Pepa Flores cumple 75 años: De icono del franquismo a vivir en el anonimato
Aguantó jornadas extenuantes de trabajo y fue víctima de abusos sexuales.
Josefa Flores González Más conocida como Marisol, la niña prodigio que conquistó la televisión española durante la década de los sesenta ha cumplido 75 años. La exintérprete actualmente reside en Málaga, su tierra natal junto a su pareja Massimo Stecchini. La malagueña tomó la determinación de retirarse de la industria cinematográfica tras grabar la película Salto a la fama.
La exactriz ha protagonizado diversas películas y ha pasado al imaginario colectivo español como una de las niñas prodigio que seducían a la pequeña pantalla. Marisol era un símbolo y hoy lejos de los focos ha logrado vivir en el anonimato, de hecho ni siquiera acudió a la recoger el Goya de Honor que la Academia de Cine le otorgó durante la 35º edición de los Premios Goya.
Icono del franquismo
Marisol nació en Málaga el 4 de febrero de 1948. Era la segunda de tres hermanos de una familia muy humilde. La única vía de distracción era la música y la radio. Pronto demostró tener actitudes para el cante y acabó participando en los Coros y Danzas de la Sección Femenina de la Falange. Allí fue descubierta por un productor teatral, que la enroló en una compañía que recorría Andalucía bajo el nombre de ‘Los Joselitos del Cante’ para aprovechar la fama del conocido niño prodigo que en esos momentos arrasaba en las taquillas de los cines. Durante meses viajó con la compañía, pero según contaría ella misma en 1979, volvió a su casa tras un episodio de violencia ejercido por la mujer del empresario.
Marisol canta "corre corre caballito" en UN RAYO DE LUZ
En 1959, un importante productor cinematográfico, Manuel J. Goyanes descubre a la niña y decide lanzarla como versión femenina de Joselito. Tras ponerle el nombre de Marisol, produjo para ella la película Un rayo de luz (1960) que fue todo un éxito. Siguió un poco la estela del citado niño prodigio con esta película y con la siguiente (Ha llegado un ángel), pero pronto Goyanes se alejó de esa estética y se centró en hacer comedias musicales donde mezclaba lo moderno con lo clásico, un reflejo de la España del desarrollismo económico de la dictadura. Protagonizó así exitosos filmes como Marisol rumbo a Río, Tómbola o La nueva Cenicienta. Aquella niña de ojos azules y pelo rubio ha pasado a la historia como un auténtico icono del franquismo.
Víctima de abusos
La intérprete alcanzó la fama a una edad muy temprana y por supuesto ha pasado a la historia como uno de los mitos de la cultura de la dictadura que soportó jornadas extenuantes de rodaje, sesiones de fotos, firmas, fiestas..un compendio de situaciones nada recomendables para una menor.Detrás de aquel objeto de consumo se escondía una niña triste que fue víctima de abusos sexuales. No fue hasta años más tarde cuando decidió relatar los duros episodios que vivió.
“En uno de aquellos días que estaba yo en el estudio, el fotógrafo este se puso a desnudarme, a meterme mano por todo el cuerpo y a preguntarme si ya me había hecho mujer. Yo estaba asombradita. Le tenía miedo a todo en aquella casa. Ten en cuenta que no podía ni rechistar. (...) Bueno, como te decía, el fotógrafo aquel mutilado nos amenazaba para que no dijéramos nada. Más tarde, un día cualquiera, descubrimos en la cocina muchas fotos de niñas desnudas con vendas en los ojos. Se lo dijimos a Goyanes y se quedó como si nada. Aquella misma noche cuando fuimos a cenar el fotógrafo estaba sentado y muy risueño en nuestra misma mesa”, relató
Aquel terrible suceso fue uno de tantos que la protagonista de ‘Cabriola’ tuvo que soportar durante su infancia. Junto al escritor Francisco Umbral preparaba una biografía en la que se iban a reflejar aquellas vivencias. No obstante la publicación no salió a la luz aunque la fundación que hoy lleva el nombre del novelista guarda las conversaciones que mantuvieron. La actriz le contó que “me llevaban a un chalet del Viso y allí acudía gente importante, gente del régimen, a verme desnuda, a mí y a otras niñas”.
Ocupando las portadas de las revistas
Cuando alguien es tan popular desde la adolescencia no es raro que la prensa del corazón de la época la convierta en uno de sus personajes favoritos. La rumorología la relacionó con Paul Anka y con varios compañeros de rodaje, como Ramón Arcusa del Dúo Dinámico o Palomo Linares. Más polémica fue su supuesta historia con Antonio el Bailarín, con rueda de prensa y desmentidos incluidos. El coreógrafo aseguró que la joven le pidió que la secuestrara para librarse de los Goyanes.
