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Una mujer mayor con cabello rizado y voluminoso, usando un vestido rojo con detalles dorados y pendientes de perlas, sentada en un entorno de estudio de televisión.
CULTURA

Muere Gina Lollobrigida, la actriz italiana que cambió los escenarios por la política

La musa del cine italiano Gina Lollobrigida ha muerto este lunes a sus 95 años.

La musa del cine italiano Gina Lollobrigida ha fallecido este lunes a sus 95 años. Nacida el 4 de julio de 1927 en la región de Subiaco, se mudó con 20 años a Roma para estudiar Bellas Artes. Su salto a los escenarios se produjo con su aparición en el certamen de Miss Roma, donde se dio a conocer. Después de unos años se instalaba en Hollywood con varias ofertas, llegando a participar en más de 60 películas, en el teatro y en series de televisión durante toda su trayectoria interpretativa.

La agencia italiana de noticas Ansa comunicaba esta mañana la triste noticia de la muerte de esta aclamada actriz, tanto en Italia como en el resto de Europa. La famosa intérprete saltó a la fama a mitad del siglo pasado, y ha tenido una gran trayectoria en el mundo del cine italiano. Tras alejarse de este se dedicó a la fotografía y a la escultura. 

En 2022, ya con 95 años, la actriz sorprendió con su candidatura al Senado en las elecciones generales de su país natal. Lollobrigida abanderaba el partido 'Italia soberana y popular', de ideología antisemita y euroescéptica, a pesar de una operación de fémur por la que aseguró que no perjudicaría a su carrera electoral italiana". 

De ser tentada por Hollywood a seducir a Fidel Castro

Más allá del escándalo que la mantuvo de actualidad en 2022, Gina Lollobrigida, nacida en 1927, ha sido de los mayores iconos culturales en Italia. Ya había realizado varios papeles pequeños en las óperas filmadas que tanto éxito tenían en el cine italiano de los cuarenta, cuando en 1947 se convirtió en la Segunda Dama de Honor de Miss Italia. La corona, “la única que brilla en la República Italiana”, como rezaba la publicidad de la época, se la arrebató Lucía Bosé y, desde entonces, nunca volvió a haber buena sintonía entre las futuras starlettes italianas. Esa edición sería especialmente recordada porque de ella saldrían otras estrellas de cine: Silvana Mangano y, en menor medida, Gianna María Canale y Eleonora Rossi Drago.

Mujer con cabello rizado y pendientes grandes en una fotografía en blanco y negro.
Gina Lollobrigida en la película 'El jorobado de Notre Dame'. | El Cierre Digital

El premio constaba de una pequeña cantidad de liras, un acordeón y un mini-contrato cinematográfico. Comenzó así su verdadera carrera al estrellato. Se benefició del momento dulce del cine italiano. Se convirtió en la primera, y acaso la única, sex-symbol auspiciada por los parámetros del neorrealismo, rosado en su caso, pero igualmente talentoso. Gracias a la serie Pan, amor y… junto a Vittorio de Sica empezaría a representar la imagen de una Italia rural y popular. Como Anna Magnani, sin su talento, pero con mucha más presencia cinematográfica. Nacía así el mito de ‘La Lollo’.

En esos años compitió en las pantallas con Sofía Loren y ambas fueron tentadas por Hollywood. La industria americana quería hacerlas pasar por su máquina de refinamiento o lo que allí entienden por eso. Con la Loren lo consiguieron, aunque fue tras su paso por Francia cuando realmente se convirtió en un icono de elegancia. ‘La Lollo’ siempre fue más reacia. Además, durante cinco años no pudo rodar en suelo americano por una estrambótica cláusula de un contrato que le firmó el inefable Howard Hughes.

Así, en localizaciones europeas participó en filmes como Trapecio, Salomón y la Reina de Saba o La burla del diablo. Pero nunca se plegó al toque americano, y las taquillas le dieron la razón. Frente a los fastos americanos, sus películas más taquilleras fueron grandes dramas italianos como Anna di Brooklyn o La belleza de Hipólita, donde seguía interpretando personajes de carácter popular.

