Lo que esconde la historia del 'león castrado' del Congreso de los Diputados
Sometidos a cambios, el animal a la derecha de la fachada carece de testículos, al contrario que el de la izquierda
El Congreso de los Diputados de España, ubicado en Madrid, es el órgano parlamentario que representa la voluntad popular y ejerce la función legislativa en el país. Entre los numerosos símbolos que lo caracteriza, son los imponente leones que custodian su entrada principal.
Durante décadas, los leones del Congreso han sido testigos mudos de debates importantes y de momentos políticos trascendentales para la sociedad española. También han sido testigo directo de manifestaciones, protestas y celebraciones que han pasado a su lado o bien se han producido frente a esta institución.
Los leones se encuentran situados a ambos lados de la escalinata de acceso, estos se presentan en actitud vigilante, su mirada es fija y su postura hierática y majestuosa, listos para proteger y representar los valores democráticos que esta entidad encarna. Los leones del Congreso de los Diputados se conocen bajo los nombres de Daoíz y Velarde, en homenaje a los capitanes Luis Daoíz y Torres y Pedro Velarde: oficiales de artillería del cuartel de Monteleón, héroes del levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas. Otras fuentes señalan que en realidad representan a Hipómenes y Atalanta. Son obra del escultor Ponciano Ponzano y están forjados en bronce en 1865 en la Real Fábrica de Artillería (Sevilla).
La realidad es que estos animales no siempre han sido los mismos. Tal y como explica la web del Congreso de los Diputados, se han hecho varios ejemplares de distintos materiales: yeso, piedra de Colmenar y bronca. El primero corrió a cargo del escultor Ponciano Ponzano, quien utilizó el yeso logrando un tamaño poco "majestuoso", según describe la citada web de la cámara. A pesar de ello, hubo una parte del diseño del escultor que permanece a día de hoy: el hecho de que los dos leones se apoyen sobre un orbe con una de sus patas.
El segundo artista encargado de realizar otra pareja de leones fue otro escultor: José Bellver. Sin embargo, este aportó una modificación: serían un león y una leona. De hecho, este autor solicitó fondos para acudir a estudiar estas bestias al natural en París. Así definió las medidas de los leones hecho en piedra de Colmenar. También su peso: 3.474 kilos el león y la leona, 3.666.
Tampoco serán estos los leones definitivos. Los leones actuales son los de José Ramírez de Arellano, de Platerías Martínez. Él fundió en Sevilla el bronce de las bestias.
Cada estatua sostiene un escudo en el que se representa el emblema de España: un castillo, que simboliza la fortaleza, y un león rampante, que representa la valentía, el coraje y la nobleza.
El secreto de los leones que flanquean el Congreso de los Diputados
Estos guardan muchos secretos. Son testimonios mudos de la historia que pasa frente su busto. A pesar de haber pasado un siglo y medio hasta que se descubrió un secreto que estaba a la vista de todas las personas que pasen por delante de los bustos de los leones que están presidiendo la puerta principal del centro de trabajo de los padres de la patria.
Y es que el animal situado a la derecha de la fachada carece de saco escrotal, es decir, no tiene testículos, al contrario que su colega de la izquierda que si está dotado.
Este detalle lo descubrió el canal Historia. La Real fábrica cerró sus puertas en 1991, lo que ha hecho imposible conocer lo sucedido. Sobre la falta de testículos en esta escultura que preside la puerta principal de este honorable lugar hay varias teorías. Una de ellas pude ser que fue un olvido, hasta un mensaje por el lugar donde se iban a situar (en la puerta del poder legislativo) o una broma hacia los políticos que iban a pasar por allí cada día.
Otras de las conjeturas es que al autor de las estatuas, Ponciano Ponzano, podría no tener afinidad con cierta línea política del lugar.
Otra, que los leones fueron forjados con los bronces provenientes de los cañones a Marruecos en 1860 en la famosa batalla de Wad Rass y el bronce no llegó para poner dos sacos escrotales. Pero la teoría que gana más peso es la del olvido. Hasta la fecha no se ha encontrado ningún documento oficlal que justifique esta curiosidad.
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