Así ha sido la boda grisácea de los Alba: un acto convencional con invitados variados y poco glamour

El Palacio de Liria fue el escenario de la boda de Fernando Fitz-James Stuart  y Solís y Sofía Palazuelo, que ha lucido un vestido diseñado por su tía Teresa sin la tradicional tiara de la casa. Él por su parte, destacó por usar el uniforme con el que se casaron su padre y su abuelo. En una boda excesivamente plana se dejaron ver diversos personajes públicos.

Los Estilismos

 Blanca Siruela, prima del novio, con un sorprendente modelo barroco como reflejo de la parte más bohemia de la familia. 

Esperanza Aguirre, gran amiga del padre del novio, lució un vestido calado rojo de encaje con complementos en beige y tocado de plumas, un accesorio usado por muchas invitadas. 

Ana Gamazo  escogió un vestido estiloso envolvente en azul con tocado y joyas todas a juego. 

Enrique Solís, hijo de la ausente Carmen Tello, fue el más acertado según los expertos en moda. 

Paloma Segrelles fue a lo seguro con un típico vestido de boda. En este caso, coral con hombros descubiertos y, de nuevo, complementos en crudo.

Los marqueses de Griñón, Carlos Falcó y Esther Doña, ella vestida como de otra época  con plumas en zapatos y bolso.

La escritora Carmen Posadas, que fuera pareja del duque de Alba, con vestido coral con aplicaciones doradas.

Ágatha Ruiz de la Prada y sus hijos. Mientras la diseñadora cada vez viste más sobria, su hija, con un traje de inspiración taurina, se "agathiza" al máximo. 

En resumen, una boda sin grandes vestidos y con invitados con estilismo muy diferenciados.