Ángeles Blázquez: Dueña de 'Casa Salvador', un local que cuenta la historia taurina

Casa Salvador es una taberna taurina situada en la calle Barbieri nº 12 en el barrio de Chueca. Fue fundada por Salvador Blázquez en 1941, periodo de posguerra, y no es solo un restaurante, sino que también es un museo de la historia social y taurina de Madrid. Por esta taberna han pasado personalidades como los toreros Luis Miguel Dominguín, Paco Camino o Victoriano Valencia; actores como Carlton Heston y Alain Delon; banqueros como Pablo Garnica y Alfonso Escámez; escritores del nivel de Ernest Hemingway y el productor americano Samuel Bronston.

En 1975 el sobrino de Salvador, Pepe Blázquez, consiguió transformar la taberna en uno de los restaurantes de referencia de la cocina tradicional madrileña. El restaurante está repleto de cuadros y fotografías que mantienen viva la memoria de toda una ciudad, de la profesión taurina y de un entrañable restaurante familiar que jamás dejará de transmitir la verdadera esencia madrileña.

La actual dueña, Ángeles Blázquez, hija de Pepe Blázquez, se incorporó en el 2008 y estuvo trabajando con su padre hasta 2014, momento en el que comienza a dirigir el restaurante. En 2018 Ángeles decide crear el premio Casa Salvador, que ya lleva tres ediciones. La edición de este año tuvo lugar el 31 de enero a las 18:00 horas. 

- ¿En qué consiste el premio Casa Salvador?

- Es un galardón al mejor quite artístico y al mejor quite de socorro, para ello, encargamos una escultura a Gabriel de la Casa, hijo del maestro Gabriel de la Casa, fallecido hace 2 años. Para elegir a los premiados contamos con un jurado compuesto por aficionados y profesionales de la información taurina y la dirección de Casa Salvador. El día de los premios votamos, servimos comidas y posteriormente lo entregamos. El primer año los galardonados fueron Octavio Chacón y el Sirio. El segundo año el premio se les dio a Paco Ureña y a Víctor Pérez. En los premios de este año los ganadores fueron Julián López, conocido como ‘el Juli’, y Alberto Carrero. El acto fue presentado por Roberto Gómez, que hoy también realizará la presentación de los carteles. Además acudieron Carlos Abella y José María Álvarez de Manzano. A José María le hicimos un pequeño homenaje en el cual le entregué unas fotografías de Curro Romero.

- ¿Por qué se decidió a enfocar el restaurante hacia un estilo taurino?

- Mi tío Salvador y mi padre eran muy aficionados a los toros y a mediados de julio se recorrían todas las ferias de España. Ahí fue cuando empiezan a conocer a toreros, fotógrafos y pintores. Además, hay muchos pintores taurinos de la zona, como Rincón, que suelen frecuentar este restaurante. Después de las corridas los toreros venían aquí porque mi padre grababa con Super-8 las corridas, ya que antes no se podían grabar en televisión. Por lo tanto, hay mucho circulo entre mi tío Salvador, mi padre y el mundo taurino. Ahora yo intento continuar la tradición familiar. Actualmente en el restaurante se suelen hacer entrevistas y viene la prensa a hacer fotografías para dar más visibilidad al mundo del toro. 

- ¿Por qué es el restaurante más taurino?

- Eso se debe a que tengo una conexión única en el mundo en lo que respecta a la fotografía taurina y la pintura. Este tipo de locales ya casi ni existen y yo me he esforzado por mantenerlo y modernizarlo, porque he ido poniendo fotografías actuales de toreros como Morante de la Puebla o Andrés Roca Rey. Este local muestra la evolución en el tiempo de los toros, sin descuidar la importancia del pasado y de su historia. Como tengo muchos reservados y prácticamente no quedan sitios así, he conseguido aglutinar todas las tertulias taurinas de Madrid.

- ¿Qué diferencia a Casa Salvador del resto de restaurantes?

- Lo primero es que creo que se come muy bien, que es lo primordial, porque pese a la decoración si no se come bien la gente no vendría. Por otro lado, tenemos honestidad en la cocina, que busca que la gente se vaya contenta. Otro factor importante es poder transmitir el espíritu de Madrid de una taberna antigua madrileña que ha continuado en el tiempo. El largo recorrido en el tiempo de este restaurante es algo muy bonito que enriquece la figura de Casa Salvador. En 2019 recibimos la Orden del Dos de Mayo por el peso que tenía el local en la historia de Madrid, siendo el primer restaurante en recibir este galardón. Es uno de los restaurantes que cuando entras desprende magia y te sientes en otra época.