Malas noticias: el pago a miles de pensionistas que se va a retrasar hasta 3 años
Se alarga el tiempo de espera y los ánimos decaen, son miles los que deberán seguir esperando hasta el año 2028
El paso del tiempo suele jugar en contra cuando se trata de decisiones administrativas que afectan directamente a los bolsillos. Para quienes esperan el pago de cantidades adeudadas, las demoras pueden convertirse en un golpe emocional y económico. En muchos casos, las promesas incumplidas generan no solo descontento, sino también incertidumbre sobre el futuro.
En esta situación se encuentran miles de antiguos mutualistas. Después de mucho tiempo esperando el cobro de su devolución del IRPF por errores del pasado, se enfrentan a un nuevo retraso. Las razones que han llevado a esta decisión dejan a muchos pensionistas con la esperanza rota y con tres años más de espera por delante.
Una espera que se alarga hasta el 2028
Hacienda ha confirmado que los pensionistas afectados no recibirán la devolución completa del IRPF hasta el año 2028. Esto haciendo referencia a las prestaciones cobradas entre 2018 y 2020. Los casi 4.000 euros por persona, son cantidades que fueron indebidamente retenidas en su momento y que tendrían que devolverse progresivamente hasta 2025.
Sin embargo, un cambio en los procedimientos ha extendido el plazo tres años más, afectando a quienes esperaban recibir este dinero en los próximos meses. Según las explicaciones oficiales, los motivos son la necesidad de reorganizar el pago debido al volumen de solicitudes recibidas y a problemas de gestión interna.
Este retraso impacta principalmente a pensionistas mayores, muchos de los cuales dependían de este ingreso para cubrir gastos esenciales. Las asociaciones de mutualistas han denunciado la falta de planificación por parte de Hacienda y la ausencia de medidas para agilizar un proceso que perjudica la vida de los afectados.
Lo inesperado: se alarga la espera
La devolución del IRPF corresponde a antiguas mutualidades estatales que precedieron al actual sistema de la Seguridad Social. Se trata de cantidades retenidas en prestaciones por jubilación, viudedad o incapacidad que, tras un cambio legislativo, se determinó que debían devolverse a los beneficiarios. Miles de pensionistas afectados expresan su frustración ante lo que consideran una decisión injusta.
La falta de soluciones inmediatas y la prolongación del plazo han generado un descontento generalizado. Hacienda insiste en que los pagos están garantizados. Sin embargo, la espera prolongada ha dejado a muchos con la sensación de que las promesas no siempre se cumplen en tiempo y forma.
La incertidumbre pesa y, para muchos, los próximos tres años se sienten como una eternidad. Sin saber si, finalmente, podrán tener acceso a este dinero que les perteneces, pero se ha ido haciendo cada vez más esquivo.
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