
Pipa and happy, la firma de cerámica albaceteña que apuesta por el 'savoir fare'
En agosto de 2021 Celia y Rocío pusieron en marcha esta firma de cerámica en Almansa que organiza talleres
“Siempre hemos ido en busca de la creatividad”, comparten Celia y Rocío, fundadoras de la firma de cerámica Pipa and Happy. Ambas nacieron en la localidad albaceteña de Almansa, donde regresaron para poner en marcha su proyecto más especial.
Tanto Celia como Rocío comparten una filosofía: amar la naturaleza así como lo cotidiano. Y, precisamente, este es el motor de Pipa and Happy y el cual intentan reflejar a la hora de crear cada una de las piezas que salen de su taller.
La historia de Pipa and Happy
Celia y Rocío se conocieron con tan solo dos años y la pasión por el arte corre por sus venas. Ambas estudiaron en Valencia. Celia estudió diseño de interiores mientras que Rocío se había formado en diseño de moda.

Pero tomaron vidas diferentes. Celia se trasladó hasta Ibiza, donde emprendió en el ámbito del interiorismo tras abrir un pequeño estudio. Por su parte, Rocío dejaba España atrás y se instalaba en Australia. Pero sus caminos se volvieron a cruzar en 2021.
“Nosotras hablábamos de empezar un proyecto dado que siempre hemos ido en busca de la creatividad y potenciar las disciplinas artísticas”, revela Celia. Durante su estancia en Australia, Rocío entró en contacto con el sector de la alfarería.
En un primer momento ambas desconocían que tipo de proyecto iban a poner en marcha. “Yo tenía el gusanillo de crear algo que fuera mío y que me llenara a nivel profesional”, confiesa Celia. El mes de agosto de 2021 marcó un punto de inflexión. “Yo creía mucho en nosotras y en lo que queríamos hacer. Somos muy positivas”, revela Rocío.

Por aquel entonces, Rocío regresó de Australia y Celia dejó su trabajo. Volvieron a Almansa, su tierra natal y decidieron emprender. De ese deseo nació su proyecto más especial: Pipa and Happy. “Nosotras comenzamos en el garaje de Rocío como auténticas autodidactas”, puntualiza Celia. El nombre no es casual. Pipa y Happy son los nombres de las perritas de Rocío y de Celia.
Piezas únicas y artesanales
Celia y Rocío no solo comparten amistad. También una filosofía de vida. La cotidianidad, la naturaleza y el savoir fare. Detrás de Pipa and Happy está la creación de piezas únicas que ensalzan la artesanía local.

“Cada pieza se hace a mano y se dejan secar durante una semana. Posteriormente, entran al horno para, finalmente, pintar, esmaltar y, finalmente, vuelven otra vez al horno”. Un proceso en el que prima el cuidado y la delicadeza.
“Nosotras hemos vivido en ciudades donde se vive muy rápido. Al volver a Almansa, nos hemos dado cuenta de que la vida es más tranquila”. Un hecho que refleja en la elaboración de cada pieza. “Pipa and Happy apuesta por la tradición y la artesanía”, revela Rocío.

Frente a la amplia oferta de productos de cerámica que existe en el mercado, Celia y Rocío reafirman que cada pieza es única y está elaborada con muchísimo cariño. “Cada producto es diferente y, eso lo hace muy especial”, recalca Celia.
La firma albaceteña también apuesta por la sostenibilidad. “Nosotras estamos apostando por el comercio local, de proximidad y respetuoso”, sostiene Rocío.
Han pasado cuatro años desde que Celia y Rocío regresaran a su tierra natal. “Cuando decides emprender y aparcas el hecho del consumo vía internet, eres consciente de la importancia que es mantener el comercio local”, apostilla Rocio.
Un templo de la creación constante
Diseños muy cuidados, colores que inspiran delicadeza y materiales de máxima calidad priman en las colecciones de Pipa and Happy. De las manos de Celia y Rocío surgen piezas como tazas, comederos, candelabros, bowls, joyeros o vasos.

“Nosotras empezamos con las tazas. De hecho, la taza Blooma es una de nuestras piezas más emblemáticas”, recalca Rocío. La flor es uno de los iconos de Pipa and Happy y la cual está presente en muchas de las piezas que salen de este taller albaceteño.
En constante creación, una de las últimas novedades de Pipa and Happy son las flores. También han abierto las puertas de su taller a cualquier persona que quiera sumergirse en el ámbito de la cerámica.

Pipa and Happy organiza talleres los cuales se organizan dos veces al mes: jueves y sábado.
“Para muchas de las personas que vienen, el taller es su momento de desconexión. Han venido desde Valencia, Elche, Alicante, pueblos cercanos, etc.”, revela Celia.

A punto de cumplir su quinto aniversario, Celia y Rocío quieren ampliar su colección de piezas. Seguir creciendo desde el taller en el que nacen piezas artesanales y elaboradas de manera única.
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