
Quién es Lola Lolita: La 'reina de TikTok' de 23 años que levanta polémica en redes
La influencer alicantina, dueña del festival de influencers LolaLolitaLand, ha incendiado las redes por un bolso de lujo
Lola Moreno, más conocida como Lola Lolita, se ha consolidado como una de las influencers más rentables y mediáticas de España. Con tan solo 23 años, su impacto en redes sociales es indiscutible: acumula más de 13,6 millones de seguidores en TikTok.
Además, supera los 4 millones en Instagram, donde continúa expandiendo su marca personal con un enfoque estratégico que combina carisma, disciplina y visión empresarial.
Este 14 y 15 de junio, Lola celebra en Madrid la segunda edición de su festival Lola Lolita Land. Una apuesta personal que no solo refuerza su vínculo con la audiencia, sino que representa un paso clave en su faceta como empresaria.
El evento, se celebra en el parque acuático Aquópolis de Villanueva de la Cañada. Se estima que se congreguen miles de seguidores y creadores de contenido en una experiencia inmersiva que combina música en directo, atracciones, gastronomía y merchandising.
Un evento propio que apunta a ser rentable
Aunque no se han hecho públicos los costes exactos del festival, expertos en producción estiman una inversión superior a 500.000 euros. A ello le suman la logística, el alquiler del recinto, los técnicos, la seguridad, la promoción y los artistas invitados.
Con precios de entrada entre 25 y 35 euros y una capacidad de hasta 10.000 asistentes en total durante el fin de semana, los ingresos por taquilla podrían haber alcanzado los 350.000 euros brutos, sin contar patrocinios y ventas complementarias.
Con esta iniciativa, Lola demuestra que su influencia va mucho más allá de las pantallas: es capaz de movilizar multitudes y generar retornos económicos a partir de su marca personal.
Hasta 1.500 euros por publicación: su éxito en redes
La presencia digital de Lola es su principal fuente de ingresos. Actualmente, las tarifas de colaboración oscilan entre 300 y 1.500 euros por publicación, dependiendo de la plataforma, el formato y la campaña. Sus colaboraciones han incluido marcas líderes como L’Oréal, Garnier, Coca-Cola y Shein, que apuestan por su conexión directa con el público joven.
Además de sus ingresos directos por publicaciones, su contenido genera beneficios mediante sistemas de monetización como TikTok Creator Fund, ingresos por YouTube y venta de productos afiliados. A ello se suma su presencia en eventos y apariciones públicas patrocinadas.

El impacto económico de su trabajo se refleja también en sus inversiones. En 2024, Lola adquirió un chalet de tres plantas en Madrid, con jardín, sótano y garaje, valorado en más de 700.000 euros.
Este inmueble no solo representa un hito personal, sino una muestra clara de su planificación financiera y voluntad de asegurar su estabilidad a largo plazo.
Fuentes cercanas indican que la influencer ha comenzado a diversificar sus activos, con asesoramiento profesional, y mantiene un control estricto sobre sus contratos y colaboraciones.
Televisión y libros: diversificación de marca
Lejos de conformarse con su dominio en redes, Lola ha comenzado a explorar nuevos formatos. Desde 2025, forma parte del elenco de El Hormiguero, donde conduce la sección “Lolita Hacks”, orientada a trucos virales y consejos de estilo de vida.
Además, ha publicado una trilogía de libros dirigidos a su audiencia adolescente, en los que comparte experiencias personales, reflexiones y mensajes de empoderamiento. Su primer título, Nunca dejes de bailar, fue lanzado por el grupo Planeta y tuvo una gran acogida en ventas.
De Elche a lo más alto
Nacida en Elche (Alicante) en 2001, Lola empezó su carrera en las redes con apenas 18 años. Junto a su hermana Sofía Surferss, también influencer, comenzó publicando vídeos de baile y retos virales. Su estilo cercano y espontáneo rápidamente la convirtió en una de las creadoras más seguidas en España.
Más allá de su imagen pública, Lola cuida su vida privada con discreción y mantiene una relación estable con su entorno familiar. A nivel profesional, se apoya en una agencia y en su madre, que actúa como mánager en muchas de sus operaciones.

Lola Lolita ha sabido evolucionar de tiktoker a empresaria, combinando carisma con estrategia. Su caso es un ejemplo claro del potencial económico que puede tener la gestión inteligente de la imagen digital.
Con ingresos crecientes, eventos propios y presencia en televisión, su futuro apunta a seguir escalando posiciones en el universo mediático español.
Cada campaña, cada paso, cada colaboración está milimétricamente pensada. Y eso, más allá de los millones de seguidores, es lo que realmente convierte a Lola Lolita en una persona de éxito.
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