
La Movida, la revolución cultural que cambió España: Una exposición inédita la retrata
'La Movida, juventud y libertad', comisariada por Sabino Méndez, se puede ver en el Palacio de Longoria sede de la SGAE
'LA MOVIDA', el famoso movimiento cultural y social que surgió en la Transición española, cumple ya 50 años. Un aniversario que la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha homenajeado con una exposición inédita de aquellos años bajo el nombre de 'La Movida, juventud y libertad (1977–1986)'.
Esta muestra se podrá ver en el Palacio de Longoria de Madrid y está comisariada por el músico y escritor Sabino Méndez, que formó parte de la banda de Loquillo y Los Trogloditas.
La exposición muestra la riqueza, la rebeldía, la libertad y la diversidad de un fenómeno cultural que marcó un antes y un después en nuestras vidas: un estallido que apagó los restos del franquismo cultural.
Alaska, Los Costus, Ana Curra, Tino Casal, Objetivo Birmania, Pedro Almodóvar, Fabio Macnamara, Carlos Berlanga, Miguel Angel Arenas El Capi, Luis Canut, Loquillo en la música, o Sybilla, Antonio Alvarado, Manuel Piña.... son nombres que aparecen allí.
Pero lejos de centrarse en una única cara del movimiento, la exposición amplía el foco para poner en valor la pluralidad de expresiones que convivieron durante aquella recordada década. Desde el pop más popular al underground más experimental, pasando por el arte, la noche, la moda o los colectivos sociales.
No se trata de contraponer nombres ni escenas, sino de reconocer que la fuerza de 'La Movida' residió precisamente en esa variedad. Las figuras más conocidas brillaron, sí, pero lo hicieron en un contexto efervescente donde muchas otras voces, muchas veces menos visibles, empujaron también los límites de lo posible. Todos juntas, tejieron un mapa nuevo de la libertad creativa. Y eso es, precisamente, lo que esta exposición 'La Movida, juventud y libertad (1977–1986)' viene a reivindicar.
Una movida plural
Durante aquellos años convulsos y vibrantes de la Transición, 'La Movida' no fue una sola, sino muchas. Un mosaico de estilos, discursos y maneras de estar en el mundo que, en su conjunto, impulsaron una transformación cultural sin precedentes.
Ahora, esta exposición no busca corregir un relato, sino ampliarlo, darle el volumen y la profundidad que merece. Porque además de las figuras más visibles, también fueron importantes todas esas escenas paralelas que, desde diferentes rincones de la ciudad y con lenguajes propios, ayudaron a ensanchar los márgenes de lo posible.
Desde los mods con su elegancia rupturista hasta la escena LGTBI que convirtió la libertad en bandera, pasando por after punks, grafiteros, fanzineros, agitadores de radio libre o los fieles del Rock-Ola, cada uno aportó su grano de rebeldía y creación a un movimiento que fue tan múltiple como necesario.
La exposición también reivindica a bandas y artistas fundamentales como Radio Futura, Gabinete Caligari, Parálisis Permanente, Nacha Pop, Nacho Cano en sus comienzos, Tino Casal, Carlos Berlanga o Víctor Coyote. Todos ellos, desde sus singularidades, sumaron a una corriente imparable que cambió la manera de mirar, de sonar, de sentir y de hacer arte en España.
Todas y cada una de estas “movidas” tuvieron sentido, voz e impacto. Juntas, facilitaron la ruptura con todo lo gris y oscuro del pasado y abrieron la puerta a una forma nueva y más libre de entender la vida.
Objetos, sonidos y memorias que aún tienen vida
La exposición que podrá visitarse hasta el 20 de julio con entrada gratuita en el Palacio de Longoria de Madrid, ofrece un recorrido emocionante por una década que fue crucial para la cultura española: la de 1977 a 1986.
Además, el Palacio de Longoria, sede de la SGAE, no solo alberga esta exposición, sino que la acompaña con el tipo de presencia que transforma un espacio en algo más que un simple contenedor. Su arquitectura modernista, exuberante y atrevida encaja casi de forma poética con el espíritu de La Movida. Ambos nacieron para romper con lo establecido y fascinar. Que este edificio centenario, testigo de tantas etapas de la cultura española, sea ahora el lugar donde se recuerda una de las más libres, caóticas y creativas, tiene algo de justicia simbólica.
Un amplio recorrido que se hace a través de más de un centenar de piezas, con las cuales el visitante se sumerge en aquel estallido creativo que transformó la manera de entender el arte, la música y la identidad en plena Transición. Hay guitarras que fueron protagonistas en escenarios míticos; vinilos que son ya reliquias generacionales; carteles de conciertos anecdóticos a la par que históricos; vestuarios originales que marcaron estilo y actitud; fotografías inéditas que capturan instantes irrepetibles; y objetos personales que pertenecieron a quienes protagonizaron aquella revolución cultural.

Entre los tesoros más evocadores, se encuentra la cámara Super 8 con la que Pedro Almodóvar rodó sus primeros cortos, pequeños experimentos que anunciaban ya un cine libre y sin complejos. También descansan allí las marionetas originales de La bola de cristal, aquel programa infantil en TVE que fue mucho más que entretenimiento: una declaración de principios.
Los carteles del legendario Rock-Ola, entradas arrugadas de festivales y portadas de discos que hoy son piezas de culto completan ese paisaje de memoria. Y, como testigos gráficos de la época, las fotografías de Miguel Trillo, Alberto García Alix, Maravi Ibarrola Domingo J. Casas, Ouka Lele o Pérez Mínguez, nos devuelven el pulso de una juventud que buscaba, con descaro y urgencia, su lugar en el mundo.
Cada objeto está acompañado bajo textos de figuras clave en la historia de la música y el periodismo cultural: como Jesús Ordovás, Patricia Godes, Rafa Cervera, Pablo Sycet y el propio Sabino Méndez. Apreciaciones que ayudan a situar cada pieza en el contexto de una época marcada por la libertad, la improvisación y una necesidad casi vital de crear.
Y aunque todo eso ocurrió hace tantos años, la exposición no habla solo al pasado. También interpela al presente. A las nuevas generaciones, que descubren hoy a La Movida a través del vinilo, del revival ochentero en redes, o de la moda que vuelve a apostar por el exceso y la autenticidad. Y es que esa urgencia por crear, por romper moldes, por buscar libertad..., sigue teniendo eco.
La Movida, hoy más vigente que nunca
A 50 años de su nacimiento, La Movida se resiste a ser encapsulada en una postal. Esta exposición lo demuestra. No fue un fenómeno homogéneo, ni exclusivo del centro de Madrid, ni protagonizado solo por estrellas.

Fue una revolución coral, hecha también desde los márgenes, por cientos de voces que rompieron con lo anterior y sentaron las bases de una nueva España cultural. Una revolución casi dadaísta, que eclosionó por las calles, los antros, las casas de La Palma de Los Costus o el piso de Tino Casal en la plaza Santo Domingo... en el Stella o en el Pentagrama... en Malasaña, Gran vía, Chueca...
Y que perduran hasta hoy, cuando medio siglo después es tiempo de contar y revivir esta historia, para volver a repetirla mas fuerte que nunca. Así que vivamos 'LA MOVIDA' again.
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