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Texto "La Última Lidia" en fondo naranja.
CULTURA

'La Última Lidia': El documental que reúne a críticos y defensores del toreo

Ha sido seleccionada para Pases Especiales del Festival de Cine de Málaga

“La última lidia” es un film protagonizado por el torero malagueño Saúl Jiménez Fortes y dirigida por Tomás Ocaña, ganador de el premio Emmy en tres ocasiones. Además cuenta con la colaboración de Ismael Morillo en la subdirección y de Adolfo Moreno como guionista. Elcierredigigtal.com ha hablado con su director, Tomás Ocaña, quien ha reconocido que "buscaba un documental que reflejara la controversia, que explicara que es la tauromaquia desde todos los puntos de vista".  

Su protagonista, Saúl Jiménez Fortes, más conocido profesionalmente  como Jiménez Fortes, es un torero español, hijo del banderillero Gaspar Jiménez y de Mari Fortes, novillera, ganadera, empresaria taurina y profesora de la Escuela Taurina de Málaga. "Reunía las condiciones que necesitábamos: que fuese uno de los mejores toreros del mundo, y que estuviese dispuesto a tener la conversación de si esto tiene algún sentido", comenta Ocaña, aunque añade que "encontrar un torero dispuesto a participar en un proyecto como este ha sido muy difícil". A partir de este momento el equipo empezaría a trabajar junto a él, siguiendo cada uno de sus pasos que realizaba como torero.

El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos Javier López Galiacho, presidente del Foro Taurino universitario Luis Mazzantini, intervienen en el documental asegurando que la tauromaquia es uno de los últimos ritos o ceremonias de la cultura mediterránea, en relación con la vida o la muerte, "el último ejercicio romántico por el que una persona crea belleza jugándose la vida". El toro de la dehesa para transitar por el relato: el animal salvaje y armado y bello surgido en un claro entre los árboles, bajo el canto de los pájaros y la valentía de los cardos tártaros sombreados en el atardecer".

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El torero Saúl Jiménez Fortes. | El Cierre Digital

El momento clave para el documental tuvo lugar el pasado 16 de agosto, en la arena de La Malagueta, donde el torero Saúl Jiménez Fortes se encontraba frete al toro bravo Tabacalero, un momento decisivo para el documental, ya que se trataba del punto de partida para dar origen al documental. A partir de este momento, el documental se enfocó en buscar voces autorizadas que estuvieran a favor y en contra sobre la tauromaquia, un tema en el que Ocaña hace inciso y aclara que " esto no es blanco y negro, si no que hay muchos matices, y eso es parte de lo que mostramos".  

Desde Mario Vargas Llosa o la periodista Rosa Montero, son dos de las voces que han  compartido sus visiones sobre la tauromaquia, además de otras personas que forman ambas visiones del mundo del toreo. Una búsqueda que refleja cada uno de esos matices, dejando que el espectador tome sus propias conclusiones respecto al tema. "Ha sido tremendamente difícil convencer a cierta gente para que participase", comenta Tomás. Además añade que ha habido gente que "aparentemente  tenían mucho que decir pero no han querido participar, por que vivimos en una sociedad donde hay miedo  al odio", aún teniendo sus posiciones muy claras.

Los diferentes enfoques del documental

El documental está dividido en dos partes, la parte "más taurina", en la que los protagonistas son el toro y el torero, en este caso, Saúl Jiménez Fortes. Su voz nos explica como es el momento de torear, que se siente en esos instantes “desde las mismísimas entrañas”. Y es que este documental muestra cada una de las partes que componen la lidia, desde el momento de ponerse el traje de luces, el silencio que recorre cada parte de las estancias por las que pasa el torero antes de salir a la plaza. Unos momentos decisivos que  marcan su salida al ruedo.

Un toro negro de pie en un campo de hierba verde.
Toro de lidia. | Archivo

En primera persona, narra momentos decisivos en su carrera, tras sufrir peligrosas cornadas. Recuerda la conmovedora tarde de Vitigudino que tras sufrir una gravísima cornada, lo recuerda como “bueno, pues todos los toreros importantes tienen una gran cogida que para mejor marca su vida... Pues ahí fue un milagro y un milagro hay pero otro ya...”.

Su madre, Mary Fortes, recuerda esos momentos de manera que "ahí vuelvo a ser la madre... ahí yo no sé nada de toros….todos los sentimientos los he dejado en la Plaza, ya no me caben más...ya no quiero ser ni torera ni mi hijo es torero ni nada, ahí se me ha acabado ya la fuerza".

Por otro lado se observa la parte antitaurina, una forma de ver el mundo del toreo,  fundamental para crear un documental de lo más enriquecedor.  En este caso, los antitaurinos, reflejan su postura y manera de pensar en contra de todo lo que conlleve sufrimiento para el animal.

Sin ir más lejos, Rosa Montero, asegura  que "la tauromaquia ni es arte ni es cultura". Desde pequeña explica como vivía que su padre toreara, del mismo modo que le inculcó el amor hacia los animales. Además recalca no haber podido lograr ser vegetariana, algo que le hubiera encantado “y es una contradicción que le hace sentirse fatal, es una contradicción, pero el ser humano somos así de contradictorios".

“La Última lidia” destaca por abarcar las diferentes posturas y pensamientos generados hoy en día por el mundo taurino, mostrando que dentro de una misma sociedad, se pueden tener diferentes opiniones, siempre  y cuando se generen desde el respeto. 

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