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ECONOMÍA

Crisis en el Banco Santander: Un error de seguridad facilitó que Irán moviese dinero

Irán esquivó las sanciones internacionales gracias a un error del Santander, que durante un tiempo cobijó una cuenta

Duro revés para el Banco Santander, que vio este lunes evaporarse el repunte bursátil que disfrutó la pasada semana gracias a que en el ejercicio 2023 sumó un beneficio récord de más de 11.000 millones de euros. 

Y es que el Financial Times desveló que la filial británica de la entidad bancaria presidido por Ana Patricia Botín, Santander UK, cobijó una cuenta bancaria que facilitó que el régimen iraní sortease las sanciones internacionales para mover dinero a nivel global. 

Del rumor a la confirmación

El Gobierno de Estados Unidos lleva varios años denunciando que Irán extiende su poder utilizando empresas petroquímicas pertenecientes al régimen islámico, que cuenta con empresas pantalla en países occidentales que se nutren de operaciones surgidas en Asia. 

Tal y como informó este lunes el emblemático diario británico, Santander UK y su principal competidor (el banco Lloyds) tuvieron una cuenta de Pisco UK, supuestamente propiedad en su totalidad de un ciudadano británico llamado Abdollah-Siauash Fahimi quien, tal y como ha probado la web opositora iraní WikiIran, actúa a las órdenes de Petrochemical Commercial Company (PCC). 

Esta última es propiedad del Estado iraní y "formaba parte de una red a la que EEUU acusa de recaudar cientos de millones de dólares para la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní y de trabajar con agencias de inteligencia rusas para recaudar dinero para las milicias iraníes", cuenta Financial Times. 

El medio de comunicación explica que la división británica de PCC ha seguido operando desde una oficina en Grosvenor Gardens, en el barrio londinense de Belgravia, recurriendo a una compleja red de empresas pantalla en Gran Bretaña y otros países.

Se avecinan sanciones millonarias contra Botín

Otros escándalos similares relacionados con fallos de seguridad que favorecieron a Irán le costaron sanciones a bancos como Standard Chartered, que tuvo que pagar más de 1.000 millones de dólares, y UniCredit, que tuvo que abonar 1.300 millones. 

Sede del Santander.
Sede del Santander. | El Cierre Digital

El Santander ha filtrado que ha cerrado la cuenta de Pisco UK pese a señalar que no puede "hacer comentarios sobre relaciones específicas con clientes. Santander cumple con sus obligaciones legales y reglamentarias, y estamos muy centrados en el cumplimiento de las sanciones". 

Posteriormente, la multinacional ha cambiado el silencio por el desmentido: "Santander no ha incumplido la normativa estadounidense sobre sanciones impuestas a terceros de acuerdo con nuestra investigación. El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones. Santander continuará colaborando proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses". 

Un informe de Bankinter subraya que "el problema es que este tipo de noticias suele conllevar una investigación por parte del supervisor bancario que audita los procedimientos de control y cumplimiento normativo de las entidades", lo cual facilita que se muestren "deficiencias en el control de las operaciones, lo que podría traducirse en sanciones económicas". 

La seguridad como bandera para Ana Patricia Botín

El escándalo del Santander golpea contra el discurso de Ana Patricia Botín, que alardeaba de la seguridad de la compañía que preside y que ahora está centrada en remover su cúpula tras el nombramiento de Petri Nikkilä como nuevo consejero delegado global de Openbank y responsable del negocio de consumo no-auto de Digital Consumer Bank.

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Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander. | El Cierre Digital

Según declara Botín, "Petri es una excelente incorporación a nuestro equipo y aporta un profundo conocimiento del entorno financiero, así como una amplia visión estratégica en el sector de consumo. En los últimos siete años, Openbank se ha convertido en el mayor banco nativo digital por depósitos de Europa y su tecnología es clave para la transformación del grupo. Digital Consumer Bank es también una parte fundamental de nuestra estrategia, ya que nos permite construir relaciones más sólidas con los clientes y consolidar un crecimiento constante y rentable". 

La noticia sobre Irán también arruina el bombo generado por el propio banco tras conocerse que es una de las empresas más admiradas del mundo, según el ranking anual publicado por la revista estadounidense Fortune. 

La lista reconoce a las empresas mejor valoradas entre las firmas más grandes del mundo tras hacer encuestas en las que han participado más de 15.000 directivos, consejeros y analistas. Santander ocupa el séptimo lugar entre los bancos más admirados del mundo.

La compañía también estaba de dulce tras presentar un beneficio atribuido de 11.076 millones de euros en 2023, un 15 por ciento más en euros corrientes que en 2022, gracias al fuerte crecimiento de los ingresos, especialmente en Europa, al aumento del número de clientes y al control de costes. 

La presidenta del banco afirmó que su objetivo "es dar resultados en el corto plazo y asegurar que crecen y son sostenibles en el futuro, y estoy convencida de que 2024 será aún mejor para Santander, con inercia positiva en la mayoría de nuestros negocios, pese a los mayores riesgos geopolíticos y la ralentización de la economía global". 

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