El fallecimiento de Elio Berhanyer y las críticas a los 'influencers' marcan los primeros días de la Semana de la Moda

La Mercedes Fashion Week, antes conocida como Cibeles, se ha estrenado en  medio de las polémicas marcadas por el difícil acceso al recinto de IFEMA debido a las múltiples protestas de los taxistas en guerra por las licencias de VTC. El protagonismo se trasladó el día de la inauguración hacía el féretro de Elio Berhanyer, uno de los grandes de la moda, que moría justo cuando comenzaba la semana de la moda. Una bandera española presidió su capilla ardiente, para despedir a alguién que paseó la moda nacional por todo el mundo.
Por su parte en IFEMA los grandes creadores, de momento, han lucido por su ausencia ante un público VIP lleno de influencers en detrimento de los grandes expertos en moda.

Elio Berhanyer, el adiós al último clásico de la moda

El fallacimiento de Elio Berhanyer pilló por sopresa a todo el sector del mundo de la moda justo cuando se inaugaraba el principal escaparate de la misma, la Madrid Fashion Week. Todos coincidieron en señalar que Elio era el último creador de la era dorada de la alta costura.

Nacido en Córdoba en 1929, Berhanyer aprendió a dibujar antes que a leer y escribir. La mezcla de sensibilidades estéticas que dominan la provincia andaluza marcarían para siempre al diseñador y de ello dejaría huella en su obra. Como tantos niños de posguerra empezó a trabajar siendo muy pequeño, a los 9 años pastoreando cerdos. A los 17 se mudó a Madrid y comenzó a trabajar en una agencia de publicidad. De ahí saltó a escribir crónicas de moda en la revista Astra. En 1955 dibujó los figurines para la compañía de baile de Mariemma. Esta relación con el teatro se mantendría durante años, siendo el favorito del director teatral Gustavo Pérez-Puig. Su trabajo más destacado en este ámbito fue para la obra Anillos para una de dama de Antonio Gala. La amistad entre el diseñador y el escritor hizo que repitieran colaboración en otras obras como Las manzanas de los viernes.

El féretro de Elio Berhanyer cubierto con la bandera de España / Bernardo Paz

En 1960 montó su propio taller y comenzó a vestir a algunas de las mujeres más populares del mundo como Ava Gardner, Cyd Charisse, Lucía Bosé, Aline Griffith, Charo Palacios, la duquesa de Alba, la Duquesa de Windsor, la Begum Agha Kan o la Reina Sofía. En 1978 no sobrevivió a la crisis de la alta costura, pero siguió poniendo su nombre para el diseño de muebles y complementos.

Mientras otros han sobrevivido como han podido, Berhanyer se alejó del mundo de la moda y de los grandes desfiles y su muerte ha sorprendido a todos en medio de la semana de la moda.

La rebelión contra los influencers

Los primeros días de la Mercedes Fashion Week han estado marcados por la práctica ausencia de grandes nombres que alegan que es una gran inversión estar todos los años en la pasarela Cibeles a pesar de que desde la organización aseguran “que es mucho más barato que participar en la semana de Milán o París”.

Pilar Dalbat, Oteyza y Angel Schlesser fuero los encargados de dar el pistoletazo de salida a una pasarela en la que se han presentado las novedades para la temporada primavera-verano 2019 en una edición que se está caracterizando más por la presencia de las llamadas influencers que por la de los periodistas expertos en moda en el front row lo que ha generado críticas de éstos últimos.

Alba Díaz, modelo en la Mercedez-Benz Fashion Week de Madrid / Europa Press

Entre lo que se veía en la pasarela la prensa afiló bien en los dientes ante el debut de Alba Díaz, hija de Manuel Díaz El Cordobés y Vicky Martín-Berrocal, de moda en las portadas por una polémica relación sentimental con el marido de una amiga. La opinión de casi todo el mundo fue negativa. “Mejor como en las redes” fue la más positivo que se escribió sobre ella.

En otro orden de cosas, se dejó ver también Marta Ortega, siendo su primera aparición tras su boda con Roberto Torreta hace unos meses. Irónicamente, acaparó los flashes la heredera del immperio Inditex, que democratizó la moda y que ha deja el sector de la alta costura una cuaota pequeña de mercado.