Ramón Abajo calígrafo del manuscrito histórico: 'Es igual la Biblia de las Américas'
El libro 'Nican Mopohúa' narra las primeras apariciones de la Virgen de Guadalupe que "suponen el nacimiento de México"
El Nican Mopohúa es un documento histórico que narra las apariciones de la Virgen María en México. Concretamente bajo el atributo tan aclamado de Guadalupe.
Según varias teorías que lo constatan, la autoría de este relato sería de Antonio Valeriano. Aunque Luis Lasso de la Vega es el primero que imprime el Nican Mopohúa en 1649 y reclama su autoría.
Cuatro apariciones de la Virgen a Juan Diego
‘Aquí se narra’ como también se conoce el manuscrito, habla de las apariciones de la Virgen a Juan Diego. Estas apariciones habrían tenido lugar en el cerro del Tepeyac. Según opiniones más modernas de investigadores e historiadores, se habrían escrito en 1556.
La primera aparición que presenció Juan Diego fue en 1531, y le siguieron otras tres, siendo un total de cuatro.
En la primera, la Virgen le habría pedido a Juan Diego que fuese ante el primer obispo de México para que le levantasen un templo de culto en ese mismo lugar. En la última y debido a las pruebas que le había pedido el obispo, llevó en su tilma tradicional unas flores. Al desplegar la tela, se veía una imagen de la Virgen.
El idioma original del texto es el náhuatl y forma parte del libro Huei Tlamahuiçoltica. Lasso de la Vega es quién imprime este libro. Se tradujo al español por primera vez por Primo Feliciano Velázquez.
Réplica de la copia parcial
Recientemente, se ha realizado un facsímil del relato. Una copia parcial de gran antigüedad de 16 folios está en poder de la Biblioteca Pública de Nueva York desde 1880. El libro impreso por Luis Lasso de la Vega, se encuentra en el Centro de Estudios de Historia de México Carso.
Ramón Abajo, un calígrafo de origen español y habitante de Nueva York ha sido el encargado de, junto a su equipo, replicar el texto.
Elcierredigital.com ha podido hablar con él sobre detalles del Nican Mopohúa, sus orígenes en la caligrafía, y sus próximos proyectos.
-¿Cuáles son sus orígenes? ¿Lleva toda la vida dedicado a la caligrafía?
-No llevo toda la vida dedicado a la caligrafía, mi auténtico oficio es el de panadero. Vengo de una familia panadera de la Rivera del Duero.
Soy de España y me fui a California a dar clase en un instituto hace ya como unos cuarenta años. He trabajado dando clase tanto en Londres como en Los Ángeles. Allí me apunté a unas clases de caligrafía que me gustaron, pero lo dejé en stan-by.
Después tuve una empresa de software educativo. Hace ya veinte años que vivo en frente de la Sociedad de Calígrafos en Nueva York y decidí tomarme la caligrafía con más interés. Llevo desde entonces estudiando caligrafía y mejorándolo.
-Háblenos sobre su estudio.
-Monté un estudio en la calle Catorce y compagino el software educativo con la caligrafía. Poco a poco me voy especializando.
Tenemos un estudio, que creo que es de los pocos del mundo que se dedica a hacer manuscritos utilizando métodos, técnicas y la industria de la edad media.
Combinamos pigmentos naturales, el ultramarino lapislázuli, la azurita, el dorado de oro con la técnica del Cennini. También utilizamos el pergamino, orfebrería, piedras preciosas y semipreciosas para los cierres y las cantoneras.
Empezamos haciendo trabajos que nos pidieron para el Museo de la Biblia y otras instituciones de prestigio. Nuestro gran avance ha sido hacer manuscritos originales.
Trabajo con un equipo de artesanos en España. Allí tengo el estudio con artistas, pero aquí me fabrican el papel en Cataluña, el pergamino en Valencia.
Tengo orfébres en dos lugares, ilustradores, pintores... Es un trabajo de unas 17 personas.
-¿Por qué se adentró en el mundo de la caligrafía?
-A la caligrafía llegué por casualidad, casi por inquietud. Hay un dicho que es “la literatura es el refugio de los náufragos”. Yo en la caligrafía he encontrado el refugio a los trabajos que he hecho previamente. He disfrutado de todos esos oficios nobles, pero la vida a veces te da oportunidades y si tienes un poco de inquietud te mueves.
Con la caligrafía llevo unos quince años.
-Ha realizado una réplica del manuscrito Nican Mopohúa en la lengua indígena náhuatl sobre la historia de la primera aparición de la Virgen de Guadalupe, ¿qué ha descubierto de esta historia?
