No te libras de Hacienda: el dinero que se lleva de la subida de las pensiones en 2025
El aumento de las pensiones en 2025 deja una parte significativa en manos de Hacienda, esto es lo que debes saber
El Gobierno anunció una revalorización de las pensiones del 2,8% para el año 2025. Una medida que ha sido presentada por Hacienda como un acto de "justicia social". Esta subida, calculada a partir del promedio del IPC de los últimos doce meses, supone un incremento medio anual de 600 euros por pensionista.
Sin embargo, detrás de esta mejora en las prestaciones hay un impacto fiscal que reduce considerablemente el beneficio real para los jubilados. Según datos proporcionados por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), los pensionistas no verán íntegra la cantidad anunciada. Esto debido al efecto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Por ejemplo, tal y como explican desde Libre Mercado, un jubilado de 66 años con una pensión de 16.320,53 euros anuales en 2025 experimentará una subida de 444,53 euros. No obstante, Hacienda retendrá 191,15 euros de esta cantidad, dejando únicamente 253,38 euros extras disponibles para el pensionista.
El impacto fiscal en las pensiones más bajas de Hacienda
La situación es similar para otras pensiones que superan el umbral mínimo sujeto a IRPF. En algunos casos, la retención fiscal de Hacienda alcanza casi la mitad de la subida prometida.
Por lo tanto, este dinero de más que deberían llevarse los pensionistas mes a mes, se ve reducido por los impuestos obligatorios que hay que pagar. Nada raro, por otra parte, teniendo en cuenta que todos sabemos que tanto las pensiones como las nóminas están sujetas a este IRPF mensual.
Este escenario plantea preguntas sobre el efecto real de la revalorización de las pensiones. Ya que una parte del esfuerzo financiero destinado a mejorar el poder adquisitivo de los jubilados vuelve al Estado a través del sistema tributario.
El desafío del equilibrio financiero de Hacienda
A pesar de todas las medidas que ya se están aplicando, las pensiones siguen en serios problemas de cara al futuro. Las transferencias del Estado a la Seguridad Social continúan en aumento.
Actualmente, cerca de un cuarto del gasto total en pensiones proviene directamente de los Presupuestos Generales del Estado, debido a que los ingresos por cotizaciones resultan insuficientes para cubrir el gasto. Una situación que muchos ya catalogan como insostenible.
El anuncio de la subida de las pensiones puede interpretarse como una mejora significativa para los jubilados, pero el impacto fiscal reduce su alcance real. Hacienda juega un papel clave en este proceso, asegurándose de que una parte de esta revalorización regrese a las arcas públicas.
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