Manolo Bakes se europeiza: El fondo VGO entra en la icónica marca de cruasanes
La popular empresa ha conseguido cosechar un gran éxito en los últimos años, elevando en 2023 un 30% sus ventas.
En las últimas semanas, la empresa Manolo Bakes, una de las principales compañías españolas del sector de la alimentación, ha dado entrada al fondo VGO Capital como accionista. Su objetivo es el de duplicar su actividad tanto en territorio nacional como internacional.
La gestora institucional de fondos de capital de riesgo entra en escena a través de una ampliación de capital y valora a la empresa alrededor de los 60 millones de euros. La operación implica, además, la salida definitiva de la familia Manzano, creadora original de este popular dulce, pasando Manolo Bakes a convertirse en la propietaria de la marca original de los ‘manolitos’, empresa que pertenece a la sociedad De Boca en Boca SL.
La presencia de sus productos fuera de las fronteras nacionales comenzará con la expansión de Manolo Bakes en nuevos mercados europeos así como en Estados Unidos, Latinoamérica y Oriente Medio.
También está previsto que Portugal abra varios establecimientos de ‘manolitos’ tras haber llegado a un acuerdo con un socio local. En concreto, serán 15 las tiendas con las que contará el país vecino en los próximos años, con previsión de que las dos primeras estén operativas en Lisboa durante el primer semestre del año.
Pablo Nuño y Ángel Terrés son los fundadores de la empresa y ambos ejercen como consejeros delegados y José Antonio del Castillo es el director general. Entre los accionistas de la sociedad De Boca en Boca SL, propietaria de la marca Manolo Bakes, se encuentra el futbolista del Atlético de Madrid, Álvaro Morata, al que en los últimos tiempos algunos habían adjudicado la compra completa de la marca, algo que la empresa ha negado “rotundamente”. También han desmentido que el futbolista haya vendido su participación en la sociedad.
¿Cuál es el origen de los ‘manolitos’?
Manolo Bakes nació en diciembre del 2017 y abrió su primera tienda en Madrid en junio de 2018. Sin embargo, los orígenes que dan nombre a los populares dulces se remontan mucho más atrás. Hace más de 30 años, en 1989, José Manuel Manzano, más conocido como Manolo, fundaba una pequeña pastelería familiar.
El pastelero creó el negocio cuando apenas era mayor de edad y ‘Pastelería Manolo’ se convirtió en todo un éxito, con su primera tienda en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Más tarde se unieron al negocio sus hermanas Remedios y Noelia, y pronto toda la familia se volcó, dando continuidad al oficio familiar con una técnica heredada de sus padres y su abuelo.
Fue allí donde se cometió el error que le daría más adelante la identidad a sus populares ‘manolitos’, unos cruasanes que nacieron de manera accidental cuando Manolo hijo incluyó una cantidad mayor de mantequilla a la receta tradicional de la familia. Los clientes fueron los que acuñaron el término que hacía referencia al dueño y el postre comenzó a ser muy demandado.
En poco menos de 10 años Pastelerías Manolo contaba con cuatro establecimientos más en Colmenar y con tres en Tres Cantos (Madrid). En noviembre de 2012 Remedios decidió patentar la creación inesperada y el éxito del postre creció hasta expandirse por todo el país.
“Manolito viene por el nombre de mi padre y el mío”, afirmaba Manolo para ‘Dos en la carretera’ de Telemadrid. Una receta que se compone de mantequilla, harina, azúcar y “un secreto”. Algo que da la esencia al cruasán y que nunca será desvelado: “Solo lo sabía mi padre y yo no voy a decirlo nunca”, afirmaba para el medio.
Desde ese momento se ha posicionado como uno de las empresas principales dentro de la categoría de ‘Coffee & Pastry Shop’ y cuentan ya con más de 40 tiendas repartidas por distintas ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Coruña, Sevilla, Valladolid, y Santander.
“El origen de Manolo Bakes se remonta a 2017. Nos fusionamos dos grupos, Crosantino y Pastelerías Manolo, para que ellos aportaran una parte fundamental del negocio como es el producto, no solo los 'manolitos', sino el resto de elaboraciones, y nosotros toda esa parte de marketing, desarrollo de negocio, de gestión y de tecnología para hacer la empresa escalable”, explicaba Pablo Nuño en 2020.
“El modelo de negocio que tenían ellos estaba basado en obradores centrales, y nosotros el modelo que planteábamos, que es el que Manolo Bakes ha heredado, es un modelo donde la producción se descentraliza. Es decir, no tiene por qué haber solo obradores centrales, sino que puede haber pequeñas labs, que es como llamamos nosotros a los obradores, que desde una misma tienda puedan producir para esa misma o para otras, y así tener obradores pequeños en el centro de la ciudad”, añadía el CEO de la empresa.
Y es que, varios años atrás, la empresa apostó por la franquicia Manolo Bakes, donde los hermanos Manzano participaban como socios al 50 por ciento, pero alejados ya de la de dirección, que dejaron en manos de otros inversores. Hasta ahora la otra mitad pertenecía a Pablo Nuño, CEO de Manolo Bakes, y al futbolista Álvaro Morata.
En 2020 Pablo ya hablaba de previsiones futuras en el ámbito internacional: “Para el 2021 queremos ya hacer un primer test y a partir de 2022 centrarnos en el[apartado]internacional. Hay muchos países en Latinoamérica o en Europa, como puede ser Portugal, Reino Unido u otras regiones que creemos que pueden tener el mismo tirón que en España. Pero evidentemente vamos poco a poco y con cabeza”, explicaba.
Poco después, en 2023, la empresa consiguió elevar sus ventas un 30 por ciento, superando así los 32 millones de euros y alcanzando las 42 tiendas abiertas en el territorio nacional. En la actualidad, Manolo Bakes vende en torno a 70.000 cruasanes al día. Con la incorporación de VGO, se plantea el objetivo de llegar a los 100 locales en España y se prepara para abrirse al mercado internacional.
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