
Miguel Bosé vuelve a los escenarios tras 8 años, entre urgencias económicas y polémica
El cantante vuelve 'a la batalla' con su expareja Nacho Palau, en una situación donde su patrimonio está muy debilitado
Tras casi una década apartado de los focos, Miguel Bosé (Panamá, 1956) ha regresado a los escenarios con éxitos en Madrid y México, y próxima parada en Marbella. Su vuelta, sin embargo, no está exenta de controversia. Si bien oficialmente se atribuye su retiro prolongado a problemas vocales, muchos rumores han circulado estos años sobre el verdadero estado de salud del cantante.
A ello ha alimentado su comportamiento en redes sociales y su férrea postura negacionista frente a temas como la pandemia y el cambio climático. "Mucha factura le han pasado sus teorías conspirativas. Y sus discursos alejados de cualquier raíz científica. Sus defensores exigen que se le respete su libertad de expresión. Pero las polémicas, sin duda, le han desgastado", apuntan a elcierredigital.com fuentes de su entorno.
Urgencias económicas
El reencuentro con el público se da en un contexto complejo para el cantante. Según fuentes cercanas, el regreso no responde solo a una renovada inspiración artística, sino también a una necesidad económica urgente. Años sin conciertos ni nuevos éxitos han debilitado su patrimonio.
Y aunque nunca ha reconocido abiertamente estar en crisis, él mismo admitió en el pasado que sin giras ni discos las fortunas se desvanecen tan rápido como llegaron. Este regreso se perfila, por tanto, como una combinación de necesidad financiera, recuperación vocal y un intento de recuperar la conexión con su audiencia.
Durante su prolongada ausencia, Bosé ha reaparecido esporádicamente en televisión y redes sociales. Participó como jurado en el programa 'Cover Night' de TVE. Según informa El Economista, el artista ha trabajado intensamente con foniatras y logopedas, logrando una notable mejoría. Las fuentes aseguran que su voz está en buena forma y que el cantante está "plenamente preparado" para su gira.
Rugido de Palau
Pero mientras prepara su regreso artístico, la vida personal de Bosé ha vuelto a acaparar titulares. Su expareja, el escultor valenciano Nacho Palau, ha roto el silencio. Lo hizo hace unos días en una extensa entrevista en el programa 'De Viernes'. En ella, ofreció detalles inéditos sobre los más de veinte años de relación que compartieron y la dolorosa ruptura que vivieron.
Juntos formaron una familia con cuatro hijos, concebidos por los controvertidos vientres de alquiler. Y aunque durante años mantuvieron su amor en la intimidad, los conflictos que vinieron después salieron a la luz pública con intensidad.

Palau no ha dudado en calificar a Bosé como "una persona autoritaria y celosa". Y asegura que su convivencia fue extremadamente difícil, especialmente tras la llegada de los niños. La relación terminó marcada por las infidelidades y el desgaste emocional. Según el escultor, el declive comenzó cuando descubrió que Miguel se había enamorado de otra persona. "Metió a ese hombre en casa. Como venganza, yo me acosté con otro y él nos pilló. Se volvió loco", confesó sin tapujos.
La batalla judicial por la custodia y reconocimiento de los cuatro hijos ha sido uno de los capítulos más amargos de esta historia. Finalmente, los tribunales dieron la razón a Palau, estableciendo que ambos progenitores deben compartir la crianza de los niños.

El testimonio de Palau también reveló detalles íntimos y nostálgicos de su amor con el cantante. "Éramos muy buenos amantes", aseguró. Narró cómo, siendo muy joven, se enamoró profundamente de Bosé y cómo construyeron juntos una vida en un terreno de Extremadura, lejos del ojo público.
Luces y sombras en negocios
Miguel Bosé vuelve a los escenarios para hacer caja tras protagonizar luces y sombras en el terreno de los negocios. El cantante se involucró en diversas iniciativas empresariales a lo largo de los años, como Lumi S.A., Costaguana y la propiedad agrícola Monsalud.
Su incursión inicial en el mundo de los negocios fue con las bodegas Casalobos, un proyecto vitivinícola que alcanzó una producción significativa y contó con la colaboración de figuras conocidas del panorama público. Más adelante, decidió centrarse en una de sus mayores pasiones: el jamón ibérico. No obstante, tras casi veinte años de actividad y habiendo alcanzado ingresos cercanos a los diez millones de euros, la compañía cesó su actividad. El mismo camino corrió su participación en el sector vinícola.
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