Jaume Roures se baja del barco. El productor de 73 años da un portazo a Mediapro tras tres décadas al frente de la compañía que él mismo fundó con Tatxo Benet, que se mantiene en la factoría poco antes de su inminente venta por parte del fondo chino Southwind Media.
Esta compañía pretende amortizar los más de 1.000 millones que ha invertido en el último lustro en la factoría catalana mediante su venta a otro vehículo de inversión que se haga cargo de la deuda, 435 millones de euros, y que quizá, desvirtúe el proyecto mediante recortes y nuevos bríos.
Enfado chino
El Consejo de Administración de Mediapro aceptó en el mediodía de este viernes el portazo de Roures. Esta baja tan sensible, indudablemente, afectará a la venta de la compañía, ya que gran parte de la facturación de la misma depende de sus contratos con LaLiga, en la que el socio-gestor era clave por su sintonía con Javier Tebas.
Su baja, en principio, no afectará a los contratos ligueros de Mediapro, ya que estos están garantizados hasta el verano de 2026.
Explicaciones
Southwind Media controla el 85 por ciento de Mediapro y ahora reconocen que "Roures y Benet han sido unas piezas clave en la evolución no solo de Grupo Mediapro, sino que han sido referentes mundiales en el sector audiovisual".
El fondo chino garantiza que la marcha de Roures no conllevará un éxodo en Mediapro hasta otra productora fundada por el considerado 'trotskista': "Todos ellos están plenamente comprometidos con el futuro del grupo y trabajan sin descanso para satisfacer a sus clientes y aportarle valor a los accionistas".
Jaume Roures. | El Cierre Digital
Benet, que se mantiene en la empresa, afirma que "Mediapro se ha convertido en una gran empresa, una empresa resiliente que ha demostrado que siempre ha sabido superarse ante cualquier nuevo desafío".
"Todo el equipo gestor y las 7.000 personas que trabajamos en el grupo seguiremos haciéndolo con la misma eficiencia, eficacia y dedicación. Todo el equipo gestor y su consejero delegado estamos totalmente alineados con los socios accionistas del grupo, Southwind y WPP, con quienes compartimos sin fisuras el proyecto de futuro de la compañía".
Benet quiso desmontar las informaciones de Cinco Días, que afirmó que Roures se marchaba porque no sintonizaba con los nuevos tiempos: "No hay, en este sentido, ni la más mínima disconformidad. En este sentido, no solo no ha habido discrepancias en el modelo de futuro, sino que no ha habido ni el más mínimo cambio ni en el proyecto fundacional ni en los valores que el grupo representa. Y no los va a haber mientras este equipo directivo esté aquí, porque es este equipo directivo quien los ha puesto en práctica durante treinta años y porque nuestros accionistas comparten nuestro proyecto y nuestros valores, que han sido clave a la hora de valorar su inversión en Mediapro. Nadie los ha cambiado ni nadie quiere cambiarlos".
El futuro de Roures
Fuentes de Mediapro consultadas por Elcierredigital.com dan por seguro que Roures "ha querido evitar la venta de la compañía y, tras no lograrlo, se ha marchado y previsiblemente desde otra empresa seguirá ligado al mundo del fútbol y el cine, que son dos de sus pasiones". Otra clave de su futuro es Público, que le pertenece.
El diario digital dirigido por Virginia P. Alonso no está ligado empresarialmente a Mediapro, ya que Roures era consciente de que cualquier polémica de Público podría salpicar a un gigante que el pasado año facturó más de 1.200 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 128.
No es baladí que viendo estos resultados, extraordinarios en comparación con ejercicios pretéritos, el fondo chino quiera ahora vender.
Público, recién reforzado
Público ha arrancado temporada reforzando su área televisiva tras robarle 'HECD' con Marina Lobo al Canal Red de Pablo Iglesias, que se marchó del proyecto de Roures este pasado mes de febrero.
Público TV también ha sumado el espacio de entrevistas 'Con habitación propia', que los lunes de cada dos semanas ofrece entrevistas realizadas por la directora de Público, Virginia Pérez Alonso. Los martes, la escritora y humorista antirracista Asaari Bibang, realiza vídeos sobre la actualidad.
Cada miércoles se ha sumado al proyecto Ana Bernal-Triviño, periodista, profesora de la UOC y columnista de Público, experta en igualdad de género. Este campo también está siendo abordado los jueves por Cristina Fallarás, columnista de Público que realiza una pieza de opinión en formato audiovisual.
Y, por último, la exdirectora de Público y actual responsable de sus relaciones institucionales, Ana Pardo de Vera, realiza cada sábado un videoblog de opinión.
Roures, los sindicatos y la libertad de expresión
Roures también podría volcarse en su faceta política pese a que su progresismo ha sido puesto varias veces en duda por su decisión de cerrar la versión en papel de Público y enviar a sus trabajadores a Fogasa o por las condiciones laborales que reinan en Mediapro, y que han sido denunciadas por CCOO o la CNT. Por otra parte, Jaume Roures ha intentado acallar a sus críticos en los tribunales.
El pasado año la sección nº 16 de lo Civil de la Audiencia Provincial de Barcelona confirmó que Federico Jiménez Losantos no vulneró su derecho al honor. Roures, que también llevó sin suerte a los tribunales al escritor Alfonso Ussía y al digital catalán Crónica Global por hechos similares, fue criticado por Losantos en Es Radio y El Mundo a cuenta de su célebre reunión con Pablo Iglesias y Oriol Junqueras en su domicilio allá por 2017.
Pere Rusiñol. | El Cierre Digital
Roures también fue noticia el pasado año al querellarse contra Pere Rusiñol, que trabajó para él en la versión en papel de Público e intentó frenar el concurso de acreedores que sirvió para echar a los trabajadores con indemnizaciones a cuenta de Fogasa.
El periodista habló sobre dónde se ve trabajando "dentro de 20 años. Yo pensaba que me jubilaría en El País porque creíamos mucho en él, pero se fue todo al traste, y luego en Público tuve como patrón a Jaume Roures, otro estafador".
En Regió 7, Rusiñol afirmó que Roures "controlaba la sociedad desde una empresa en Holanda, un paraíso fiscal, y eso a pesar de que nosotros criticábamos los paraísos fiscales. Cuando lo descubrimos ya había cerrado. Nos hizo un ERTE y nos rebajó el sueldo diciendo que salvaría el periódico, y no lo hizo. Nos dejó de pagar dos meses, y con el dinero se compró un restaurante de lujo en Barcelona. Y decía que era un proyecto de izquierdas".
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