Este es el único caso en el que puedes seguir trabajando y cobrar la pensión
La jubilación activa permite cobrar la pensión y seguir trabajando, pero deben cumplirse tres requisitos
La jubilación activa es la única modalidad que ofrece a los pensionistas la posibilidad de seguir trabajando mientras continúan recibiendo su pensión de jubilación. Esta opción, que combina ingresos laborales con la percepción de una parte de la pensión, se está volviendo cada vez más popular. Especialmente, entre aquellos que desean seguir activos en el mercado laboral sin renunciar a los beneficios de la jubilación.
Pero, ¿en qué consiste exactamente la jubilación activa? ¿Quién puede acceder a ella y cuáles son las condiciones?
¿Quiénes pueden beneficiarse de la jubilación activa?
La jubilación activa es un régimen especial que permite a los pensionistas de jubilación seguir trabajando y, al mismo tiempo, percibir una parte de su pensión. A diferencia de la jubilación tradicional, donde se cesa totalmente la actividad laboral, la jubilación activa permite compaginar el empleo con la pensión. Un hecho que brinda una mayor flexibilidad financiera y personal a quienes no desean abandonar del todo su vida laboral.
Sin embargo, no todos los pensionistas pueden acceder a la jubilación activa. Para beneficiarse de esta modalidad, es necesario cumplir con ciertos requisitos:
- Haber alcanzado la edad legal de jubilación. Solo pueden acceder a la jubilación activa aquellos que han alcanzado la edad legal de jubilación ordinaria. No es aplicable a quienes se han jubilado anticipadamente.
- Haber cotizado el tiempo mínimo requerido. Es imprescindible haber cotizado el mínimo de años necesarios para acceder a la pensión completa. En España, esto significa que debes haber cotizado un mínimo de 37 años (o 15 años, en caso de pensión mínima) para recibir el 100% de la pensión.
- Compatibilidad con cualquier tipo de trabajo. La jubilación activa es compatible con cualquier tipo de trabajo, ya sea por cuenta propia (autónomos) o ajena (trabajadores por cuenta ajena). Esto ofrece una gran flexibilidad, permitiendo a los pensionistas seguir trabajando en el mismo empleo o en uno diferente.
Aunque la jubilación activa ofrece la posibilidad de seguir trabajando, existen ciertas condiciones y limitaciones que deben tenerse en cuenta:
- Reducción de la pensión. Al optar por la jubilación activa, el pensionista solo recibe el 50% de la totalidad de su pensión. El otro 50% se percibe una vez que se cesa completamente la actividad laboral. Sin embargo, esta reducción se ve compensada por los ingresos adicionales que se obtienen del trabajo.
- Contribución a la Seguridad Social. Durante el período de jubilación activa, el pensionista debe seguir cotizando a la Seguridad Social, aunque las cotizaciones son más reducidas. Estas cotizaciones no incrementan la pensión futura, pero son obligatorias.
- Incompatibilidades. La jubilación activa es incompatible con la percepción de otras pensiones, como la de incapacidad permanente. También es incompatible con trabajos a tiempo completo en el sector público, aunque se permite en algunas circunstancias específicas.
La jubilación activa es una opción atractiva para aquellos que desean mantener un pie en el mercado laboral mientras disfrutan de los beneficios de la jubilación. Sin embargo, es importante considerar las condiciones y limitaciones antes de tomar esta decisión.
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