En cualquier caso, de forma periódica, aparecían en las revistas sus idas y venidas con Carlos Goyanes, el hijo de su descubridor, con quien finalmente se casó en mayo de 1969. Su boda fue todo un acontecimiento y los fans tomaron los alrededores de la iglesia. La muchedumbre fue tan grande que Massiel sufrió un desmayo y don Jaime de Mora y Aragón se abrió paso a bastonazos.
El matrimonio duró poco y los rumores de separación les acompañaron desde casi el principio. Para muchos, la familia Goyanes intentó con esta boda atar de por vida a la artista que, ya convertida en una mujer, buscaba dar un cambio a su carrera ya que sus últimas películas no habían sido de su agrado y su primer film tras el enlace (la sátira política Carola de día, Carola de noche) no tuvo buena taquilla.
Un thriller erótico, rodado a las órdenes de Juan Antonio Bardem, La corrupción de Chris Miller, marcó el inicio de su cambio de imagen pero no funcionó. Como tampoco lo hizo el musical La chica del Molino Rojo (dirigida por Mel Ferrer, marido de Audrey Hepbun). Harta de su imagen, decidió protagonizar un antológico especial para televisión dirigido por Valerio Lazarov. Durante una hora, Marisol se reía de su imagen y protagonizaba números musicales que no tenían desperdicio, llegando a cantar el porompompero en inglés y en chino.
En 1973 se separó de Goyanes y con el representante Paco Gordillo consiguió su libertad artística. Hizo teatro jugando con el morbo de sus problemas para ser madre y participó en el festival de la OTI. En el plano sentimental, iniciaría una relación con Joan Manuel Serrat que compondría para ella la canción Tu nombre me sabe a hierba.
La llegada de Antonio Gades
Marisol conoció a su segundo marido en 1974. Al principio, Antonio Gades utilizó la relación para darse a conocer porque aunque él era un renovador de la danza flamenca, la estrella era ella. Con el bailaor descubrió la política y se fue introduciendo en el Partido Comunista. Además, en su relación con Gades vio la posibilidad de formar una familia y alejarse del foco público.
Tras rodar la película El poder del deseo, de Juan Antonio Bardem, que no gustó nada a Gades, decidió dedicarse a su vida familiar. Tuvieron tres hijas: María Esteve, Tamara y Celia. La primera nació en Argentina ya que al estar ambos legalmente casados con otras personas, las leyes de la época no permitían que le diera sus apellidos. Marisol obtuvo su nulidad matrimonial en 1975 pero Gades no obtendría el divorcio hasta 1982. Estaba oficialmente casado con Marujita Díaz desde 1964. En 1982 se casaron en Cuba con Fidel Castro de padrino.
MARISOL la nana antonio gades
En septiembre de 1976 protagonizó el desnudo más famoso de la democracia. Por primera vez, una famosa aparecía sin nada de ropa en una revista. Fue en Interviú y las fotos fueron publicadas sin su consentimiento. Fueron tomadas por César Lucas en 1972 para un proyecto cinematográfico con Bertolucci. Cuatro años más tarde, enfadado con Marisol porque había sido expulsado de su lado por influencia de Gades, decidió publicar las fotos. Sería procesado por escándalo público, pero resultó absuelto y Marisol le dio su apoyo ante el tribunal.
Un desnudo que fue símbolo del cambio y que hoy se censura en Facebook. Un año después de este hecho protagonizó la que es su mejor película, Los días del pasado, junto con Gades. Dirigida por Mario Camus, obtuvo el premio a la mejor actriz en el Festival Karlovy Vary.Desde 1977 inició un paulatino retiro. Se instaló en Altea (Alicante) con sus hijas mientras la carrera de Gades cada vez tenía más presencia a nivel internacional. Las pocas veces que regresó al foco público fue para opinar políticamente. Comenzó a militar en partidos políticos del espectro de la izquierda y sus opiniones sobre la OTAN o ETA serían muy polémicas.
A partir de 1981, decidió volver al espectáculo. Su disco "Galería de perpetuas" fue un éxito de crítica pero un fracaso de ventas. Respecto a su trabajo como actriz, tras no conseguir el papel protagonista de Los gozos y las sombras, hizo la serie Mariana Pineda, que recibió críticas adversas por ser considerada muy tendenciosa ideológicamente. En 1985 protagonizó Caso Cerrado, de Juan Caños. Sería su última película y compartiría plano con otro malagueño famoso: Antonio Banderas.
En septiembre de ese año decidió retirarse y así se ha mantenido. Pocos personajes han recibido tantas ofertas para volver al espectáculo (memorias, películas, revistas, una serie con su hija María Esteve) y las han rechazado.En 1987, Gades la abandonó por una millonaria suiza y un año más tarde, ella inició una relación con el italiano Massimo Stecchini, que aún mantiene. Juntos regentaron una pizzería en Málaga, su ciudad natal, en la que, si bien no ha conseguido el anonimato, ya que es imposible, sí que ha obtenido el respeto del público y de los medios de comunicación.
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