Saltan las alarmas en los cajeros automáticos: si ves esto, avisa rápido a la policía
Los ladrones usan técnicas cada vez más avanzadas para conseguir tus claves de acceso o el pin de tus tarjetas
Los robos en los cajeros automáticos han experimentado un alarmante aumento en los últimos años. Los delincuentes no dejan de perfeccionar sus técnicas, para conseguir cometer estos fraudes de la manera más discreta posible. Y el problema es que cada vez se hace más difícil darse cuenta de que nos están robando los datos bancarios.
Según alerta Postal, un diario portugués, los estafadores han desarrollado herramientas avanzadas para leer la información de las tarjetas en los cajeros. Disponen, por ejemplo, de terminales de pago diseñados específicamente para capturar datos confidenciales como números de tarjeta, códigos de seguridad y PIN.
Posteriormente, toda esta información la pueden usar para acceder ilegalmente a cuentas bancarias, realizar compras no autorizadas e incluso abrir nuevas cuentas a nombre de las víctimas.
Mucho ojo con el skimming, la técnica para copiar los datos de la tarjeta
Una de las técnicas más usadas es el uso de dispositivos de skimming, que se instalan en los lectores de tarjetas para copiar sus datos. Además, los ladrones utilizan cámaras ocultas para registrar el PIN y superposiciones en los teclados para captar la información introducida por el usuario. Estas tácticas, cada vez más sofisticadas, dificultan la detección de cajeros manipulados por parte del usuario promedio.
Para protegerse de estas estafas, es crucial adoptar varias medidas de precaución. Por ejemplo, antes de insertar la tarjeta en un cajero es recomendable inspeccionar el cajero en busca de signos de manipulación. Se debe verificar la presencia de lectores de tarjetas sueltos, cámaras ocultas o superposiciones en el teclado, que podrían indicar que el cajero ha sido manipulado.
Si puedes, usar siempre métodos de pago sin contacto
Una estrategia efectiva es utilizar métodos de pago sin contacto, siempre que sea posible. Hablamos del uso de aplicaciones muy seguras, como por ejemplo Apple Pay o Google Wallet. Estos métodos evitan el uso físico de la tarjeta en lectores sospechosos y, por tanto, reducen el riesgo de exposición de la información personal.
Otra medida preventiva común, pero efectiva es tapar el teclado con la mano al ingresar el PIN. Esto ayuda a proteger el código frente a posibles cámaras ocultas que podrían estar registrando la información. Además, es recomendable revisar periódicamente los extractos bancarios para identificar cualquier cargo desconocido a la brevedad.
También se debe evitar utilizar cajeros automáticos que no estén ubicados en sucursales bancarias o en lugares de confianza. Y es que son precisamente estos los más susceptibles a manipulaciones. De todas formas, ante cualquier tipo de sospecha fundada, lo mejor es avisar rápidamente a la policía, llamando al 112.
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