Hacienda tiene un aviso importante para todos los que sacan dinero de los cajeros

El uso de dinero en efectivo sigue siendo una práctica habitual en España, pese al auge de las tarjetas de crédito, pagos electrónicos y aplicaciones móviles como Bizum. Millones de personas continúan recurriendo a los cajeros automáticos para obtener billetes y monedas que faciliten sus transacciones diarias.

Sin embargo, la naturaleza anónima del efectivo ha hecho que las autoridades incrementen los controles para prevenir el fraude. Por ello Hacienda ha decidido establecer límites en el uso de los cajeros automáticos.

¿Por qué Hacienda ha puesto el foco en los cajeros automáticos?

Las regulaciones responden a la necesidad de combatir las actividades ilegales y garantizar la transparencia en las transacciones financieras. El efectivo, al no dejar rastro digital, se presta fácilmente para prácticas ilícitas, como el blanqueo de capitales o la evasión fiscal.

Con el fin de reducir estos riesgos, Hacienda y las entidades bancarias han fijado límites específicos para la retirada de dinero en los cajeros, así como para los pagos en efectivo.

Uno de los aspectos clave de las normativas es el de 3.000 euros en las retiradas. Este es el umbral a partir del cual los bancos están obligados a reportar la operación a la Agencia Tributaria.

En caso de superar esa cantidad, la entidad financiera debe informar a Hacienda. Lo que podría desencadenar una revisión para verificar la legalidad de los fondos. Este control también se extiende a los cheques al portador, considerados efectivo según la normativa vigente.

Diferencias entre bancos 

Aunque la regla de los 3.000 euros de Hacienda se aplica de manera general, no todos los bancos permiten retiradas diarias de tal cantidad. Por ejemplo, el Santander ofrece la posibilidad de extraer hasta 3.000 euros en un día, mientras que en otros bancos la cantidad máxima diaria puede oscilar entre 800 y 1.200 euros.

La variabilidad en las restricciones hace recomendable consultar las políticas específicas de cada entidad bancaria, bien sea a través de su página web o acudiendo a una de sus oficinas.

Estos no solo buscan disuadir el uso indebido del efectivo, sino también fomentar el uso de pagos electrónicos, especialmente para transacciones de alto valor. De hecho, la normativa establece que en comercios, cualquier pago en efectivo por encima de 1.000 euros no está permitido. Obligando así a los consumidores a utilizar tarjetas de crédito o transferencias bancarias para cumplir con la ley.

Cuando se requiere una cantidad superior a los límites establecidos en los cajeros, la opción disponible es acudir a la ventanilla del banco. En estos casos, es necesario informar con antelación a la entidad para que pueda preparar el efectivo. Los bancos están obligados a registrar y comunicar estas operaciones a Hacienda, por lo que es recomendable anticiparse para evitar retrasos o inconvenientes.

Pese al avance de los pagos electrónicos, el efectivo sigue siendo una opción preferida para muchos. La medida adoptada por Hacienda no pretende eliminar su uso. Si no regularlo con el objetivo de mantener la integridad del sistema financiero.