
La vida actual de Miriam Sánchez: La ex de Pipi Estrada entre escándalos y el olvido
Miriam libra su batalla más íntima tras haber sido un mito de escándalo y triunfo como Lucía Lapiedra
Miriam Sánchez Cámara (44), también conocida como Lucía Lapiedra, fue durante años uno de los rostros más visibles y comentados de la televisión en España. Actriz, colaboradora, tertuliana y ganadora de 'Supervivientes 2008'. También protagonizó intensas polémicas. Su vida ha oscilado entre el éxito más arrollador y una etapa de profundo deterioro personal y emocional.

Hoy, alejada del foco mediático, su nombre vuelve a sonar. No es por un nuevo proyecto, sino por la preocupación que genera su salud mental, su situación familiar y el incierto rumbo de su futuro.
El padre de su hija, Pipi Estrada, ha mencionado la situación de Miriam, de la cual no se sabe nada a nivel mediático desde 2023.
Pero ¿cómo pasó de ser uno de los rostros más conocidos y queridos de la televisión a desaparecer por completo del ojo público? Hoy repasamos la vida de una de las mujeres más deseadas de nuestro país en las últimas décadas.
De Vallecas a la fama: los orígenes de Lucía Lapiedra
Miriam Sánchez nació el 31 de enero de 1981 en Vallecas (Madrid). Alcanzó notoriedad como actriz de cine para adultos bajo el nombre artístico de Lucía Lapiedra. En poco tiempo, se convirtió en un fenómeno del género, ganándose el apodo de 'la Reina del Porno'. Su filmografía incluye títulos como 'Obsession', 'Nacho Rides Again', 'La Santidad del Mal' o 'Possession'. En 2005 recibió el Premio Ninfa a la Mejor Actriz Revelación en el FICEB, el Festival Independiente de Cine Erótico de Barcelona.

Tras consolidarse en ese ámbito, decidió abandonar el cine para adultos e inició un proceso de transformación personal y profesional. Participó como actriz en películas comerciales como 'Torrente 3' (2005) y 'Isi/Disi: Alto Voltaje' (2006), y años después en 'Cosmética Terror' (2016).
El gran salto a la televisión: de 'Supervivientes' a Mediaset
El año 2008 fue un punto de inflexión. Miriam se convirtió en la flamante ganadora de 'Supervivientes', lo que le permitió reinventarse como personaje televisivo. Su carisma y su historia personal cautivaron a la audiencia. Poco después, se convirtió en asesora del amor en 'Mujeres y hombres y viceversa', donde permaneció hasta 2013.
Además, colaboró en programas como 'TNT', 'El programa de Ana Rosa', 'De buena ley' y '¡Mira quién salta!'. Sin embargo, esta exposición constante acabó pasándole factura: problemas de ansiedad, depresión, adicciones y trastornos alimentarios comenzaron a hacer mella en su salud mental, marcando un paulatino distanciamiento de los focos.
El conflicto con Pipi Estrada y el 'infierno' con Cristo Vivancos
Su relación con el periodista deportivo Pipi Estrada fue una de las más mediáticas y polémicas. De esta unión nació su hija Miriam en 2008.
Sin embargo, la relación estuvo marcada por rupturas, reconciliaciones, infidelidades y episodios públicos de tensión. En 2022, protagonizaron un altercado en plena calle. Gritos, un bofetón, el lanzamiento de una zapatilla y daños en el vehículo de Pipi fueron captados por las cámaras.
Pero lo que más preocupa es el deterioro de la salud mental de Miriam. Su expareja lo menciona constantemente en los medios. “Ha caído”, “no quiere saber nada de la televisión” o “mi hija necesita a su madre”. Estas son algunas de las frases con las que Pipi resume el difícil momento que atraviesa quien fuera su pareja.
La última mención de Pipi ocurrió hace pocos días en el plató de 'El Chiringuito de Jugones'. Fue a raíz de de la entrevista de Jordi Évole a Ricky Rubio, quien recientemente abandonaba el deporte profesional por sus problemas de salud mental. El periodista deportivo volvió a mencionar la difícil situación que transita la madre de su hija.
Posteriormente, mantuvo una relación de cinco años con el bailarín Cristo Vivancos, que también acabó envuelta en controversia. Miriam lo acusó de haberla sometido a dietas extremas, de provocarle bulimia y de un trato controlador.
Vivancos negó rotundamente estas afirmaciones, y la disputa incluyó también acusaciones económicas: ella aseguró que él le debía 50.000 euros en concepto de promociones. Para Miriam, esta relación fue un punto de inflexión en su vida: “caí en una espiral de autodestrucción”, llegó a confesar.
Madre e hija: una relación herida por la distancia
Miriam Sánchez tiene una hija de 17 años, fruto de su relación con PipiEstrada. En los últimos años, la menor se ha trasladado a vivir con su padre ante la situación de su madre. Pipi ha sido muy claro al respecto: “mi hija necesita a su madre”, ha repetido públicamente, mostrándose abatido por el sufrimiento de ambas.

Este impacto intergeneracional es uno de los elementos más dolorosos del relato de Miriam Sánchez. Su lucha personal ha afectado de forma directa a su núcleo familiar más íntimo.
Del reality al declive: detenciones, ventas y desaparición pública
Desde su salida de la televisión, Miriam ha protagonizado episodios que reflejan un progresivo deterioro. En 2022 fue detenida por un presunto “atentado contra un agente de la autoridad”, tras un altercado en un bar de Madrid.
Alejada voluntariamente de los medios, ha cambiado de número en múltiples ocasiones, ha evitado el contacto con periodistas y ha rechazado volver a los platós. Las imágenes más recientes muestran un drástico cambio físico y una Miriam visiblemente afectada.
A lo largo de los últimos años, Miriam ha sido ingresada en clínicas de salud mental. Uno de sus últimos ingresos conocidos fue en 2023. Ingresó voluntariamente en Clínica López Ibor (Madrid). Además, se sabe que ha pasado por un coma inducido para realizarle pruebas neurológicas y ha confesado su adicción al alcohol y otras sustancias. Su lucha contra la depresión, los trastornos alimentarios y el aislamiento ha sido constante.

Aun así, hay quienes no pierden la esperanza. Pipi Estrada, con quien ha mantenido una relación tan turbulenta como duradera en el tiempo, sigue viéndola como “una mujer brillante, buena e inteligente”. Sus palabras son, a la vez, un diagnóstico y una súplica: “necesita ayuda profesional”, repite cada vez que habla de ella.
La trayectoria de Miriam Sánchez pone de relieve las luces y sombras de la fama. Su historia, como la de tantos otros 'juguetes rotos' del universo mediático español, refleja los riesgos de la sobreexposición y la presión pública. También pone en evidencia el impacto de las relaciones tóxicas y la fragilidad psicológica.
Más allá de los titulares y las polémicas, Miriam representa un caso paradigmático del precio de la fama en la televisión contemporánea. Una mujer que quiso reinventarse, que luchó por construir una nueva identidad, y que, en ese proceso, se fue perdiendo entre los focos y las sombras.
Más noticias: