CaixaBank informa: la opción que tienen los clientes para cuidar mejor su dinero

Cuando se abre una cuenta bancaria en CaixaBank, es común encontrarse con dos términos importantes: cotitular y autorizado. Aunque a primera vista pueden parecer similares, hay diferencias relevantes entre ellos.

Conocer estas diferencias es fundamental para saber los derechos que cada uno tiene sobre el dinero en la cuenta. Y cuál es la forma adecuada de gestionar los fondos.

¿Qué es un cotitular y cómo funciona en una cuenta de CaixaBank?

Un cotitular es una persona que comparte la titularidad de una cuenta bancaria con uno o más individuos. Esto significa que cada cotitular tiene los mismos derechos y responsabilidades sobre la cuenta.

Esta persona puede hacer depósitos, retiros, transferencias y consultas, y tiene plena autoridad para realizar cualquier operación. En caso de fallecimiento de uno de los cotitulares, los demás mantendrán acceso al dinero y podrán seguir gestionando la cuenta según lo acordado previamente.

Existen dos tipos de cotitularidad: solidaria y mancomunada. En la cotitularidad solidaria, todos los cotitulares pueden operar libremente sin necesidad de la aprobación del otro. Mientras que en la cotitularidad mancomunada, se necesita el consentimiento de todos o la mayoría para realizar ciertas transacciones.

¿Qué implica ser un autorizado en una cuenta de CaixaBank?

Por otro lado, un autorizado es una persona que, sin ser titular, tiene permiso para usar la cuenta en nombre de uno o más cotitulares, pero con limitaciones. Un autorizado puede retirar efectivo, hacer transferencias o domiciliar pagos, pero no puede cambiar las condiciones de la cuenta, añadir nuevos titulares ni realizar acciones legales relacionadas con la cuenta. Además, en caso de fallecimiento del titular, el autorizado pierde automáticamente todos los derechos sobre la cuenta. 

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Diferencias clave entre cotitular y autorizado

La diferencia fundamental entre un cotitular y un autorizado es el nivel de control y responsabilidad sobre la cuenta. Mientras que un cotitular comparte todas las responsabilidades y derechos, un autorizado solo puede realizar ciertas operaciones bajo las condiciones establecidas por los titulares.

Además, la responsabilidad fiscal recae únicamente en los cotitulares, no en los autorizados, lo que significa que solo los primeros están sujetos a obligaciones tributarias.