El aviso de Hacienda que te interesa, y mucho, si te han despedido este año

En lo que va de año, un número significativo de trabajadores ha experimentado el impacto de los despidos en el ámbito laboral. La buena noticia para muchos de estos empleados es que, en la mayoría de los casos, han tenido derecho a una indemnización por despido. Esta varía en función de varios factores, como el tiempo de antigüedad en la empresa y el salario percibido.

Las indemnizaciones pueden variar ampliamente. Desde cantidades modestas para aquellos con salarios más bajos y menor antigüedad, hasta cifras más sustanciales para quienes ocupaban cargos de mayor responsabilidad y tenían años de servicio en la empresa.

Aunque recibir una indemnización puede ser un alivio financiero tras la pérdida del empleo, surge una pregunta crucial para muchos ex empleados. ¿Cómo afecta esta indemnización a la declaración de la Renta ante Hacienda?

Hacienda da la respuesta

La Ley 35/2006, en su artículo 7, sección e, establece que las indemnizaciones por despido están exentas de IRPF ante Hacienda, siempre que se ajusten a lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores (ET). Sin embargo, el Real Decreto 439/2007 precisa que la exención solo aplica si el trabajador se desvincula realmente de la empresa.

Si el trabajador vuelve a la misma empresa o a una vinculada en los tres años siguientes, no se considerará desvinculación efectiva. El límite para la exención que marca Hacienda es de 180.000 euros. Las indemnizaciones que superen esta cantidad están siempre sujetas a tributación.

Las reglas para la tributación de indemnizaciones son claras, pero hay excepciones, dice Hacienda. Al recibir una indemnización por despido, es crucial entender su tratamiento fiscal. Las indemnizaciones exentas están limitadas a 180.000 euros y deben cumplir con los requisitos legales. Para indemnizaciones superiores a este monto o en casos especiales, es recomendable consultar a un asesor fiscal.

Diferencia con el finiquito

A menudo, se confunden la indemnización por despido y el finiquito, pero son conceptos distintos con tratamientos fiscales diferentes. El finiquito es un pago que el trabajador recibe al finalizar su relación laboral con una empresa.

Este monto se calcula independientemente del motivo de la salida. El finiquito incluye el salario pendiente, las vacaciones no disfrutadas, los pluses no abonados y la parte proporcional de las pagas extraordinarias. Es importante destacar que el finiquito siempre tributa en el IRPF como rendimiento del trabajo.

Por otro lado, la indemnización por despido se otorga como compensación por la pérdida del empleo. A diferencia del finiquito, la indemnización puede estar exenta de tributación en el IRPF si cumple ciertos requisitos.