Hacienda avisa a miles de padres: si haces esto con tu dinero perjudicarás a tu hijo

Muchos padres deciden, cuando sus hijos alcanzan la mayoría de edad, incluirlos como cotitulares en sus cuentas bancarias o abrir una cuenta conjunta. Esta práctica tan común tiene varias implicaciones fiscales. Tal y como ha aclarado recientemente la Dirección General de Tributos (DGT), organismo dependiente de Hacienda.

La respuesta se basa en la situación de un matrimonio que planteó a la DGT una duda. Su intención era traspasar dinero de su cuenta a la de su hijo en busca de un mejor rendimiento. Lo que motivó una explicación sobre las consecuencias fiscales de las cuentas compartidas.

¿Quién tributa por los rendimientos de una cuenta bancaria compartida?

La consulta de la DGT detalla que los rendimientos obtenidos de un depósito bancario, deben tributar como rendimiento de capital mobiliario. Según Hacienda, quien aparece como titular del dinero en la cuenta debe declarar los rendimientos generados en su declaración de la Renta.

Sin embargo, la situación se complica cuando el titular no es el único propietario de los fondos. En estos casos, los progenitores deberán demostrar ante la Agencia Tributaria que son los verdaderos dueños del capital depositado. Especialmente si el hijo no ha contribuido económicamente a los fondos de la cuenta.

Para Hacienda, cuando los titulares de una cuenta no son realmente los propietarios del dinero depositado, la obligación de tributar recae en los verdaderos dueños. Aunque aparezcan otros titulares. Así, la titularidad del dinero, si pertenece únicamente al matrimonio, obliga a que sean ellos quienes asuman la responsabilidad fiscal por los rendimientos. 

Esto cobra especial importancia cuando el hijo podría estar en riesgo de asumir una carga tributaria que no le corresponde si no se demuestra la titularidad real de los fondos. Cuando son menores no suele haber problemas, pero cuando empiezan a tener su independencia financiera vienen los líos.

¿Cómo afecta la titularidad de las cuentas bancarias a los impuestos?

El caso expuesto por la DGT evidencia la importancia de la titularidad en las cuentas compartidas. Hacienda aclara que la titularidad formal de una cuenta bancaria suele indicar quién es dueño del dinero. Sin embargo, esa titularidad puede ser “enervada” o cuestionada si se prueba que otra persona es, en realidad, el propietario del capital depositado.

En este caso particular, el matrimonio puede acreditar que, aunque su hijo figure como cotitular, el dinero proviene de sus propios fondos. Y, por lo tanto, la obligación de tributar recaería únicamente en ellos. Para evitar posibles confusiones y sanciones, la DGT aconseja que esta titularidad quede reflejada de manera clara en los registros.

Si la titularidad del dinero no queda acreditada, Hacienda podrá asumir que cualquier persona inscrita como titular de una cuenta compartida es también dueña de los fondos. Y, por ende, responsable de tributar por ellos.

Este principio es particularmente importante para las familias que buscan incluir a sus hijos en sus cuentas. Ya que, de no hacerlo correctamente, estos podrían verse obligados a asumir obligaciones fiscales no previstas.