La vuelta de Charlene de Mónaco, 'la princesa infeliz' que vive entre los rumores
Tras sus problemas de salud, la mujer de Alberto II ha concedido una entrevista personal donde habla de sus dos hijos
Como es habitual, todo aquello que atañe a familias reales resulta un imán para los amantes del papel cuché. No podía ser menos el caso de la princesa Charlene de Mónaco.
La nadadora representante de Sudáfrica en los Juegos Olímpicos de Sídney se refugiaba en su país natal en 2021 por problemas de salud. Era una grave infección otorrinolaringológica lo que la mantuvo aislada en Sudáfrica.
Pero su propio marido, el príncipe Alberto II, confirmaba la ausencia de Charlene en el Palacio de Grimaldi debido a dolencias “no solo físicas”. Esto hizo que los rumores sobre una separación crecieran a pesar de los desmentidos de ellos ante los medios.
A finales de ese año pudo volver al Palacio de Grimaldi junto a su marido y sus hijos mellizos. En 2022, y tras meses recuperándose, volvió a responder poco a poco a su agenda pública. Ahora, en medio de nuevos rumores sobre su salud y crisis matrimonial, ha concedido una entrevista.
Ha sido a la revista francesa ‘Gala’, con la que ha mostrado su lado más familiar. Se ha mostrado esquiva al hablar sobre su esposo o al responder sobre posibles altibajos en la relación. Sin embargo, ha hablado con emoción de sus hijos mellizos, Jacques y Gabriella, de 10 años.
Unos mellizos que crecen e influyen para que la princesa opte por limitar su actividad mediática. Manteniendo de manera discreta su vida privada y evitando generar aún más rumores de crisis con su marido.
Un matrimonio rodeado de crisis desde el principio
Desde que se casaran en 2011 siempre ha habido rumores en la prensa sobre posibles crisis matrimoniales. Nadie creía que Alberto se casaría, aunque se conocía públicamente que tenía hijos ilegítimos con diferentes mujeres. De hecho, se comentó que Charlene habría intentado a huir a Niza antes de su matrimonio civil.
Alberto quería tener hijos legítimos que figurasen como descendientes del título y herederos del principado. Según cuenta la periodista y escritora Pilar Eyre, en ‘Lazos de Sangre’, el programa de RTVE, este sería el principal motivo de casarse con Charlene.
También se rumoreó que sus problemas médicos eran consecuencia de la infelicidad matrimonial.
Princesa por sorpresa
Lo cierto es que la princesa monegasca está considerada como una de las royal con más estilo. Y siempre llaman la atención sus cortes de pelo a la última.
En enero de 1978 nacía en Zimbabue la ahora princesa Charlene, en el seno de la familia Wittstock, de ascendencia alemana. Charlene era una excelente nadadora y participó en los Juegos Olímpicos de Sídney (2000) como parte del equipo sudafricano.
Formó parte del equipo de relevos de 4x100 metros, que acabó en quinta posición. Tres oros consiguió en los Juegos Panafricanos de 1999.
Sin embargo, una lesión en el hombro la obligó a dejar la natación profesional. Ocurría antes de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, a los que tuvo que renunciar.
En la reciente entrevista que concedía a la revista Gala hablaba sobre su actual relación con el deporte.
“Camino, voy en bicicleta, nado también, pero no tanto como antes. Cuando era joven, entrenaba muy duro, me exigía mucho físicamente. Hoy en día, todo es cuestión de moderación”, decía.
A pesar de tener clara su actual situación física, sí reconoce mantener el espíritu de ganadora que bate sus propios límites. “Mi espíritu y mi corazón sí, pero mi cuerpo dice que no. Perseguir la eterna juventud es una ilusión”, añadía.
Fue precisamente en los Juegos Olímpicos de Sídney donde conoció al príncipe Alberto. Aunque el romance entre los dos atletas comenzaría años después, en 2006. Y en 2010 se anunciaba su compromiso.
Charlene, que ahora ocupa su cargo como princesa de Mónaco, se encarga de asistir a los eventos más reseñables del Principado. El Gran Premio de Mónaco, el Baile de la Rosa o la Gala de la Cruz Roja son algunas de sus responsabilidades como princesa.
Huida y vuelta de la vida pública obligada
En el año 2021 la princesa atravesó por graves problemas de salud que la obligaron a separarse de Mónaco durante un tiempo y tratarse en su país natal. La causa era una alarmante infección otorrinolaringóloga. Al menos fueron tres las veces que tuvo que pasar por quirófano con una posterior recuperación en Suiza.
Ese retiro coincidió con fuertes rumores sobre el estado de salud de su relación con el príncipe Alberto. De hecho, a su vuelta la princesa no volvió a la residencia familiar para continuar con su recuperación, sino que decidió hospedarse en el palacio de verano que tiene la familia.
En 2022, el mismo año de su vuelta, se dejaba ver en varios actos públicos del Principado la que fuese amante del príncipe Alberto. Se trataba de Nicole Coste, una de las mujeres con las que el príncipe tiene un hijo ilegítimo reconocido.
En 2023 el semanario francés Voici publicaba la existencia de una claúsula contractual. Esta establecería retribuir a la princesa con 12 millones de euros a cambio de seguir con su papel en actos oficiales del Principado.
Mientras, ella estaría instalada en Suiza y vería a sus hijos en las ocasiones que acudiese a actos del Principado o por propia voluntad.
Como es habitual, los protagonistas de esta supuesta crisis siempre suelen ser los encargados de desmentir los rumores o al menos, alejarlos del foco familiar.
En verano de este año se dejaban ver cómplices ante los medios en una exposición que se inauguraba en el Grimaldi Forum Mónaco. Con muestras de cariño, desmentían otra vez a aquellos que prevén un final cercano a su matrimonio. Estas habladurías hicieron que la princesa optase por borrar sus redes sociales y mantenerse al margen, dentro de lo posible, del foco mediático.
Era el propio príncipe Alberto quien en una entrevista al medio ‘Corriere della Sera’ se pronunciaba. Hablaba del dolor que le generaban esos rumores y lanzaba un órdago a favor de su mujer, afirmando que “Charlene está siempre a mi lado”.
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