero de 2020 vendió acciones por valor de 1,1 millones de euros en el histórico grupo industrial químico Sniace, que se dedicó a la producción de celulosa, fibrana, lignosulfonatos o energía eléctrica en plantas como la que disponía en Torrelavega (Cantabria).
Sniace entró en liquidación el 14 de febrero y Revuelta, según el citado organismo, conocía que Cogen Energía España iba a resolver anticipadamente el contrato de arrendamiento y gestión de la explotación de la planta de cogeneración de la compañía.
Revuelta tiene la posibilidad de recurrir la sanción ante la Audiencia Nacional, pero por lo pronto ha guardado silencio, tanto sobre esta sanción como sobre la nueva decepción de la Unión Deportiva Logroñés en su intentona de regresar a la Primera RFEF.
El club cayó contra el Marbella por 1-0 en Andalucía y en el nuevo estadio de Las Gaunas, ante 14.000 espectadores, fue derrotado por 0-1 ante el club de la Costa del Sol.
Las cuentas de 2023 compensan los disgustos
Revuelta es dueño del 78% de Naturhouse (que en 2023 obtuvo unas ventas de 50,3 millones de euros, demostró el gran margen de beneficio que goza al generar 11,2 millones y anunció el reparto de 3 millones de euros de dividendos, de los cuales casi cuatro quintas partes irán a su bolsillo).
El rey de las dietas sigue atento a la política (conocida es su animadversión hacia Pedro Sánchez y el independentismo catalán), al campo mediático (como financiador de algunos medios ultraconservadores) y a su ombligo gracias a la citada biografía.
La obra editada por Planeta y epilogada por Pedro J. Ramírez cuenta cómo este empresario burgalés, nacido en 1947 y afincado en La Rioja, cambió Logroño por Barcelona en 1966 para seguir los pasos de su padre y hacerse guardia civil.
Su primera labor fue vigilar a un asesino en un camarote de un ferry que conectaba Barcelona con Palma de Mallorca. Poco después Revuelta leería con entusiasmo la biografía del empresario Lee Iacocca ("Me cambió la vida", reconoce) y estudiaría Empresariales, que fue el trampolín que le sirvió para asesorar a la empresa Dietisa (filial española de Dietetique et Santé) de la que acabaría siendo socio y con la que hizo caja tras su venta a la francesa Rhône Poulenc.
Ese patrimonio lo invirtió en los años 80 para crear el family office (oficina de gestión patrimonial familiar) Kiluva, que es el acrónimo de las sílabas iniciales de su hijo y heredero Kilian, su mujer Luisa (fallecida en febrero de 2023) y su hija Vanessa.
Félix Revuelta no se jubila
Félix Revuelta ni para ni se jubila. La frenética agenda de este economista riojano de 77 años 'hecho a sí mismo' hecha chispas mientras su dueño se reparte entre Madrid (sede fiscal de su cotizada empresa dietética Naturhouse), Barcelona (donde se manifiesta envuelto en un banderón de España tras llevarse su compañía de la Ciudad Condal por el procés), Málaga (ya que posee el Hotel Las Dunas de Estepona y es socio del festival marbellí Starlite) y su Rioja natal (como dueño de la Unión Deportiva Logroñés, que tantos disgustos le da).
Revuelta, convertido en un activista contra el procés, ahora ha reforzado su poder en Naturhouse, de la que controla el 77,99% de la compañía. Fuentes del sector señalan que el empresario cree que la Bolsa castiga con severidad a su empresa, "por lo cual está barata y para él es una oportunidad para comprar".
La valoración bursátil de Naturhouse no llega a los 95 millones de euros, en 2019 rondaba los 120, y el precio de la acción ha caído en torno a un 60% desde que saltó al parqué, allá por 2015 (con una acción alta de precio que otorgó alrededor de 70 millones a Revuelta).
Estos recientes reveses bursátiles se deben a la caída de ventas de la compañía y a la severidad con la que muchos analistas valoran los abundantes dividendos repartidos por la empresa.
Revuelta, que adquirió sus conocimientos empresariales trabajando en el Instituto Nacional de Industria y los dietéticos en DIETISA (filial española de Dietetique&Santé), ahora está pendiente de que vaya tomando las riendas su hijo Kilian, apasionado del motor (es ganador de etapas en la versión clásica del Dakar) y enamorado de Málaga.
Eso sí, al fundador de Naturhouse le cuesta soltar la vara de mando, bien lo sabe Patricia Sanz, despedida como directora general cinco meses después de que el riojano le prometiera que iba a tener las manos libres para trabajar.
140 millones de euros de fortuna
El empresario, convertido en una de las principales fortunas de España con un patrimonio de 140 millones de euros, según Forbes, está invirtiendo en Estados Unidos y apostando por la venta digital con la intención de mantener el negocio.
Pero la compañía no es su único interés, ya que posee la bodega Heredad de Baroja y siempre tiene un ojo puesto en política. De hecho, es uno de los fundadores de la unionista Societat Civil Catalana, financió la aventura de Manuel Valls en el Ayuntamiento de Barcelona y criticó en los medios al independentismo, advirtiendo que una Cataluña independiente "podría convertirse en una república sudamericana".
El empresario también ha sufrido duros reveses desde que abrió la primera tienda de Naturhouse en Vitoria allá por 1992. Algunos morales, sus derrotas frente a la Asociación Española de Dietética (que acusó a su empresa de vender humo); otros económicos (los varios millones de euros que perdió con el KO del Banco Popular); y otros coyunturales, la caída de más del 30% de ventas que sufrió Naturhouse en el pandémico 2020.
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