Cuando el cine comenzó a ofrecerle papeles menos interesantes, optó por la retirada y empezó una carrera como escultora, fotógrafa y entrevistadora ocasional. Expuso en lugares tan distintos como Lima, Roma o Perú y llegó a filmar una entrevista con Fidel Castro. Portrait of Fidel se proyectó en cines en 1980 y es una de las pocas entrevistas en profundidad que concedió en vida el dictador cubano. Durante la charla se confesó fan de la italiana y aseguró que concedió la entrevista porque fue su amor platónico de juventud.

Una mujer con sombrero y un hombre con uniforme militar fuman puros mientras están sentados en una mesa.
La actriz italiana con Fidel Castro. | El Cierre Digital

En cuanto a su vida privada, a pesar de la presión de los paparazzis, apenas se le conocieron romances. Se casó en 1949 con el médico esloveno Milko Škofič, con el que tuvo a su hijo Milko, en 1957. En 1971 se divorciaron y aunque se le adjudicaron romances con actores o toreros, ella solo confirmó públicamente su affaire con Christian Bernard, el Premio Nobel de Medicina, conocido por realizar el primer trasplante de corazón de la historia.  

A finales de 2006 la diva informó a la prensa mundial de su intención de casarse con un español 34 años menor que ella, Javier Rigau. Según contó la artista en su momento, la relación habría empezado a mediados de los ochenta cuando Javier tenía 22 años. Tras el escándalo mediático que rodeó al anuncio de boda, su compromiso se rompió en 2007. Sin embargo, tres años después, se casaron por poderes en la parroquia de San Vicente del barrio de Sarrià, en Barcelona.

Una mujer con un vestido rojo y un collar verde está de pie junto a un hombre con un esmoquin blanco y una pajarita negra.
Gina y Javier Rigau. | El Cierre Digital

Meses después, la actriz denunció en España y en Italia que el matrimonio se realizó sin su consentimiento, llegando a acusar de estafa al que había sido su pareja durante dos décadas. La Justicia española dio carpetazo al asunto. En Italia, un tribunal dictaminó en 2017 que la boda era válida y absolvió en primera estancia al español por los cargos de estafa y falsedad de documentación.

A principios de 2019 la actriz contó a su diario de cabecera, Il Corriere della Sera, que el Vaticano le "concedió la nulidad matrimonial después de una batalla en los tribunales italianos y españoles". "Finalmente soy una señorita", afirmó tajante.

Posible reconciliación familiar en su estancia en el hospital por rotura de fémur

Tras sufrir el pasado 11 de septiembre una fractura desplazada del fémur derecho, la actriz era operada. Después de darle el alta, Lollobrigida se apoyaba sorprendentemente en Andrea Piazzolla, el joven que provocó la guerra entre Gina y su hijo y su nieto.

Durante su estancia en el hospital, la actriz recibió la visita de su hijo Milko Softic y su nieto Dimitri. Según ha podido saber Elcierredigital.com, "este encuentro supuso un acercamiento" tras la guerra judicial de la protagonista de Pan, amor y fantasía con sus descendientes, que pretendían inhabilitarla. "Este problema en la salud de su madre y abuela les ha hecho entender que el público italiano no comprendería el papel de ambos si le pasara algo a 'La Bersiaglera'", explican las fuentes consultadas a este periódico. 

Dos personas posando en un evento con fondo de patrocinadores.
La actriz con Andrea Piazzolla. | El Cierre Digital

Hace un año, Milko y Dimitri aseguraron que llevaban a Gina a los juzgados porque Lollobrigida estaría pensando en casarse con su asistente personal, Andrea Piazzoli, un joven al que algunos medios califican de “gigoló”. Con la llegada del joven a su vida, en 2014, empezó la lucha judicial con su hijo y su nieto. En juego, una fortuna de 36 millones de euros. 

"Me siento humillada porque verdaderamente deberían dejarme morir en paz. No merezco esto. No he hecho nada malo, sin embargo, son feroces contra mí y no me dejan en paz", declaró 'La Lollo' en un programa de la Rai. 

En ese mismo programa afirmaba que no se lo iba a poner fácil ni a su hijo ni a su nieto y que su intención era pelear hasta las últimas consecuencias. Para ello, ha contado con la ayuda del abogado Antonio Ingroia, uno de los más populares de Italia que ejerció como Fiscal en los años más duros de la Mafia, en la época conocida como 'Targentopoli'. "Gina merece más respeto de todos los italianos, pero sobre todo de las instituciones", aseguró el letrado en el mismo programa televisivo. Con Ingroia, la musa de Vittorio de Sica volvió a la política. 

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