-Nican Mopohúa, en la lengua azteca náhuatl, quiere decir “Aquí se narra, aquí se cuenta”. Se escribe hace 450 años por Antonio Valeriano. La importancia de este manuscrito es que se considera 'la Biblia de las Américas'.
A partir de la llegada de los españoles y de que establecieron la religión católica, durante un tiempo ambas religiones y culturas conviven. Cuando cae en mis manos este original, pido permiso y empiezo a hacer la reproducción en papel genovés. Con el mismo material que el original, las mismas filigranas y marcas.
Quisimos hacerlo con mimo, nos llevó cinco años.
-¿Cómo fue el proceso?
-Fabricar el papel fue una locura. Delegamos el trabajo a un molino de papel del norte de Cataluña. La copia y el original son primos hermanos, es imposible distinguirlos.
Una vez que hacemos este facsímil (imitación perfecta), decidimos elevar manuscrito de estilo medieval con toda suntuosidad, hecho absolutamente a mano. Los 16 folios que tiene el Nican Mopohúa escritos de seguido, nos ocupan 300 hojas en el manuscrito que hemos recreado.
La belleza de este trabajo va en tres direcciones. La espiritualidad, la investigación y la belleza artística.
La espiritualidad, lo que sienten los mexicanos como un altavoz a la fe católica, a la Virgen de Guadalupe. Es un amplificador de los valores que representa el texto de este manuscrito.
Un trabajo de investigación dada la dudosa autoría, si es de Antonio Valeriano o no. El documento que tenemos es incompleto, la mitad del Nican Mopohúa que está en la Biblioteca Pública de Nueva York.
A través del estudio del papel, de las filigranas, de las marcas de agua, y de las tintas.
El Metropolitan hace el estudio del papel y dos expertos el estudio paleógrafo: Carlos Galende y Nicolás Ávila. Analizan la escritura para compararlos con escritos de distintas épocas. Ven como los caracteres coinciden y así ubican a que época pertenece ese estilo caligráfico.
La tercera tiene que ver con el mundo del arte, revivimos el arte de hacer los grandes manuscritos medievales.
Una vez que supimos como estaban hechas las tintas contratamos a un medievalista químico que nos hizo la misma tinta con la que está escrito el Nican Mopohúa.
Una tinta ferrogálica, muy ácida que corroe el papel con el tiempo y que es de un solo color. Hemos añadido otras tintas modernas muy coloridas porque México es color.
Es un trabajo que está al alcance de muy poca gente porque es bastante costosa su producción. Pero, hacemos varias versiones más económicas y accesibles.
-El Papa tiene una copia del manuscrito, ¿por qué decidió regalárselo?
-El primer manuscrito que hicimos, lo entregamos a un cliente de México.
Para México la Virgen de Guadalupe tiene la fuerza de Dios. El cliente se quedó impresionado y me dijo que se lo quería regalar al Papa. Yo le dije que adelante.
-La caligrafía sobre textos antiguos de ese calibre, ¿le ha hecho cambiar su manera de pensar?
-Me he movido del mundo digital al mundo analógico totalmente. Es curioso, porque cuando ya tienes todos los materiales, la idea en la cabeza, te sientas, pones la música y arrancas, ves a Dios.
Es algo tan bonito, te baja la adrenalina. A la vez que escribes, piensas y sueñas. Es un mundo muy creativo y espiritualmente muy agradecido si lo haces sin prisa.
Me ha bajado el ritmo de vida. Te reencuentras contigo mismo cuando estas en cualquier sitio callado.
-¿Cuál considera que es su trabajo más especial?
-La emoción de ver que te encargan. Como este manuscrito judaico, o el haber tenido la oportunidad de que cayera en nuestras manos el manuscrito más importante en términos religiosos e históricos. Con el Nican Mopohúa se da el nacimiento de México, considerado la piedra angular, el elemento fundacional de México, que antes se componía de tribus.
Cuando doy conferencias, no pierdo la oportunidad de lanzar un mensaje de concordia. Porque entre Hispanoamérica y España son tantas cosas las que nos unen. Tenemos en nuestro equipo a grandes hispanistas, anglosajones y mexicanos.
-¿Cuál es el próximo objetivo por caligrafiar?
-En enero empezaremos a caligrafiar dos obras de William Shakespeare. Sobre pergamino, y de ahí facsímiles con una encuadernación maravillosa.
El mundo anglosajón tiene una larga tradición de coleccionistas y amantes de la bibliofilia. Colaboraremos también con artistas académicos de prestigio.
Después de cinco años trabajando el Nican Mopohúa, hemos aprendido y mejorado cosas. Hemos tuneado el arte a límites insospechables, estamos muy contentos.
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