El chef Sergi Arola resurge: Triunfa en Chile tras perder 'sus cocinas' ante Hacienda

Tras una etapa turbulenta en España, su tierra natal, el chef Sergi Arola ha encontrado su refugio al otro lado del charco. Es en Chile  donde ha logrado reconstruir su carrera y también su vida personal. En el país sudamericano, ha sabido reinventarse con éxito, a través de la pequeña pantalla con su participación en diferentes programas y conquistando paladares. 

Un chef de renombre y una trayectoria excepcional

Sergi Arola Martínez nació en Barcelona en 1968 y es uno de los nombres más destacados en la gastronomía contemporánea. El barcelonés se formó junto a figuras icónicas del mundo culinario como Ferran Adrià y Pierre Gagnaire.

Arola inició su carrera a una temprana edad. Tal era su pasión y dedicación, que en 1998 abrió su primer gran restaurante, La Broche en Madrid. 

Este establecimiento marcó un antes y un después en la alta cocina española. Además, lo consagró como uno de los chefs más innovadores de su tiempo.

Pasaban los años y se acumulaban los galardones de prestigio. Dos codiciadas estrellas Michelín consiguió para su restaurante Sergi Arola Gastro. Su influencia crecía y llegó a gestionar hasta 17 locales.

También influía su participación en programas de televisión como 'El Club', 'Abre los ojos y mira' o 'Esta cocina es un infierno'. Sin embargo, detrás de este éxito profesional, la vida de Arola se vio afectada por una serie de desafíos personales y financieros que lo llevaron a la quiebra.

Era en 2017 cuando tras un período complicado, encontró una nueva oportunidad al otro lado del Atlántico, en Chile. Allí participó como jurado en programas de cocina como 'MasterChef Chile', convirtiéndose en una figura muy querida por el público chileno.

Hoy, Arola además de destacar en la televisión, también lo hace en el mundo gastronómico. En el casino Monticello de Chile abrió el exitoso restaurante Lolas Tapas Bar que ha enamorado a los comensales con su cocina creativa y auténtica. Actualmente es una de las caras populares de 'Top Chef VIP'  de Chile, como miembro del jurado.

Amor y desamor fuera de las cocinas

La vida personal de Sergi Arola también ha estado caracterizada por subidas y bajadas. Su primer matrimonio con Cristina Martín Llach fue clave durante los primeros años de su carrera. Con el tiempo la relación se deterioró, culminando en divorcio.

Posteriormente, Arola unió fuerzas con Sara Fort.  Además de convertirse en su segunda esposa, también se convirtió en su socia de varios proyectos culinarios como La Broche y Sergi Arola Gastro. Fruto de este matrimonio nacieron sus hijas Ginevra y Carla. 

Sin embargo, en 2016, la pareja decidió separarse, y por ende, al cierre de sus negocios conjuntos.

Tras esta etapa, el chef volvió a encontrar la ilusión en la presentadora Silvia Fominaya. Fominaya es conocida por ser rostro del 'Telecupón' o 'Crónicas Marcianas'. La relación entre ambos, apenas duró unos meses. 

Fue en Chile donde la vida le presentó una nueva oportunidad en el ámbito sentimental. Durante un curso de cocina, conoció a Francisca Larêe, una enfermera apasionada por las motocicletas y el rock. El chef revelaba que tuvieron una conexión instantánea.

En diciembre de 2020 se decidieron a sellar su amor en un íntimo Acuerdo de Unión Civil en Quilimarí. Arola no duda en expresar su devoción por su esposa, a quien considera su mayor fuente de inspiración y apoyo.

La trayectoria que se cae por Hacienda

A pesar de sus logros, la vida de Sergi Arola también ha estado marcada por severos problemas financieros.

Según contaba el director de Elcierredigital.comJuan Luis Galiacho para la revista 'Mujer Hoy' son grandes las cifras que debe al Fisco. 

En 2013, su nombre apareció en la lista de morosos de Hacienda en España debido a una deuda de más de 300.000 euros. Por esta deuda, su local Sergio Arola gastro fue precintado durante dos semanas. Tal y como detalló Galiacho, Arola tuvo que firmar a Hacienda un reconocimiento de deuda.

Por ello, se vio obligado a abonar 20.000 euros de entrada prestados por uno de sus patrocinadores. Cuenta también que además tuvo que "llegar a un acuerdo con los inspectores tributarios de que no iba a emprender acciones judiciales en desacuerdo contra la Hacienda pública española".

En un primer momento por este acuerdo tenía que pagar 2.500 euros mensuales, que después subieron a ser 3.500.  

Galiacho apunta que con el cierre del restaurante en 2016, ni siquiera pudo llevarse la decoración. Tenía deudas acumuladas con bancos y proveedores de más de siete millones de euros, tal y como declaró a La Razónen pandemia. 

La situación fue devastadora para el chef, quien se sintió traicionado por un sistema que, según él, no valoró sus aportaciones a la gastronomía española. "Así me pagan los años que he representado a España y dado prestigio a su cocina", declaró entonces.

Tal fue su quiebra que su entorno más cercano lo posicionaba como "hundido, descentrado, sin un euro, deshecho". Se quedó sin propiedades, e incluso pasó a ser un trabajador asalariado más de la que fuese su propiedad, el Restaurante LAB by Sergi Arola en Portugal.

Perdió su preciada moto Harley Davidson que tuvo que vender por Twitter. Iba a trabajar a Portugal con una motocicleta prestada. Y también su casa de 75 metros cuadrados del barrio madrileño de Manoteras  junto al chalet conyugal cerca del Parque de Berlín. 

Sin embargo, Arola demostró fortaleza queriendo buscar un nuevo comienzo en Chile. Allí donde logró reconstruir su carrera y ganar el cariño de un público que lo acogió con los brazos abiertos.

Aunque en 2022 su nombre volvió a aparecer en la lista de morosos de Hacienda con un importe cercano al millón de euros. Algo que no opacó para nada su éxito en Chile.

Según Galiacho, durante su carrera Arola no ha sido propietario de todos los restaurantes en los que figuraba su nombre. Bien era el asesor o en algunos figuraba como director gastronómico. Restaurantes en París, Lisboa, Chile, Brasil o Abu Dhabi. 

"La gente está muy equivocada de creer que los restaurantes son míos. Yo solo soy su asesor. Y a veces mi sueldo no llega a unos 3.000 euros como tal. Y aunque tenga restaurantes en Luxemburgo o en Ginebra, no tengo cuentas en ningún paraíso fiscal", sentenciaba Arola.

Actualmente trata de resurgir con su exitoso restaurante de Chile, además del que abrió en A Coruña, Ibiza y dos más en Madrid. Disfruta de una vida plena junto a su gran amor en un país que ahora considera su hogar.