Cambios en 2025 en la pensión mínima en España: cuánto se cobrará desde ahora
El aumento de la pensión mínima en 2025 plantea nuevas preguntas sobre su acceso y sostenibilidad, lo que hay que saber
El Gobierno ha anunciado que las pensiones mínimas aumentan un 6% en 2025, una medida dirigida a mejorar las condiciones de vida de los pensionistas con menores ingresos. Este incremento forma parte de una política de protección social. Busca garantizar que los jubilados con pensiones más bajas puedan mantener su poder adquisitivo en un contexto económico marcado por la inflación.
En España, la pensión mínima ha seguido una tendencia ascendente en los últimos años, ajustándose anualmente según el Índice de Precios al Consumo (IPC). Este aumento ha estado acompañado de cambios en los requisitos para acceder a este tipo de pensión. Los cuales varían según factores como la edad, el estado civil, la situación familiar y el historial de cotización.
Cómo ha evolucionado la pensión mínima en España
En los últimos cinco años, las pensiones mínimas han registrado un incremento acumulado superior al 20%. Reflejando el compromiso de los sucesivos gobiernos con la mejora de esta prestación.
Este aumento está vinculado al Real Decreto 1058/2022, que establece la revalorización anual de las pensiones según el IPC medio del año anterior. Gracias a esta medida, los jubilados han podido mitigar los efectos de la inflación y mantener su capacidad adquisitiva.
La pensión mínima anual en 2025 para los jubilados de 65 años o más se establece en 12.241,60 euros, mientras que para quienes tienen un cónyuge a cargo, esta cantidad asciende a 15.786,40 euros. Por su parte, los pensionistas menores de 65 años percibirán un mínimo de 11.452 euros al año, que también se incrementa a 15.786,40 euros si cuentan con un cónyuge dependiente.
Requisitos para acceder a la pensión mínima contributiva
Para poder recibir una pensión mínima contributiva, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Entre los más importantes se encuentran:
Haber alcanzado la edad legal de jubilación, que en 2025 es de 66 años y ocho meses. Salvo que se hayan cotizado al menos 38 años y tres meses, en cuyo caso se permite jubilarse a los 65 años.
Acreditar un período mínimo de cotización de 15 años. De los cuales al menos dos deben estar comprendidos en los últimos 15 años antes de la fecha de jubilación.
Residir en España, un requisito especialmente relevante en el caso de las pensiones no contributivas. Tener ingresos limitados, ya que el acceso al complemento a mínimos depende de no superar ciertos umbrales de renta establecidos anualmente.
Diferencias entre pensiones contributivas y no contributivas
Las pensiones contributivas dependen de las cotizaciones realizadas durante la vida laboral del solicitante. Si la pensión calculada no alcanza el mínimo legal, se aplica un complemento para llegar a esta cifra.
Por otro lado, las pensiones no contributivas están destinadas a personas que no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
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